Primer recuerdo olímpico

EL PRIMER RECUERDO OLÍMPICO DE LOS CAMPEONES DEL DEPORTE

El deporte es un espectáculo visual y muy televisivo. Su visionado por el medio más extendido a nivel global puede –según han confesado en infinidad de ocasiones sus propios protagonistas- llegar a influir en los espectadores hasta el punto de aficionarlos a la práctica del deporte. Muchos ídolos deportivos han creado afición y han sido el espejo en el que se han mirado futuros campeones. Muchos campeones actuales declaran haber comenzado su deporte viendo a las viejas glorias alcanzar el cenit olímpico. Como un bucle, las grandes gestas olímpicas crean un abanico de otras nuevas, futuras, que aún están latentes en los ojos y corazones de niños espectadores. Alguno de ellos, seguro, se convertirá en campeón olímpico.

Varios deportistas nos han ido contando cuál fue su primer gran recuerdo olímpico, el que les impactó a través de la pequeña pantalla, siendo aún unos niños. Así, el medalla de plata en Los Ángeles, el baloncestista Juanma Iturriaga se quedó enganchado a los Juegos Olímpicos por un detalle extradeportivo: “Las celebraciones con el puño en alto del black power en Méjico 68”. Pero en esos mismos Juegos se le quedó marcado, como no podía ser de otra forma, el impresionante salto de Bob Beamon.

mexico 68 black power

Entre los deportistas españoles parece calar como primer gran recuerdo los Juegos disputados en casa, aquel verano del 92 en Barcelona. Raúl Entrerríos, medallista en Pekín y capitán de los Hispanos de balonmano se enganchó a ellos siendo niño:Pasaba mucho tiempo con mi hermano ante la tele; teníamos una tele pequeñita en la habitación y antes de dormir la poníamos y veíamos cualquier cosa que echaran en la Primera o en la 2ª; nos daba igual que fuera gimnasia rítmica, piragüismo…veíamos todo”.

Por su parte, María Vasco, la marchadora que dio a España la primera medalla olímpico femenina en atletismo, los llegó a ver in situ: “Los primeros Juegos que vi los vi en directo: fui a Barcelona y los viví in situ. Fueron geniales, una pasada. Vi en directo la marcha, mi especialidad. Las otras especialidades las veía en la tele. Antes no había visto nunca ningunos otros Juegos por televisión y entonces aquello me impactó muchísimo, sobre todo porque en marcha se consiguió medalla, con Daniel Plaza. Los viví de una manera que tú en ese momento aún no sabes hasta dónde puedes llegar. Los viví con mucha ilusión”.  

daniel plaza barcelona 92

El atletismo también marcó a una niña que luego se convertiría, a su vez, en atleta olímpica, aunque antes pasaría por la experiencia de serlo en otro deporte: el baloncesto. Hablamos de Carlota Castrejana, que se enganchó “viendo con mi padre la final de los 100 metros lisos de Los Ángeles. Lo recuerdo un poco en nebulosa, el horario era raro, pero lo recuerdo. No asocié mi vida con nada de aquello, simplemente era un gran espectáculo televisivo”. De más adelante y sin nebulosa alguna, sino con toda claridad, implicada de lleno ya en el deporte, le han marcado” como espectadora la imagen de Fermín Cacho, a los chicos de baloncesto les he visto de cerca, la medalla de Pirri...Lo más espectacular para mí fue la inauguración de Barcelona 92”.

La máxima dirigente del triatlón mundial y antigua deportista, la española Marisol Casado, asocia su mejor recuerdo olímpico a su deporte: “Lo tengo claro: Sidney 2000, cuando fue el debut del triatlón, donde tuve el honor de entregar las flores a los ganadores. Ahora entrego la medalla incluso, pero para mí como ese momento, que nunca habíamos pensado nosotros que íbamos a estar en los Juegos Olímpicos y, además de estar, que me ofrecieron la posibilidad de entregar las flores, pues fue un momento muy especial para mí, porque además Sidney era espectacular la prueba del triatlón, en el edificio de la Ópera”.

Brian Orser y Javier Fernández, maestro y alumno, medallistas olímpicos  tanto el canadiense como el español, vivieron de niños los Juegos Olímpicos de muy diferente manera. Mientras que para Orser ya tenían mucha importancia desde pequeño, el madrileño tardó en prestarles especial atención, según confesaron a Historias de los Juegos. Así, Orser nos narró su primer gran recuerdo olímpico: “En 1972 estaba en Florida de vacaciones familiares. Pasé todo el tiempo ante la tele, mientras que mis hermanos no paraban de jugar y de disfrutar del entorno del lago de la cabaña donde nos alojábamos, o se iban a Orlando. Me emocionó especialmente el encendido del pebetero de aquellos Juegos, los de Sapporo. Y, por supuesto, recuerdo el hockey hielo, en concreto los partidos de la selección de mi país, Canadá”. Sin embargo, su pupilo, nuestro Javier Fernández, basa su recuerdo en su gran ídolo del patinaje: “Siempre he sido un seguidor de Evgueni Plushchenko, desde pequeñito. Lo he seguido desde siempre y ha ganado absolutamente de todo”. Y añade: “Sí que disfruté mucho las Olimpiadas de Vancouver viendo la final de danza, entre los americanos y los canadienses. La verdad es que viví mucho ese momento”.

Foto de AP
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