ESTADIOS OLÍMPICOS 24: EL MEMORIAL COLISEUM DE LOS ÁNGELES
El Memorial Coliseum de Los Ángeles hace alarde de ser “el estadio más grande del mundo”. Puede que lo sea en sentido metafórico, puesto que se convirtió en 1984 en el primer estadio del planeta en albergar dos Juegos Olímpicos y romperá su misma marca en 2028 al convertirse en el primero que sea sede de tres ediciones olímpicas.
Este año cumple su centenario, aunque empezó su construcción dos años antes, en 1921 con el fin de homenajear a los caídos en la I Guerra Mundial (de ahí su nombre). El día previo al inicio de su segunda aventura olímpica fue nombrado Sitio Histórico Nacional. Su diseño arquitectónico es único, incorporando elementos del estilo egipcio, español y mediterráneo en general. Su construcción, hace ahora una centuria, representó la transformación de la ciudad que lo alberga en una gran metrópolis. Su forma es elíptica, con cemento reforzado y en el fondo que da al Este está situado un gran peristilo que contiene la “Corte de honor” debajo de unos arcos. Se mantiene el pebetero usado en Juegos Olímpicos.
Es curioso que su terreno de juego se construyera casi diez metros por debajo del nivel del suelo para acomodar más filas de espectadores. Hablando de su capacidad, ésta ha venido variando a lo largo de los años y de su función: en su apertura en 1923 podía albergar 75.144 espectadores pero esta cifra aumentó considerablemente cuando se convirtió en sede de los Juegos Olímpicos de 1932 hasta llegar a 101.574 asientos. Por cierto que en esa cita olímpica rentó como estadio, puesto que además de albergar las habituales ceremonias de apertura y clausura, además de las pruebas de atletismo, también fue la instalación donde tuvo lugar el torneo de hockey, la gimnasia y el salto ecuestre. Sigamos con la capacidad del estadio: Durante muchos años su capacidad excedió los 100.000 espectadores, pero las renovaciones a las que fue sometido (ocho en total durante estos cien años, algunas de ellas verdaderamente importantes) la rebajaron a 93.000 asientos, cifra aun con todo muy destacable. Sin embargo, dependiendo de su uso, la capacidad llegó a disminuir hasta 71.500 espectadores. Pero el Memorial Coliseum ha sido testigo de récords Guinness en cuanto a capacidad se refiere: el 29 de marzo de 2008 un partido de exhibición entre Los Angeles Dodgers y los Boston Red Sox congregó a 115.300 espectadores sentados, la mayor cifra de la historia para un partido de béisbol. Pero el récord del propio estadio está en los 134.254 espectadores que se reunieron allí en 1963 para ver a Billy Graham, un pastor evangélico. Porque este estadio, además de grandes eventos deportivos y conciertos de las máximas figuras de la música también ha sido escenario de momentos políticos memorables, a saber: la Convención del Partido Demócrata en 1960 donde J.F. Kennedy pronunció el discurso de aceptación; El discurso de Martin Luther King en 1964 sobre Dignidad Humana; el retorno de Nelson Mandela a Estados Unidos o la visita del Papa Juan Pablo II.
A nivel musical huelga decir que los mejores cantantes y bandas han tocado aquí, pero destacaremos sus mayores hitos: U2 en la salida de su gira Joshua Tree; la conclusión de la gira Born in the USA de Bruce Springsteen o el concierto benéfico Wattstax en el 72, el que fuera llamado el “Woodstock Negro”, para celebrar la cultura, unidad y orgullo de la comunidad afroamericana. Pero también hay que destacar la aparición de este icónico escenario en el cine, pues en este estadio se rodaron escenas de “Jerry Maguire”, “Guerra Mundial Z”, “Escape de Los Ángeles” o escenas de series como “Los Ángeles de Charlie”, “Colombo”, “24” o “El increíble Hulk”.
Entre las múltiples y profundas renovaciones a las que ha tenido que ser sometido están los 93 millones de dólares de 1994 que tuvieron que invertirse para reparar daños causados por un terremoto. También señalar la polémica habida con su nombre, ya que la compañía United Airlines quiso cambiarle el nombre añadiendo el de su marca al del estadio, pero finalmente se llegó a un acuerdo para que el nombre fuera United Airlines Field at Los Angeles Memorial Coliseum en lugar del planeado United Airlines Memorial Coliseum.
Por descontado, este estadio ha sido escenario de numerosos grandes eventos deportivos, desde finales de la Super Bowl a pruebas del motor pasando por partidos de béisbol, soccer y un largo etcétera, pero siempre será recordado por esa ceremonia de inauguración de los Juegos del 84 en la que “voló” un astronauta y John Williams dirigió el himno olímpico de esa edición que ha quedado como música más característica de los Juegos Olímpicos, por no mencionar que fue el escenario de los éxitos de Carl Lewis en el pico de su forma.
Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
Mucha historia entre esas gradas, a mi me impactó la cantidad de pianos tocando “Rapsody in blue” en la inauguración del 84.