Museos olímpicos

MUSEO OLÍMPICO Y PARALÍMPICO DE ESTADOS UNIDOS

En julio de 2020, en plena pandemia de coronavirus -de hecho, ésta provocó algo de retraso en su inauguración- abrió sus puertas un novísimo museo olímpico totalmente inclusivo y que usa las últimas tecnologías: el Museo del Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos. Lo hizo en Colorado Springs, considerada oficiosamente la “sede olímpica” de aquel país, pues allí se encuentran la sede del Comité Olímpico y Paralímpico de EE.UU. y el centro de entrenamientos de sus equipos olímpicos y paralímpicos, donde entrenan más de 10.000 atletas. El museo, una maravilla de la arquitectura, ganó en el año de su apertura la votación de los lectores del diario USA Today como “Mejor nueva atracción de Estados Unidos”. Y es que el museo facilita el acceso a todos los visitantes, teniendo en cuenta que sea visible incluso desde una altura baja (léase, silla de ruedas) y se consultó a atletas y paratletas en su diseño. Por ejemplo, los paratletas pidieron que no hubiera moquetas, algo que dificulta el paso de las sillas de ruedas. Además, el museo incluye tecnología como pistas de audio descripción, tabletas que cuentan la historia de los juegos, vídeo capturas, aplicaciones de móviles, etc. Según sus creadores, la misión de este museo es homenajear los ideales olímpicos e inspirar y reforzar los sueños olímpicos.

Fotos de Jason O´Rear, Diller, Scofidio + Renfro y Bill Baum/U.S. Olympic & Paralympic Museum

En la primera planta se encuentra el Salón de la Fama. El edificio tiene una forma espiral de tal manera que los visitantes lo recorren en un camino continuo. En su centro se encuentra una plaza con terraza que permite unas magníficas vistas de las Montañas Rocosas al fondo. La plaza tiene una capacidad de 230 personas en actos al aire libre. Ya en el interior destaca un atrio iluminado mediante un tragaluz. Hay pantallas en forma de pétalos donde se proyectan imágenes y balcones a diferentes alturas. Entre las colecciones que se muestran están las antorchas olímpicas (imprescindibles en todo museo que se precie) pero esta instalación cuenta con algo que pocas tienen: la posibilidad de mantener una conversación con, por ejemplo, la campeona olímpica Kikkan Randall. Otra sección a destacar en la dedicada al laboratorio con la tecnología que usan los olímpicos estadounidenses para realizar la mejor prestación posible en las citas olímpicas. Un guiño que ofrece el edificio es que la altura de su atrio es la misma que el salto que realizó Bob Beamon en los Juegos Olímpicos de México 68.  Visita imprescindible para los amantes de los hitos olímpicos y paralímpicos del potente Team USA

Foto de Jason O´Rear

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