Camino a Milán/Cortina

LARA COLTURI: LA «ITALIANA» QUE PUEDE HACER HISTORIA PARA ALBANIA EN LOS JUEGOS DE MILÁN/CORTINA

Los Juegos Olímpicos de invierno de Milán/Cortina podrían ser los del despegue definitivo de uno de los talentos actuales del esquí alpino mundial y sería, además, en “casa”…o no. Lara Colturi, que durante los Juegos tendrá apenas 19 años y ya ha despuntado con podios en la Copa del Mundo, es turinesa, pero no competirá por Italia, sino que lo hará por Albania, siendo apenas la segunda mujer que participará en unos Juegos Olímpicos de invierno por esa pequeña nación y, por descontado, la única esperanza (más que fundada) de medalla para su “nuevo” país. Y competir por Albania le ha traído más de un problema de cabeza.

Lara Colturi nació en Turín, ciudad situada cerca de las montañas (de hecho, ya acogió unos Juegos Olímpicos de invierno en 2006). Su madre, Daniela Ceccarelli, es toda una campeona olímpica, pues ganó el oro en Super G en la cita de 2002 disputada en Salt Lake City. Su padre es Alessandro Colturi, su entrenador. Ceccarelli portó por primera vez a las competiciones de esquí a Lara cuando ésta tenía apenas 13 meses y la niña aprendió a esquiar antes que a caminar. Aun así, no fue el esquí la única pasión deportiva en su infancia, pues hasta los trece años llegó a competir en patinaje artístico. Pero pronto lo apartó para dedicarse al esquí alpino, tanto prometía en este deporte.

Con su madre, la campeona olímpica Daniela Ceccarelli. Foto de FISI

Fue precisamente su precocidad la que ha causado su cambio de nacionalidad. Desde muy pronto sus padres vieron en ella un talento que empezó a despuntar siendo aún niña. Para participar en las pruebas de la Copa del Mundo con la selección italiana el proceso se ralentizaba algo. Los Colturi-Ceccarelli no estaban de acuerdo, querían que su hija empezara ya a competir y la apuntaron al circuito de Sudamérica, lo que le daría los puntos suficientes para entrar en la Copa del Mundo de la FIS. Ello conllevaba tener que renunciar a entrar en el equipo italiano y, unido a que la Federación Albanesa había contratado a mamá Daniela como directora técnica de su incipiente equipo nacional albanés de esquí hizo que los padres quisieran que Lara siguiera siendo entrenada por ellos, por lo que la jovencísima Lara se trasladó a Albania y pidió el cambio de nacionalidad. De haber continuado en Italia, aparte de estar apartada de sus padres -que además habían sido desde el principio sus entrenadores-, no habría podido ir tan pronto a las pruebas de la Copa del Mundo debido al sistema que emplea la Federación Italiana.

La decisión de la familia Colturi tuvo enseguida resultados: Lara debutó en la Copa del Mundo con apenas quince años y es la gran estrella en ciernes. Ha competido en todas las modalidades, pero es especialista en las pruebas más técnicas de Gigante y Eslalon y ya se codea con la mismísima Mikaela Schiffrin. Los expertos dicen que en su adolescencia (periodo que, en realidad, aún no ha completado) ya realizaba cosas que nadie antes había hecho. Es una promesa que ya es realidad y en su mente está subirse al podio en unos Juegos Olímpicos, los Juegos que se disputarán en su nación originaria.

En uno de sus podios de la Copa del Mundo

El cambio de nacionalidad le ha causado bullying a Lara en redes sociales, críticas despiadadas por su decisión. Y esa decisión de cambio, realizada en consenso familiar según ella ha confesado, se tambaleó a principios de 2025. Fue entonces cuando Colturi intentó un nuevo cambio de nacionalidad volviendo a la italiana originaria, pero en esa ocasión la burocracia y las posibles sanciones han sido las que lo han impedido. Para entonces Lara Colturi ya había pisado más de un podio en la Copa del Mundo, por lo que Albania veía en ella no solo a una posible medallista olímpica, sino a la persona que ha movilizado a gran parte del público albanés hacia el deporte del esquí alpino, modalidad nada seguida en el país hasta la llegada de Lara, o de los éxitos de Lara mejor decir. Al parecer algunas discrepancias económicas con la Federación Albanesa hicieron cambiar de idea a los Colturi sobre qué colores iba a defender Lara en los Juegos de Milán/Cortina, pero el reglamento obliga a esperar doce meses sin competir internacionalmente, unido a una pérdida de todos los puntos FIS acumulados, si las dos federaciones implicadas en un cambio de nacionalidad no se ponen de acuerdo. El 1 de mayo de 2025 era la fecha límite para llegar a un acuerdo, que no se produjo al negarse la Federación Albanesa. Si Lara Colturi seguía con su deseo de competir como Azzurra no llegaría a tiempo para disputar los Juegos Olímpicos, así que el asunto se zanjó (o se aplazó de momento) para permitir que Lara sea olímpica en 2026, vistiendo los colores rojiblancos de Albania.

Un comentario

  • Virginia Bernardi Garrido

    Difícil decisión, si quería compartir en la élite tenía que cambiar y es posible que no hubiese podido lograr sus metas. Me parece fatal que se metan con ella. Fuerza!

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