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HABLAN LAS MUJERES AL FRENTE DE EQUIPOS OLÍMPICOS ESPAÑOLES EN PARÍS 2024

La siguiente frontera que quiere traspasar el olimpismo es la igualdad de género. En los Juegos de París 2024 este objetivo se logró en cuanto a participación de deportistas se refiere, logrando un 50/50 entre competidores hombres y mujeres, pero aún queda por superar el tantas veces mencionado techo de cristal en cuanto a entrenadoras/seleccionadoras se refiere, así como en mujeres al frente de delegaciones olímpicas. El Comité Olímpico Español y el Consejo Superior de Deportes han querido tratar esta cuestión en la II Jornada Mujer y Deporte invitando a mujeres con responsabilidades en equipos españoles presentes en los Juegos Olímpicos de París. Cuatro de ellas fueron, en su etapa de deportistas, medallistas olímpicas. Esto fue lo que comentaron en sus exposiciones sobre cómo afrontaron los Juegos de París: la clasificación, la competición y el después. Esta es la intrahistoria de los equipos nacionales en París 2024:

Alejandra Quereda (Seleccionadora del conjunto de gimnasia rítmica)= “Tuvimos un ciclo de ensueño con el final más amargo. Aun así, mereció la pena. En 2022 empezamos a competir por la ansiada plaza olímpica con un equipo joven con mucho margen de mejora, con vistas a los Juegos de 2028. Nos encontramos con que conseguimos la plaza para los de 2024 ya en 2022. Muchas gimnastas consideraron que ya habían dado por cumplido su objetivo, así que les teníamos que platear más objetivos y poder conseguir medalla.

Teníamos doce deportistas pero sólo cinco serían olímpicas. Fuimos consiguiendo medallas y el ciclo se desarrollaba mejor de lo esperado. La decisión de las cinco elegidas provocó tensiones internas, que supimos encauzar. Ya en 2024 ganamos tres medallas en el Europeo. Hubo un momento de inflexión en el que las gimnastas se dieron cuenta de que llegaban los Juegos Olímpicos y empezó la inestabilidad, inseguridades, aunque los entrenamientos fueron los mejores de todo el ciclo.

Ya en París el primer entrenamiento se perdió porque nos llevaron a la sede de la natación artística. Además, ya en nuestro pabellón, los tapices previos no llegaban a la altura de 10 metros. Los 40 minutos previos no pudimos preparar algunos ejercicios por ello, pero 5 minutos antes de la competición hicimos un entero magnífico. Sin embargo, en la competición hubo errores que no habíamos cometido antes. Di tranquilidad a las gimnastas transmitiendo confianza, pero no llegamos a la final. Tras las vacaciones vino lo más duro: la vuelta. Todas las gimnastas habían tomado en caliente la decisión de querer continuar, pero a la vuelta de vacaciones había que ganar el estatus de España, perdimos las becas, había que empezar de nuevo. Al final dos de ellas decidieron no continuar. La valoración global de los Juegos Olímpicos sigue siendo única. Hasta que no pisas la villa no te das cuenta de la magnitud de este calibre. Hay que preparar psicológicamente para afrontar unos Juegos. Meses después repetimos el ejercicio de la final con público y lo hicieron perfecto”.

Ana Junyer (seleccionadora del equipo femenino de Basket 3×3, plata)= “El equipo nació en 2021 cuando nos eliminaron del primer preolímpico, pero el equipo se levantó. La característica principal de este equipo es el carácter. Luego ganamos el Europeo. Marcamos una hoja de ruta porque a nivel mundial no lográbamos ganar los partidos decisivos. En el 23 hubo cambios en el equipo y en el 24 conseguimos los puntos para el clasificatorio de mayo. Se consiguió la clasificación para París, que era un sueño. Era un equipo muy veterano con gran ilusión.

En París había que gestionar el aspecto emocional, deportivo y el logístico. Como llegamos unos tres días antes a la villa les dije a las jugadoras que los primeros días podrían disfrutar de la villa y empaparse de experiencias para después centrarse en la competición. Hubo la posibilidad de entrenar en la villa con buenas canchas. El tema de las comidas en la villa era caótico. También te tienes que adaptar a las situaciones: climatología, cambio de horarios, etc.

Ganamos los dos primeros partidos y perdimos los dos siguientes. Al día siguiente estábamos contra las cuerdas y ganamos a Australia -rival histórico- y a Canadá en la prórroga, lo que fue un chute de moral. Después perdimos ante Alemania y se formó un caos por empate entre cuatro equipos. No estaba en los papeles cómo se deshacía el empate, así que tuvimos que ir a la FIBA, pero no nos supieron responder. A los 5 minutos nos dijeron que entrábamos directamente a semifinales. Fue una situación estresante a la par que de subidón. Nuestro nivel de confianza era muy alto. Nos enfrentábamos a Estados Unidos, no teníamos nada que perder. Ganamos en la prórroga. Ni se había soñado con una medalla. Las expectativas que se crearon ante nuestro equipo y la repercusión nos ayudó en el aspecto moral”.

Ruth Beitia (Jefa del equipo de atletismo. Cuatro medallas)= «Liderar un equipo de 58 atletas más el staff fue una experiencia increíble. Había toda una casuística día a día valorando qué iban a hacer los deportistas. Tuvimos la suerte de tener ayuda desde Madrid para darnos soporte. Yo tenía que preparar quién venía, a qué hora tenía que buscarle, etc. Las maletas y los deportistas venían en días diferentes. Hubo mucho caos y retrasos en el transporte desde el aeropuerto.

Tuvimos la suerte de empezar el primer día con dos medallas, que tuvieron un trabajo añadido: control antidopaje, prensa, recogida de medallas…El día antes de cada competición organizábamos el día siguiente: buscar acreditaciones para los entrenadores para que estuvieran cerca de los atletas, tener que homologar los aparatos de lanzamiento, organizar los autobuses que no van al estadio pero van a entrenar, organizar los horarios de los fisios, comidas, descansos, etc. Siempre llevábamos a alguien para que estuviera presente en los controles antidopaje. Fue muy gratificante que los atletas tuvieran la oportunidad de compartir ratos en la villa con sus familiares y esas visitas supusieron un gran trabajo. Tuvimos un problema con la limpieza en la villa y pasamos mucho tiempo de nuestro descanso pidiendo limpieza. Estando allí murió un familiar de un médico y se tuvo que ausentar 24 horas, proporcionándonos el COE otros médicos”.

Judit Requena (2ª entrenadora de natación artística. Bronce por equipos)= “La misión de un 2º entrenador es apoyar a la seleccionadora e intentar cubrir todas las necesidades del grupo, gestionarlo. A veces las nadadoras ven a los entrenadores con mucho respeto y no se abren, así que los deportistas ven al 2º entrenador como un filtro. En la selección todos los deportistas viven juntos y entrenan en el CAR de Sant Cugat. Son una familia. Se ayudan entre sí, pero surgen rivalidades por los puestos.

En un año normal entran 12 o 14 deportistas y van rotando, pero en año olímpico se reducen las posibilidades de entrar y nos obligan a que los dúos estén en los equipos y en total son sólo ocho más una suplente, que se queda sin medalla. El 30% del grupo se queda sin ir a los Juegos. Por eso empieza a haber rivalidades y eso crea un poco de lucha, lo que dificulta las cosas. Tuvimos muchos problemas de gestión para que todos tuvieran un soporte psicológico.

Un mes antes del Mundial clasificatorio la saltadora del equipo absoluto se lesionó e incluimos a una de las chicas del junior. Tras la clasificación nos planteamos qué hacer, no teníamos Plan B (nadie más capaz de saltar). A partir de abril del 24 la junior empezó a entrar en el grupo, con cero confianza. Al grupo, que llevaba diez años, no le sentó bien. Dos personas quedaron fuera porque la junior entró. La gestión emocional fue muy dura, también para la nueva. Es la gestión más delicada que tuvimos en el año olímpico.

El cambio de reglamento hizo que las posibilidades de fallar fueran grandes, lo que conllevaba mucho estrés. Ya en París en el programa técnico tuvieron fallos importantes Estados Unidos y Japón, que sufrieron penalizaciones. El segundo día de competición había mucha tensión en el ambiente. Los entrenamientos salían mal y en el libre fallaron. La nueva falló. Nos quedamos con la penalización. Quedaba el acrobático con la nueva, que no estaba formada y la prueba no era nuestra mejor prueba, pero el equipo creó un ambiente muy positivo. Se las veía con hambre y garra. Hicieron la mejor prueba de toda la temporada. El broce que ganamos cicatrizó todo”.

Jessica Alonso (Delegada de la selección femenina de balonmano)= “El ciclo olímpico que realicé como jugadora fue muy exitoso y después ha sido muy irregular, con puestos décimos a los que no estábamos acostumbradas. En el ciclo de París teníamos un nuevo entrenador y poco tiempo para asimilar un cambio de juego, además de nuevas jugadoras. La delegada hace de enlace, de conexión con el día a día y el equipo nacional. Hago de paraguas para que al entrenador y jugadoras les llegue sólo la información que nos interesa.

La preparación para el preolímpico fue más mental que técnico-táctica. Trabajamos la visualización, charlas, hacerlas ganar en confianza. Nos clasificamos para París en abril. Tras acabar las ligas teníamos dos meses. Preparamos los Juegos entre seis y siete semanas. Tuvimos en cuenta el clima, los horarios, para que las chicas sufrieran los menores cambios. Buscamos sitios de concentración en zonas tranquilas con la menor distracción (Galicia y Pamplona). Hubo que concienciar a las chicas sobre lo que no pueden hacer, ya que las redes las alejan de lo realmente importante. Había que mentalizarlas para que estuvieran concentradas en el aspecto deportivo. También teníamos mucho cuidado con las marcas que llevaban en la ropa, hay que estar pendientes de estas cosas.

Tuvimos la suerte de ir a la villa una semana antes para adaptarnos y luego centrarnos. Influyen detalles como que la ropa sea de la talla de las jugadoras. La gestión de la prensa es complicadísima. Yo coordino en qué momento están disponibles y pueden recibir llamadas. En la villa las jugadoras se repartían las tareas domésticas. El primer día todo es caótico, todo está mal, faltan cosas. A partir de ahí todo empieza a rodar. Otro aspecto importantísimo es el transporte. Había que estar más pendiente de las jugadoras más jóvenes. Teníamos que intentar tener tiempo de grupo. Intentamos hacer distracciones lúdicas para romper la dinámica. En la competición no pensamos que nos iba a ir tan mal, no ganamos ningún partido. Entre ellas no supieron gestionar la primera derrota. Se tocaron todas las teclas posibles, pero no supimos hacer reaccionar al equipo. A partir de la segunda derrota casi ni entrenábamos, sino que hacíamos charlas. Fue un desgaste enorme, pero un aprendizaje absoluto. Muchas jugadoras han madurado y ya se está viendo otra imagen del equipo”.

Montse Tomé (seleccionadora equipo femenino de fútbol)= “Para nosotras el cuarto puesto en nuestros primeros Juegos Olímpicos nos supo a poco porque veníamos de ganar un Mundial y éramos un equipo con grandes expectativas. Detrás de cada equipo de alto nivel hay mucho trabajo. Siento que trabajé más en los Juegos de París que en el Europeo acabando segundas. Llegué a la selección en 2023 en un momento delicado. Tenía ganas de empezar a hablar de fútbol, con muchas ideas en la cabeza, pero me di cuenta de que tenía que escuchar al equipo. Cuando les puse la foto del río Sena vi que las jugadoras captaron al momento conectarse a los Juegos Olímpicos. A ellas lo que les apetecía eran los Juegos Olímpicos”.

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