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QUINN: EL ORO DE LA PRIMERA PERSONA ABIERTAMENTE TRANS EN PARTICIPAR EN UNOS JUEGOS OLÍMPICOS

La futbolista canadiense Quinn (anteriormente llamada Rebecca Quinn) hizo historia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al convertirse en la primera persona transgénero o no binaria en competir en unos Juegos Olímpicos, en ganar una medalla y en proclamarse campeona olímpica (o, al menos, de serlo abiertamente). La centrocampista canadiense había dado a conocer públicamente su condición pocos meses antes, en septiembre de 2020, a través de una publicación en su cuenta de Instagram. Desde mucho antes su entorno más cercano ya sabía cómo se sentía en realidad Quinn.

Siempre recibió el apoyo de los suyos, también de sus compañeras de selección, entrenadora, instituciones, incluso de la FIFA, que en un comunicado se expresó así: “La FIFA felicita a Rebecca Quinn por haber mostrado su condición y estar orgullosa de ella. Le deseamos que continúe su exitosa carrera en el futuro”. Como ven, a pesar de la felicitación seguían usando su nombre de nacimiento -Rebecca- que Quinn ya no usa nunca más, limitándose a su apellido. Su entrenadora manifestó que no podía estar más orgullosa y de “hacer del mundo uno más inclusivo gracias a su outing“. Por su parte, la capitana de la selección nacional canadiense ha declarado que “no nos merecemos a una persona tan buena como Quinn”.

Por cierto, que a nivel profesional, puesto que juega y ha jugado en la más alta división de las ligas nacionales de Francia, Suecia y, por supuesto, la norteamericana de la NWSL, se ha permitido que Quinn siga jugando debido a que se tiene en cuenta el género de su nacimiento y no su identidad de género ni el haberse ya sometido a una operación para el cambio de sexo. Dicha operación tuvo lugar meses antes de los Juegos de Tokio, por lo que temió no poder estar en forma para los mismo, sin embargo ha recalcado que precisamente para poder participar en ellos no tomó testosterona con el fin de no obtener una ventaja sobre sus rivales.

Foto de Robin Alam / Icon Sportswire via Getty Images

Quinn nació en el seno de una familia eminentemente deportista. Mientras su padre jugaba al rugby su madre lo hacía al baloncesto, ambos a nivel universitario. A los seis años Quinn se inició en el deporte que le daría fama: el fútbol. Ya cuando estaba en la escuela intentó sacar el tema de la identidad sexual en clase, aunque hasta que no conoció a otras personas con su misma condición no entendió hasta el fondo hasta qué punto le llevaban sus sensaciones. En la universidad, donde estudió Biología, tomó clases de estudios sobre mujeres y género. Como decíamos, no ha sufrido el rechazo de la gente que le rodea, pero sí le ha faltado una figura que le inspirase. Ahora aspira a ser el modelo a seguir para más jóvenes, algo de lo que careció en su infancia y adolescencia. De hecho, una de las actividades a las que se dedica es, además de la labor en sí de intentar que se comprendan más los aspectos que atañen a las personas trans es, ya en la práctica, un programa en Canadá en el que hace las tareas de mentor con ocho futbolistas de entre 13 y 17 años de género diverso, iniciativa que tiene por nombre “See Them, Be Them”, con el objetivo de que no se “escondan” y, al contrario, sean comprendidos por la sociedad. Según explica Quinn, los niños trans son la población más vulnerable, más aún si son de color. Quinn busca visibilizar a las personas trans en la sociedad, algo a lo que se dedica desde su “salida” en 2020. Aun con todo Quinn confiesa que su condición no es comprendida del todo en Estados Unidos, aunque tiene la fortuna de vivir en Seattle, una zona “bastante liberal y que acepta mi condición”.

Si como dijimos hizo historia en los Juegos Olímpicos de Tokio volvió a hacerla en el Mundial de 2023, cuando se convirtió en la primera persona trans o no binaria en jugar ese campeonato. Hay que tener en cuenta que ni ese Mundial del 23 ni los Juegos de Tokio fueron sus primeras experiencias en dichos campeonatos, puesto que ya tomó parte en los Juegos de Río, ganando ya entonces una medalla -de bronce- con Canadá y asimismo participó en el Mundial de 2019 pero por aquellos entonces aún usaba su nombre completo de Rebecca Quinn y no había dado a conocer públicamente que era una persona trans.

Foto de Martin Bernetti/AFP/Getty Images

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