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ALYSA LIU: LA PATINADORA QUE FUE ESPIADA DURANTE LOS JUEGOS DE PEKÍN 2022

Una jovencísima patinadora de artístico protagonizó, sin quererlo y hasta sin saberlo, un curioso caso de espionaje. Hablamos de Alysa Liu, estadounidense de origen chino. Su padre fue un disidente chino de aquellos que se opuso en la Plaza de Tiananmen al régimen imperante para luego tener que huir como refugiado político, en su caso a Estados Unidos. Alysa es la mayor de sus hijos y desde los cinco años quiso dedicarse al patinaje, animado por la admiración que su padre sentía por Michelle Kwan.

Foto de Getty Images

Muy pronto despuntó y empezó a batir récords, pues con apenas trece años ganó su primer título nacional, siendo la más joven en hacerlo a lo largo de la historia. Al año siguiente repitió título, lo que la convirtió en la más joven en ganar dos títulos nacionales senior. Alysa destacó siempre por su gran capacidad de salto, no en vano fue la primera junior de Estados Unidos en completar con éxito un triple Axel en una competición internacional y la primera mujer de su país en realizar un salto cuádruple.

A esta patinadora le tocó participar justamente en los Juegos Olímpicos de invierno que se celebraron en el país de sus ancestros: los de Pekín de 2022, y hacerlo allí fue lo que le hizo protagonizar un caso de espionaje. Al pasado de su padre se unió que Alysa publicó un día en su cuenta de Instagram un post criticando la postura estatal china sobre la minoría uigur y eso hizo saltar las alarmas. Sin su conocimiento (pues su padre no quiso contárselo para no perturbar su actuación durante los Juegos) estaba siendo espiada por los chinos. Al parecer un espía se hizo pasar por un miembro del Comité Olímpico de Estados Unidos pero el padre sospechó de él. El Departamento de Justicia de EE.UU. llegó a presentar cargos contra cinco hombres acusados de espiar para el Gobierno chino a disidentes chinos en América. Así las cosas, Alysa tuvo que estar permanentemente protegida durante su estancia en los Juegos de Pekín siendo escoltada constantemente por dos agentes estadounidenses.

Foto de Getty Images

Finalmente no llegó a ocurrir ningún incidente, aunque sí en un momento dado durante su estancia en Pekín un hombre sospechoso se le acercó queriendo llevarla a su casa. En cualquier caso hemos de resaltar su participación a nivel deportivo, ya que consiguió el diploma olímpico. En el programa corto optó por no realizar el triple Axel y acabó en el octavo puesto. En el programa libre subió una plaza; sí que intentó entonces dicho salto, pero no lo acabó de realizar con la pulcritud necesaria. Tampoco se arriesgó a realizar ningún salto cuádruple en aquella ocasión. Lo curioso es que fue requerida para participar en la gala de exhibición, pero ella no se había preparado ningún número. Deprisa y corriendo y ayudada por el patinador Jean-Luc Baker y con un vestido que le prestó la patinadora española de danza Olivia Smart bailó un programa basado en un tema de un grupo de K-pop.

Otro hecho de lo más curioso es que, aunque con motivo de los Juegos Olímpicos de Pekín fue espiada por las autoridades chinas, previamente estas mismas la habían considerado como parte de su programa de reclutamiento para China que consistía en “naturalizar” a extranjeros de origen chino para participar en los Juegos de Pekín y así asegurarse más resultados positivos. Su padre no fue en absoluto persuadido con dicha idea. Al contrario, como vimos acabaron siendo el objetivo de un proceso de “intimidación” para impedir que dijeran cualquier cosa relacionada con la violación de derechos humanos en China. No sin temores, el plan salió bien para Alysa y su padre.

Pocos meses más tarde la patinadora anunció su retirada con apenas 16 años. Confesó que ya había cumplido todos sus sueños. Es cierto que llevaba once años de duros entrenamientos, pero retiradas a edad tan corta nos hacen querer replantearnos qué está pasando con deportes en los que se producen.

Foto de Getty images

Un comentario

  • Virginia

    Uf,que historia,parece sacada de un libro pero desgraciadamente es real. Espero que algún día consigan poder hablar tanto deportistas como gente normal en todo el mundo.

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