MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 112: INGRID TANDREVOLD PIERDE LA MEDALLA EN BIATLÓN POR UNA PÁJARA
Nos situamos en la carrera femenina de persecución del biatlón olímpico de los Juegos de invierno disputados en Pekín en 2022. El equipo noruego había ya desplegado su potencia ganando medallas en varias pruebas, destacando la figura de Marte Olsbu Røiseland. La prueba de persecución coloca a las participantes en orden y en distancias de tiempo de acuerdo a una prueba contrarreloj realizada con anterioridad. En este caso la noruega Røiseland volvía a demostrar su poderío marchando en cabeza. Su compatriota Ingrid Landmark Tandrevold -una biatleta nada despreciable, puesto que para cuando se disputaron los Juegos de Pekín ya contaba en su palmarés con cuatro medallas de oro y otras cuatro de otros metales en campeonatos mundiales-, estaba realizando un gran recorrido y parecía claro que iba a subirse al podio. Lo que no sabía aún era que iba a protagonizar una de las imágenes más vistas de esa edición olímpica.
Tandrevold estaba en dura pugna con la sueca Elvira Oeberg para disputarse las medallas de plata y bronce. Nadie dudaba que ellas dos serían las que acompañarían a Røiseland en el podio. Faltaban apenas 300 metros para la llegada a meta cuando Tandrevold sufrió lo que vulgarmente se conoce como pájara, y una de las buenas, tras coronar la cima de la última colina previa a la meta. Al producirse esta situación Oeberg se despegó un poco de la noruega. Las cámaras de televisión pasaron de ofrecernos ese duelo entre las dos por la plata a la llegada de la ganadora. Poco después vimos como Oeberg entraba segunda en meta y, de repente, tras ella, una pléyade de biatletas entre las que no se encontraba Tandrevold, que se había parado, exhausta. Pudo recobrarse para continuar la marcha, pero lo hacía como si le hubiera caído encima un peso descomunal, apenas se movía. Era inevitable que el resto de biatletas le superaran. Su compatriota Tiril Eckhoff fue la primera en hacerlo. La sueca Elvira Oeberg se haría finalmente con la plata y Eckhoff con el bronce. Pero la situación no estaba clara, tanto es así que, debido a que parecía tan clara la llegada de Tandrevold a un puesto de podio, un comentarista de Eurosport llegó a darle la medalla de bronce, al confundirla con Eckhoff, que tenía su misma equipación. Y es que el bloqueo de Tandrevold se había producido tan cerca de meta que no todos se percataron del mismo y ya la daban como segura medallista.
Para su desgracia no fue así, aunque posteriormente declarara que si ella no iba a ganar una medalla quién mejor que hacerlo que su compañera de equipo Eckhoff. No solo no se subió al podio nuestra protagonista sino que las fuerzas le abandonaron de tal modo que fue superada por tantas biatletas como para acabar en un 14º puesto, muchas de ellas lo hicieron a poquísimos metros de la meta. Al menos pudo sacar fuerzas de flaqueza para seguir esquiando y finalizar la carrera. Eso sí, una vez cruzada la meta se colapsó, siendo inmediatamente asistida por sus propias rivales. Es habitual ver a los/as biatletas caer al suelo tras cruzar la meta y quedarse allí unos segundos para reponerse, pero el caso que nos concierne fue mucho mayor. Aunque no llegó a perder la consciencia estaba claro que el estado de Ingrid requería ayuda médica inmediata. Las imágenes que provocó dieron la vuelta al mundo. Tuvo que ser llevada en volandas y examinada por los doctores. Ingrid se había desfondado, quedado sin fuerzas, estaba exhausta. Lo único que declaró al llegar al final fue: “Lo he estropeado todo”.
Dos cosas ocurrieron tras estos hechos: por una parte la biatleta recibió una avalancha de mensajes de apoyo, tanto por parte de aficionados como de sus compañeras y rivales. Por otra parte fue sometida a un examen exhaustivo y recibió la prohibición de poder competir en el resto de pruebas, como estaba previsto, siendo sustituida para la prueba de relevos que tendría que haber disputado con posterioridad. Y es que esta no era la primera vez que algo parecido le había ocurrido pues ya en dos carreras ocurridas en 2017 y en 2021, respectivamente, sufrió de ritmo cardíaco irregular durante las mismas. En ambos casos la biatleta quiso continuar, pero los responsables de su equipo no quisieron tomar riesgos y se lo impidieron.
Pasados unos días y tras su tratamiento médico, Tandrevold manifestó su pena por lo ocurrido, pero los médicos declararon que su situación no era grave. La propia deportista reconoció que había sobrepasado unos límites que su condición cardíaca no le permitían y que la altura influyó. Tanto ella como otras biatletas también reconocieron que las condiciones que se dieron en el día de la carrera fueron muy duras, con nevada fuerte y constante que además hacían que esquiar sobre la nieve fuera especialmente duro y lento ese día. Pese a sus lamentaciones Ingrid dejó claro que la salud era lo primero.
Lo mejor que podemos decir es que Ingrid Tandrevold no ha tenido que cortar su carrera deportiva y que sigue compitiendo además haciéndolo entre la élite del biatlón mundial.
Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
No me extraña, es durisimo¡