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ZURAB ZVIADAURI, EL PRIMER CAMPEÓN OLÍMPICO DE GEORGIA, ENVUELTO EN UN CASO DE ASESINATO

De cómo una leyenda del deporte, un campeón que hizo historia olímpica, un héroe nacional, puede convertirse de la noche a la mañana en cuestión de meros segundos en asesino o, cuento menos, acusado de asesinato. Eso es lo que le pasó al judoca georgiano Zurab Zviadauri, del que su rastro en la actualidad en los medios de comunicación no es otro que constar como protagonista de un asesinato múltiple, en lugar de hacerlo por su glorioso pasado deportivo.

Antes de que los fatídicos hechos ocurrieran un aciago día de agosto de 2021, Zurab Zviadauri mantenía impoluto su prestigio. Tanto, que sobrepasaba sus -destacados- méritos deportivos por los que pasó a la historia logrando el primer oro olímpico para su país, Georgia. Ese hito quedó para la historia y no se borrará. Un logro que le hizo merecedor de la Orden de Honor de su país. Antes de ganar su oro olímpico, hecho que aconteció en los Juegos de Atenas de 2004 en la categoría de hasta 90 kilos de judo, ya tuvo el honor de ser el abanderado de su país en dicha cita olímpica. Algo debieron de ver en el él cuando antes le hicieron merecedor de una beca del programa de Solidaridad Olímpica. En efecto, Zviadauri cumplió con lo que se esperaba de él y antes del oro olímpico ganó dos medallas de plata en los Mundiales de 2001 y 2003 y una de bronce en el Europeo de 2002.

Foto de 1TV

Tras retirarse Zviadauri entró en la política, siendo elegido parlamentario por el partido Sueño Georgiano, un partido creado en 2012 por el empresario multimillonario Bidzina Ivanishvili, el cual reunió para su partido a personas conocidas del país y no relacionadas con la política, tales como un gran maestro del ajedrez, un escritor o un futbolista. Entrar en la política le costó caro, pues incluso llegaron a cambiar el nombre de un pabellón deportivo que portaba el suyo, así como que quitaron fotos de él colgadas en sus paredes desde el momento en que anunció que iba a presentarse por el partido Sueño Georgiano. Por cierto, que en las elecciones a las que se presentó también lo hizo por el partido rival su primo Jarji Zviadauri, también campeón olímpico aunque lo hiciera por Grecia. La rivalidad política traspasó esos límites hasta el punto de declarar Zurab: “Jarji ya no es mi hermano. Para mí está muerto”.

Antes de tener lugar el penoso incidente que marcaría el resto de la vida del campeón de judo hay que hacer notar un hecho que se produjo en un año antes, en 2020, cuando el propio Zurab y otra persona fueron apuñalados en medio de un incidente que tuvo lugar en el centro de una población georgiana. Al parecer Zurab estaba visitando a unos familiares cuando empezó una pelea que tuvo su raíz en un conflicto del pasado. Lo que se inició como una discusión verbal acabó en apuñalamiento del propio exjudoca y su acompañante.

Y entonces llegó el nefasto día en que tres personas murieron y el campeón olímpico dio con sus huesos en la cárcel. Los hechos ocurrieron en la localidad de Tsinandali, a casi un centenar de kilómetros de la capital georgiana, Tiflis. De nuevo una disputa doméstica originó el conflicto que finalizó de la peor de las maneras: con un tiroteo. Al parecer la primera víctima, con resultado de muerte, habría sido el propio hermano de Zurab, Zviad. El campeón olímpico habría disparado contra Nika Kenchoshvili, el asesino de su hermano, matándole. En el tiroteo también perdería la vida una tercera persona, Vasil Tsotskhalashvili, así como que otras dos saldrían heridas. Todos las personas implicadas se encontraban en una reunión en una instalación en construcción cerca de un bosque. Desconocemos la causa que provocó que una mera reunión desencadenara una discusión que acabó en tiroteo. El caso es que Zurab llevó a su hermano malherido hasta un hospital, pero allí murió.

El mero hecho de que se trate del histórico primer oro olímpico de su país no ha impedido, naturalmente, que Zviadauri haya sido detenido acusado de asesinato premeditado, aunque él alegara defensa propia. El vigente campeón olímpico Lasha Bekauri (ahijado del propio Zviadauri) y Lasha Talakhadze -campeón éste olímpico de halterofilia- dieron la cara por él y anunciaron que actuarían de garantes suyos.

Así es como un prestigioso campeón del deporte ha acabado encontrándose en esta tesitura, algo totalmente alejado al ideal del deporte e imprevisible pocos años antes, cuando se encontraba en la cúspide de su prestigio deportivo.

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