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MAX WHITLOCK: EL GRANDE DE LA GIMNASIA QUE HA SUPERADO SUS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Podría parecer que un deportista ya maduro, que ha ganado todo, que se ha convertido en prácticamente una leyenda en su deporte, pudiera escapar de momentos de debilidad a nivel mental, pero no solo Simone Biles los padeció sino que, más recientemente, el mejor gimnasta británico de la historia ha hecho público haber superado ciertos problemas de salud mental tras triunfar en la última cita olímpica de Tokio 2020.

Max Whitlock, a sus 30 años, ha confesado que los meses de “descanso” que se tomó tras proclamarse campeón en el aparato del caballo con arcos en los Juegos de Tokio en realidad se debieron a que debía resolver cuestiones relacionadas con su salud mental. Porque, pese a su gran colección de medallas en los mayores campeonatos internacionales, llegó a tener miedo por fallar, a transformar la pasión que antes sentía por su deporte en un “simple trabajo”. Esos fueron sólo algunos de los problemas que, sobre todo, le asaltaron antes de competir en Tokio 2020. Tenía ansiedad por conseguir los objetivos, algo que ahora ha cambiado ya que prefiere disfrutar del camino hasta lograrlos. Ha realizado un parón mental, volviendo a evaluar su carrera y su futuro en ella, acercándose a la misma desde otra perspectiva. Llegó a pensar que estaba acabado en el deporte. Sin embargo, si llega a ser seleccionado para los Juegos de París 2024 hará de nuevo historia en caso de lograr una nueva presea en caballo con arcos, pues se convertiría en el primer gimnasta en ganar una medalla en el mismo aparato en cuatro Juegos Olímpicos consecutivos.

Este inglés participó siendo muy joven en los Juegos disputados en su país, los de Londres 2012. Allí contribuyó a la medalla de bronce por equipos, pero también a nivel individual se hizo con una medalla, siempre en el caballo con arcos y también del metal del bronce. Pero no nos creamos que Whitlock es únicamente especialista en ese aparato, porque en la siguiente cita olímpica de Río se colgó el bronce en el concurso completo, demostrando que era apto y capaz en todos los terrenos. Esos Juegos marcaron su momento más álgido, puesto que también lograría dos oros: en el ejercicio de suelo y en el caballo de arcos. Para ello tuvo que superar a los ídolos locales y grandes favoritos Diego Hypolito y Artur Mariano en el suelo, resultando un oro que ni él mismo se esperaba. Salió , ejecutó su programa, no vio al resto de finalistas y no se enteró que se había proclamado campeón olímpico hasta que su entrenador se lo comunicó.

En cuanto a la final de Río de caballo con arcos le tocó actuar después de que lo hubiera hecho su compatriota Louis Smith, subcampeón en Londres 2012, que se colocó líder, pero Whitlock le superó con una rutina fluida y elegante. Dos oros en una misma tarde, que se unían a la prestigiosa medalla del all-around. Sus finales por aparatos en Río 2016 atrajeron a casi diez millones y medio de espectadores en su país, mientras que desde la grada le seguían y apoyaban la flor y nata del Team GB, como el mismísimo Andy Murray.

No se acabó en tierras brasileñas la exitosa trayectoria olímpica de este británico, pues en Tokio 2020 repetiría oro en el caballo con arcos. Whitlock quiso concentrarse en ese aparato, por lo que no defendió su título en suelo. En la competición por equipos para su desgracia y la de sus compañeros acabarían en cuarto lugar. En cualquier caso Max Whitlock ya había entrado en la historia ya que es el gimnasta de su país con más medallas, el mejor del mundo y de la historia en caballo con arcos y el primer gimnasta británico en proclamarse campeón olímpico, así como el primero de su país en ser campeón mundial.

Foto de Reuters

Pero, aun con tan brillante palmarés, Max Whitlock no lo ha pasado bien en los últimos meses. Ha necesitado de un “reseteo” para volver y hacerlo con fuerza y determinación para ser el de antes, el de siempre. “Quiero seguir empujando el barco”, ha declarado el veterano gimnasta, que reconoce que las motivaciones para su regreso han evolucionado y no se agobiará si comete errores en su regreso. Y no se crean que vuelve en plan conservador, sino que ha cambiado su programa en el caballo con arcos introduciendo mejoras, que le han costado un gran trabajo. “No quería volver con el mismo programa. La nueva rutina es emocionante”. Y él mismo se da respuestas a lo que le ocurrió para que tuviera que parar durante 18 meses: “La mentalidad que tenía no era sostenible”.

Para su fortuna y la de los aficionados al deporte Max Whitlock ha luchado contra sus problemas de salud mental y los ha abatido, volviendo al panorama de competición y plantándose en la preparación de cara a los Juegos de París 2024 con renovada confianza donde, de nuevo, puede hacer historia. Le estaremos esperando.

Foto de Mike Egerton/PA

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