GLYNIS NUNN: LA PRIMERA CAMPEONA OLÍMPICA DE HEPTATLON
La atleta australiana Glynis Nunn vivió una época de evolución del atletismo que, indirectamente, hizo que se convirtiera en atleta pionera al ser la primera campeona olímpica de heptatlón. Justo hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 las mujeres competían en pentatlón, pero para la cita olímpica californiana se añadieron dos pruebas: las de jabalina y 800 metros. Es irónico que Nunn se colgara el primer e histórico oro olímpico del heptatlón, pues tenía una barrera psicológica hacia la carrera de 800 metros. Lo que le ocurría a la australiana era que realizar una vuelta al oval olímpico, cruzar la meta y luego dar otra vuelta más hasta completar los 800 metros le producía un bloqueo mental. Sin embargo, no solo superó sus temores mentales, sino que lo hizo venciendo a una de las favoritas, la atleta local Jackie Joyner, que hasta ese momento (la carrera de los 800 metros es la prueba final) iba por delante de ella con una ventaja de 31 puntos. El entrenador de Glynis calculó que ésta debería llegar por delante de la estadounidense con una ventaja de dos segundos y medio para conseguir el oro. Lo hizo con 2.46 segundos, lo que provocó una eterna espera hasta saber el resultado final de puntos decretado por los jueces. Casi media hora les llevó proclamar a la australiana campeona olímpica con escasos cinco puntos de ventaja sobre las segunda, la citada Joyner.
Más curiosidades encontramos con este primer oro olímpico, pues Glynis casi se pierde los Juegos de Los Ángeles. En el Mundial celebrado el año anterior sólo pudo ser séptima. Por delante de ella, una pléyade de atletas del Este que pocos meses más tarde sabrían que no podrían participar en Los Ángeles 84 debido al boicot. Durante esos meses la australiana, que también tenía un trabajo como profesora, quería dejar el atletismo pues era consciente que para permanecer en la élite debía dedicarse en cuerpo y alma, en exclusividad, vaya. Y Glynis quería seguir teniendo un trabajo paralelo. Durante tres meses, no obstante, se dedicó en exclusiva al atletismo pero nuestra protagonista no se sentía cómoda, así que se cogió un trabajo a tiempo parcial en una tienda de alimentación.
Tras su triunfo olímpico y su regreso a su país en olor de multitud Glynis Nunn fue nombrada Deportista del Año 1984 de Australia. Por cierto, que Nunn destacaba particularmente en la prueba de vallas y en esos mismos Juegos de Los Ángeles acabó en quinta posición en los 100 metros vallas, además de séptima en el salto de longitud. Cuando acabaron los Juegos abandonó la prueba que le había dado el oro olímpico para centrarse en las vallas, aunque las lesiones no la respetaron haciendo que su mayor logro fuera una medalla de bronce -en 100 metros vallas- en unos Juegos de la Commonwealth. A las vallas estuvo dedicada hasta su retirada final, en 1990.
Nunn, que es tan celebrada en su país que incluso cuenta con un monumento, fue desgraciada noticia cuando contaba 60 años. En ese momento y sorprendentemente ya que seguía gozando de una espléndida forma física y hábitos de vida saludables estuvo al borde de la muerte. De repente un día se encontró con que apenas podía respirar. El hecho de que su marido fuera enfermero posiblemente le salvó la vida. Cuando acudió a los médicos éstos se dieron cuenta de la grave condición en la que se encontraba, ya que tenía coágulos de sangre en ambos pulmones. Le diagnosticaron embolia pulmonar, que puede llegar a causar la muerte si no se detecta a tiempo. Glynis tuvo que pasar varios días en el hospital para “bombear” sus pulmones con el fin de acabar con los coágulos. Pero, en fin, la campeona olímpica salvó su vida y ahora, además de ostentar algunos cargos (como en los Juegos de la Commonwealth celebrados en Gold Coast) también ayuda a jóvenes deportistas en materia de salud mental, especialmente en los peores momentos de la pandemia del Covid.
Un comentario
Virginia
Siempre historias de superación, es muy interesante conocer estas vidas después de la competición y además de deportistas que no son portada habitual.