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ZHAN BELENIUK: DE ORO OLÍMPICO EN TOKIO 2020 A DEFENDER KIEV DESDE SU CARGO DE PARLAMENTARIO

Lo que hay detrás del campeón olímpico en Tokio en la categoría de menos de 87 kilos de la lucha grecorromana es una historia plagada de hechos destacables que parecen nunca acabar. El campeón responde al nombre de Zhan Beleniuk, nacido en Kiev el año en que Ucrania se independizó de la URSS. Hijo de madre ucraniana y padre ruandés, su vida quedó marcada desde los tres años, ya que su padre, piloto, tuvo que acudir a su país de origen para luchar en la guerra civil. Allí encontró la muerte cuando su avión fue derribado en dicha guerra, que fue un auténtico genocidio entre las etnias hutus y tutsis. Ese fue sólo el primer episodio traumático en la vida de Zhan.

Naturalmente él se quedó en Ucrania junto a su madre, pero ya desde su infancia sufrió racismo, incluso en su propia familia (la materna), llegando a la violencia. Su abuela, por ejemplo, pasaba vergüenza cuando iba con él en el autobús por el simple hecho de que la vieran acompañada de una persona negra. Como veremos, Zhan Beleniuk, ya de adulto, lucharía por combatir esos gestos racistas.

Junto a Zelenski. Foto de su Instagram

El racismo que padecía de niño le llevó a apuntarse a lucha grecorromana cuando contaba nueve años. Le fue tan bien que las medallas en campeonatos internacionales no dejaron de llegar, incluyendo diversos oros en Mundiales y Europeos. Entonces llegó su prueba de fuego en unos Juegos Olímpicos, los de Río. Allí se hizo con la medalla de plata en la categoría de hasta 85 kilos. Se desquitó en el verano de 2021 al ganar el oro en los Juegos de Tokio, en esta ocasión en una categoría algo superior, la de hasta 87 kilos. Cerró así un círculo plagado de éxitos para retirarse del deporte en lo más alto: con un oro olímpico colgado en su cuello.

Preparado ante la invasión rusa. Foto de su Facebook

Entre tanto Beleniuk se había unido a la política, compaginándola con su carrera deportiva. En 2019 hizo historia al convertirse en el primer miembro de raza negra del Parlamento de Ucrania. El deportista se había unido al partido Servidor del Pueblo de Volodimir Zelenski. Uno de sus objetivos principales al unirse a la política era intentar combatir el racismo, arraigado en Ucrania. Incluso a la vuelta de Tokio, tras haber ganado el oro, fue atacado en su país por una banda de de jóvenes que le gritaron todo tipo de improperios racistas que no merece la pena reflejar aquí. Lo que nunca había imaginado cuando decidió dar el paso hacia la política es que la responsabilidad de su puesto le haría acabar sirviendo en la defensa de Kiev frente la invasión rusa. Si su padre tuvo que combatir en su día en la guerra civil de Ruanda ahora le tocaba a él el turno de defender a Ucrania. Según ha confesado, la situación provocada por la invasión rusa es mucho peor que lo que vivió en 2019/2020 cuando tenía que prepararse para dar el todo por el todo en unos Juegos Olímpicos a la par que realizaba sus tareas como político y todo ello en medio de una pandemia. Esos meses fueron muy duros para Zhan Beleniuk, pero nada comparado con la defensa de Kiev.

Ya en 2017 se unió al ejército ucraniano como teniente subalterno, pero nunca ha ejercido realmente como soldado. Hoy en día, en la defensa de su ciudad natal, el exdeportista encuentra sobre su mesa de despacho tres pistolas y una granada “por si acaso”. Si las tropas rusas van a por él (como miembro del Parlamento su nombre está en una lista de objetivos a matar) le encontrarán preparado. Beleniuk consiguió convencer a su madre para sacarla de la capital pero él decidió quedarse para su defensa. La guerra le ha tocado directamente, como el asesinato de un compañero de estudios al que mataron cuando ponía a resguardo a su mujer embarazada. De su patriotismo nadie puede dudar ahora, más aún cuando en octubre de 2021 anunció que vendería su premio tras los Juegos de Tokio para donar las ganancias a la caridad. Además, se le ha llegado a ofrecer cambiarse de nacionalidad para competir por otra selección, a lo que él siempre se ha negado. Después de lograr un oro olímpico Zhan Beleniuk combate ahora en una lucha mucho más dura y, decididamente, más cruenta e injusta.

Foto de Maddie Meyer/Getty Images

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