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WLADIMIR KLITSCHKO: EL CARISMÁTICO Y COMPROMETIDO CAMPEÓN OLÍMPICO UCRANIANO

La figura del protagonista de este artículo es de un calibre tal y tan poliédrica que podríamos hablar de él desde distintos aspectos: sus récords; su carácter familiar practicando deporte al máximo nivel junto a su hermano; su carismática figura atrayendo a millones de espectadores (y recibiendo millones por ingresos); su ilusión por volver a ser olímpico; su faceta humanitaria; su lucha por que no perdiera su deporte -lo desvelamos ya, el boxeo- la licencia olímpica y, finalmente, su lucha (literalmente) por defender su patria, Ucrania, ante el ataque realizado por Rusia alistándose en el ejército de reserva. Estamos hablando de Wladimir Klitschko, campeón en Atlanta 96 del peso superpesado y de muchos más títulos que iremos desgranando.

Los hermano Klitschko anunciando su alistamiento al ejército

El primer enfoque que tratamos es su aspecto familiar, pues realizó su carrera pugilística junto a (pero nunca frente a, como después desvelaremos) su hermano Vitali, también campeón de boxeo. Fue Vitali el destinado a ser olímpico en los Juegos de Atlanta, pero al no poder acudir a los mismos por uso de esteroides Wladimir le sustituyó…y acabó ganando el oro. Los hermanos se negaron siempre a enfrentarse en combate, pese a que las audiencias por verles juntos habrían sido impresionantes. Vitali, por cierto, con los años acabó siendo elegido alcalde de Kiev y sus caminos han vuelto a encontrarse, alistándose ambos para defenderse del ataque ruso.

Los hermanos Klitschko y sus trofeos

Antes de llegar a la trágica realidad que sufre su país, al que Wladimir se siente fuertemente unido, hemos de dar algunos datos de su poderío (nunca mejor dicho, porque Wladimir Klitschko ha sido uno de los boxeadores más potentes en su deporte con su 1.98m de altura y 109kg de peso). Durante su carrera amateur ganó 134 de los 140 combates realizados. No menos lustrosa es su carrera ya dentro del mundo profesional, de la que aportamos algunos datos: batió el récord de la mayor cantidad de rivales a los que tuvo que derrotar por el título mundial: 23, el mayor en la historia del boxeo; ha sido campeón mundial en todos los organismos existentes: de la Federación Internacional de Boxeo, de la Organización Mundial de Boxeo, de la Organización Internacional de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo; tiene el récord de reinado con el título de campeón de peso pesado más largo: 4.382 días; ostenta asimismo el récord de mayor número de victorias y defensas del título en la historia del boxeo profesional con el campeonato unificado; junto a su hermano tiene el récord Guinness de la pareja de hermanos con más victorias por el título mundial de peso pesado. Suficientes datos para reconocerle como uno de los más grandes de su deporte.

Si a ello le unimos las tremendas audiencias televisivas que tenía en sus combates -ni más ni menos que entre 300 y 500 millones de personas le han visto combatir alguna vez- y que su influencia no solo se limita a su país, donde los dos hermanos Klitschko acaparaban audiencias y peleaban en grandes estadios, sino que, por ejemplo, es una estrella de gran calibre en Alemania, donde según una encuesta realizada por el canal televisivo DW en 2011 el 99% de los encuestados le conocía. Por todo ello no nos debe de extrañar que haya entrado en numerosas ocasiones en la lista como uno de los 100 deportistas mejor pagados del mundo para la revista Forbes y que en 2008 fuera nombrado en el puesto 15 entre los 100 Ucranianos más destacados de la historia en una encuesta a nivel nacional que contó con dos millones y medio de votos. Su fama es tal que no ha de extrañarnos que incluso exista un asteroide que lleva su nombre.

Foto de Kathy Willens/AP

Sin dejar que caigamos abrumados ante tanto dato, vayamos al aspecto olímpico de Wladimir Klitschko, tan importante para él. Porque, pese a haberse ya proclamado en 1996 campeón olímpico cuando aún era amateur, quiso volver a intentarlo una vez se derogó la norma por la cual los boxeadores profesionales no podían participar en unos Juegos Olímpicos. Lo intentó en los Juegos de Londres, para los que el ucraniano se postuló pero finalmente no pudo acudir por un enfrentamiento entre la federación de su país y la internacional, que negaron el permiso a los boxeadores profesionales. Posteriormente quiso estar en los de Río, cuando contaba con 39 años. El púgil esperaba recibir entonces una invitación una vez se permitió oficialmente la participación de boxeadores profesionales: “Quiero repetir la maravillosa experiencia olímpica 20 años después de mi primera”. Finalmente no fue así, pero a Klitschko no se ha desvinculado del aspecto olímpico de su deporte, preocupándose del incierto futuro del mismo dentro de los Juegos. Porque debido a las graves polémicas sobre trampas en resultados olímpicos, corrupción y un largo etcétera ejercido por la AIBA (la asociación de boxeo hasta Río 2016 encargada de ese deporte en los Juegos Olímpicos) el boxeo está en serio peligro de ser excluido del calendario olímpico y Wladimir Klitschko no ha querido quedarse de brazos cruzados. Consciente de la grave situación, ha hecho campaña para que el COI no deje de lado el boxeo y que acepte a la WBA (Asociación Mundial de Boxeo) a que lleve las riendas en lugar de la defenestrada AIBA.

Los hermanos Klitschko en un sello ucraniano

Nos queda otro aspecto a considerar y no es baladí: su compromiso con las causas humanitarias. Este campeón olímpico no dudó en poner a subasta su (única) medalla olímpica para recaudar fondos con fines benéficos y “para devolver a los demás lo que me han dado a mí”. Consiguió un millón de dólares…y la medalla de vuelta a sus manos por el generoso comprador. Además, junto a su hermano Vitali crearon la Fundación Hermanos Klitschko dedicada a la incorporación del deporte en la educación de niños sin recursos. El exboxeador que, por cierto, tiene un doctorado universitario, se unió a las protestas de la Plaza Maidan en Kiev en 2013 dirigiéndose a la multitud en defensa de la democracia en su país.

Y con su lucha por los derechos de los ucranianos terminamos, puesto que, como hemos mencionado, no ha dudado en alistarse junto a su hermano (de nuevo junto a Vitali) en el ejército de su país para defenderlo de los ataques del ejército de Putin, mandando de paso mensajes motivacionales a sus compatriotas, sabedor de que pueden ayudar a la moral: “Somos una población fuerte, sólida y unida que valora sobre todo su independencia, su soberanía y la paz en Europa”. La vida de película y de novela de este campeonísimo tiene, pues, más capítulos por escribirse.

Foto de aliance/DPA/C.Charisius

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