Camino a Tokio,  Entrevistas

MARCIN LEWANDOWSKI: “SOY EL MÁS RÁPIDO Y EXPERIMENTADO, EL RIVAL A TEMER”

Marcin Lewandowski es un ejemplo más del alto nivel del atletismo polaco actual, al que no faltan oros en recientes Juegos Olímpicos. Sí a él personalmente, pese a que ya ha disputado tres ediciones olímpicas. En todas ellas corrió en la distancia de 800 metros, distancia que ha dejado aparcada para pasarse a los 1.500m que, pese a reconocer que “requiere entrenamientos más duros” es en la que se encuentra más cómodo ahora “porque ya no soy tan veloz en los 800m”. Con la carrera más larga del medio fondo aspira a estar en Tokio 2020 y ganar por fin la ansiada medalla olímpica: “En mi colección de medallas sólo me queda la medalla olímpica, así que ese es el objetivo para este año pero da igual lo que ocurra, yo soy un hombre feliz, estoy muy feliz con mi vida, mi familia, mis éxitos, así que nadie ni nada podrá quitarme mi felicidad si no gano una medalla”. Durante toda la entrevista que mantuvo con Historias de los Juegos hizo hincapié en que el atletismo no lo es todo en su vida: “El deporte no es toda mi vida. Tengo otras cosas en mi vida” y que es en su familia donde encuentra la felicidad.

Este polaco de 34 años coleccionista de medallas en los más importantes campeonatos internacionales de lo que no carece precisamente es de experiencia y hace alarde de la misma: “Soy una persona muy experimentada, sé cómo funcionan las cosas. Estoy seguro de que lo haré lo mejor que pueda y estaré en la mejor forma. Estaré preparado al 100%, eso seguro y ese es mi objetivo, no quiénes serán mis enemigos…No tengo nada que ver en eso. Yo me centro en mí mismo y estoy seguro de que estaré preparado”. Alude a la rivalidad con sus “eternos enemigos”, los hermanos noruegos Ingebrigtsen. Mucho se ha hablado sobre dicha rivalidad y al polaco no le duelen prendas en decir que él es el rival a batir y temer: “Yo soy como un “viejo zorro” y mi rival en la actualidad Jakob Ingebrigtsen es un “joven lobo”. Para un viejo zorro como yo se necesitan muchos jóvenes lobos para vencerme. Por supuesto Jakob es un gran atleta…pero yo soy el “tipo especialista en campeonatos” debido a mi experiencia, el atleta del que todos hablan. Estoy esperando el enfrentamiento. Espero con ansia los Juegos de Tokio y habrá muchos otros rivales, no solo los Ingebrigtsen. Ellos deberían tenerme miedo ya que soy el más rápido y el más experimentado”.

Foto de Agencja Gazeta

El tartán de Tokio decidirá qué “animal” vence: si el zorro o el lobo…o un tercero. Mientras, Marcin Lewandowski se prepara a conciencia para la gran cita: “La preparación que he llevado para los Juegos de Tokio es totalmente diferente de la que llevé para los tres Juegos anteriores. Los 1.500m son más duros de entrenar. Se dobla el entrenamiento y se corren muchos kilómetros. En estos momentos me siento más cómodo en la distancia de 1.500m, me entreno fuerte para esta distancia. Antes, como la corría esporádicamente, como una vez al año, me costaba más. Pero ahora por fin he empezado a disfrutar corriéndola. En la historia del atletismo no ha habido muchos atletas en buena forma en esas dos distancias, por lo que estoy contento de ser uno de ellos”.

Hablando de su preparación, la lleva a cabo junto a otro gran mediofondista polaco: Adam Kszczot: “Entreno junto a Adam Kszczot y mi hermano ha sido nuestro entrenador [acaba de dar por finalizada la cooperación con su hermano, dos meses antes de los Juegos de Tokio]. Tenemos muy buena relación. Antes corríamos los dos los 800 metros y éramos rivales. Ahora formamos un buen equipo. Entrenar juntos es bueno para ambos”. Quizá pecando de inmodestia se otorga un papel principal en el auge del atletismo polaco, aunque no solo lo centra en su persona: “He hecho mucho por mi país. La razón del alto nivel del atletismo polaco soy yo y Adam Kszczot, ya que los jóvenes al vernos piensan que pueden ganar también. Ellos nos ven y se dicen ´Si unos polacos pueden hacer esto por qué no nosotros´”.

Preguntado por sus experiencias olímpicas pasadas tiene claro que la mejor fue en Río 2016: “porque por fin, después de tantos años, estuve en una final olímpica. Estuve a muy buen nivel en las diferentes carreras disputadas. Estuve en mi mejor forma pero el nivel en esos Juegos fue de locos. La medalla no estuvo a mi alcance”. Pero tiene claro que en Tokio 2020 no puede pasarle lo mismo: En los Juegos yo me focalizo en mi labor y no hago nada más. Yo quiero ganar por fin una medalla, ése es mi objetivo”. Sin embargo, una cosa sí le faltará en Tokio 2020, algo que es fundamental para él: “la motivación que proporciona el público, que es algo que necesito. Necesito a los espectadores, el ruido que producen; sus gritos me dan unas alas extra. Me cuesta mucho centrarme en la carrera cuando el estadio está vacío”.

Foto de Patrick Smith. Getty Images

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