Estadios Olímpicos

ESTADIOS OLÍMPICOS 14: EL ESTADIO DE MONTJUÏC DE BARCELONA

El estadio olímpico de Barcelona tuvo que esperar más de medio siglo -exactamente 63 años- para albergar unos Juegos Olímpicos. Pese a que para 1992 luciese como nuevo ante millones de espectadores de todo el mundo cuando la ciudad catalana fue sede de los Juegos, el estadio donde tuvieron lugar las pruebas de atletismo y las recordadas ceremonias había dado sus primeros pasos en la década de los años 20 del siglo XX. Fue el 20 de mayo de 1929 cuando el rey Alfonso XIII lo inauguraría, un día después de iniciada la Exposición Internacional. Y su nieto, el entonces rey Juan Carlos I, lo reinauguró en 1989 cuando fue remodelado casi en totalidad para la cita olímpica que iba a tener lugar tres años más tarde.

Foto de Maite Fernández

El estadio olímpico de Barcelona ha tenido varias denominaciones: Estadio Olímpico de Montjuïc (montaña sobre la que se encuentra) y Estadio Olímpico Lluís Companys en la actualidad. El estadio primigenio fue obra del arquitecto Pere Domènech i Roura, hijo del célebre arquitecto modernista Domènech i Montaner. Ya desde sus comienzos se proyectó con el objetivo de dar cabida a unos Juegos Olímpicos, los cuales tuvieron que esperar tras cuatro candidaturas presentadas por la ciudad. Cuando se inauguró se convirtió en el segundo más grande del mundo, con 60.000 espectadores, sólo superado por el mítico Wembley londinense. Durante la Exposición Internacional de 1929 antes citada albergó los eventos deportivos. En los años posteriores en él jugaron los clubes barceloneses de fútbol, por entonces tres en Primera División. Años más tarde estaba pensado que en este estadio tuviera lugar la Olimpiada Popular (en 1936) pero ésta no llegó a realizarse debido a la Guerra Civil. Tuvieron que pasar dos décadas para que albergara otra competición de relevancia, en este caso los Juegos del Mediterráneo de 1955.

Foto de Maite Fernández

Pero el gran cambio e impulso que recibió este recinto fue con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. El estadio se testó en septiembre de 1989 con la Copa del Mundo de atletismo. Se había realizado una remodelación casi total del estadio, vaciando el interior y conservando únicamente las fachadas exteriores. Las nuevas gradas se colocaron con la inclinación necesaria para una visibilidad perfecta. El nivel se rebajó once metros y bajo las gradas se establecieron elementos de servicio y pasillos para la circulación de los atletas y organizadores. Como dato curioso, decir que la piedra que se extrajo del primer estadio se destinó a continuar con la construcción de la Sagrada Familia de Gaudí. Sigue destacando como elemento ya indivisible del estadio el pebetero olímpico, recordado por la flecha ardiendo lanzada para encenderlo en la inauguración de los Juegos. El pebetero está colocado en el exterior pero pegado al edificio, de tal forma que, visto desde el interior, parece situarse dentro del estadio.

Fotos de Maite Fernández

El estadio se encuentra en un complejo olímpico donde se disputaron varios deportes. Delante, la llamada explanada olímpica. A pocos pasos, el Palau Sant Jordi y las piscinas Pi Cornell, instalaciones dedicadas a varios deportes olímpicos. También en sus cercanías se halla el museo olímpico, realizado a raíz de la celebración de los Juegos de Barcelona 92.

Si bien es verdad que después de los Juegos del 92 no ha albergado grandes eventos deportivos sí que ha sido usado para eventos corporativos y familiares (con el proyecto Open Camp, que transforma el estadio en un parque temático dedicado a realizar una treintena de experiencia deportivas destinadas a revivir en los más jóvenes el espíritu olímpico que se respiró durante los Juegos del 92), ha sido sede durante varios años del equipo de fútbol RCD Espanyol y el de fútbol americano de los Barcelona Dragons; de los X Games en 2013 (las llamadas “olimpiadas de los deportes extremos”) y, sobre todo, ha sido sede de conciertos de las máximas figuras de la música mundial. Por él han pasado prácticamente todas; por citar a unas cuantas: Madonna, Rolling Stones, Michael Jackson, David Bowie, U2, AC/DC, Prince, Bruce Springsteen, Beyoncé, Bruno Mars y un largo etcétera.

Foto de Maite Fernández

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