Entrevistas

TORI BOWIE, TRIPLE MEDALLISTA OLÍMPICA EN RÍO 2016: “ME SIENTO CAPAZ DE TODO”

Conseguir tres medallas en las especialidades más veloces del atletismo en una misma cita olímpica no está al alcance de muchos. La estadounidense Tori Bowie lo hizo, coleccionando medallas de los tres metales en los Juegos disputados en Río. La atleta nacida en Mississippi hizo pleno: oro en el relevo corto 4×100, plata en la “carrera estrella” de los 100 metros y bronce en la de 200. Un año más tarde se superaba a sí misma, proclamándose campeona del mundo en la carrera individual más corta en el Mundial celebrado en el estadio olímpico de Londres. Pero es que Bowie no es “sólo” una (grandísima) corredora, sino que se atreve, con grandes marcas, con el salto de longitud, algo de lo que tampoco hemos de extrañarnos debido a la importancia de la fase de carrera en esta especialidad técnica. El salto de longitud le era ya más que conocido a Tori Bowie desde sus comienzos, pues se inició en él a la par que en las especialidades de velocidad. También llegó a formar parte del equipo de baloncesto de su estado siendo niña. Una vez en la universidad (donde entrenaba corriendo sobre la hierba ya que su universidad no contaba con pista de tartán), becada gracias a sus habilidades atléticas, logró sus mejores resultados precisamente en la especialidad de salto de longitud. Incluso se atrevió con el triple salto. Su primer título universitario lo consiguió en salto de longitud. Las marcas logradas por ella eran tan buenas que llegó a ser nombrada atleta femenina del año en su conferencia.

Parecería que su vida corría como la seda, pero Tori ha tenido que luchar incluso por sus derechos como corredora desde el principio. Dice haber sufrido alguna que otra discriminación racista, como aquella carrera en Boston en la que, a un minuto del inicio, era la única atleta sin tacos de salida. Su padre, que se pasó media vida entrando y saliendo de la cárcel, le pidió que le hiciera una promesa: ser siempre una líder. Tori Bowie ha luchado por sus propios derechos y afirma que “seguiré haciéndolo en un futuro, luchar por los derechos de igualdad”. De momento lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a paga en los premios se refiere. En ello pone su esfuerzo, de igual manera que como atleta: “Tener éxito como atleta, a cualquier nivel, requiere mucho tiempo, trabajo duro y dedicación”.

Nos interesa su paso fulgurante y brillante por los Juegos Olímpicos de Río, de los que nos cuenta: “No me esperaba haber ganado más de lo que logré, la verdad. Fue muy emotivo todo. El hecho de llegar a formar parte del equipo ya fue todo un logro en sí mismo”. Como tantos otros, vivir su primera experiencia olímpica ya colmó todas sus expectativas: “Sin duda puedo decir que vivir la experiencia de los Juegos Olímpicos en Río fue cumplir el sueño de toda una vida, algo que había anhelado durante mucho tiempo, especialmente los cuatro años previos de preparación. Cuando llegué por fin a los Juegos, en Río, simplemente traté de vivir el momento. La villa olímpica era increíble, llena de fantásticos deportistas, como Michael Phelps o Serena Williams”. Pero sigue aspirando a una medalla de oro individual: “Mi sueño sigue siendo conseguir una medalla olímpica a nivel individual. Me quedan por hacer más cosas en los Juegos Olímpicos. Al menos lo intentaré”. La triple medallista olímpica, que ya goza del merecido cartel a la entrada de su población, Sandhill, dando la bienvenida al “lugar de nacimiento de la campeona olímpica Tori Bowie” ha pasado por más de un momento negativo en su vida: la rotura de su mandíbula en 2012 le hizo perder la oportunidad de acudir a los Trials de Estados Unidos, los que otorgaban los puestos del equipo nacional para los Juegos de Londres. Siguiendo con las lesiones, una grave en el cuádriceps ocurrida en un meeting en mayo de 2018 la mantuvo apartada de las pistas durante meses. De muy distinto signo fue el obstáculo que tuvo que superar justo un año más tarde, cuando, siendo ya campeona olímpica y mundial, se encontró con la desagradable sorpresa de ser expulsada del centro de entrenamientos para atletas de élite donde vivía y entrenaba a la vuelta de unas vacaciones. Le pidieron sacar sus cosas alegando que debía 6.000 dólares, una cifra de la que ni tenía noticia la atleta.

Junto a sus compañeras, oro en relevo 4×100 en Río

Pero Tori no se rindió ante todas estas dificultades, siguió corriendo, saltando y soñando en unos nuevos Juegos Olímpicos: “En los Juegos de Tokio 2020 quiero participar en tres competiciones: 100 y 200m y salto de longitud”. Afirma no sentir presión alguna, incluso con las exigencias que sin duda pesan sobre ella después de los grandes logros que ya ha conseguido: “Siento presión únicamente por estar sana”.

Aunque considera “no sentirme ganadora de un oro olímpico” (pese a que lo es, del mencionado relevo 4×100) y sí del oro mundial, no compara las medallas en los dos campeonatos más prestigiosos del planeta: “Todas [las medallas] tienen su propio valor intrínseco, es imposible compararlas entre sí, aunque he de admitir que definitivamente una medalla olímpica pesa más que cualquier otra, pero no tengo una medalla de oro olímpica, y sí mundial”.

Le preguntamos finalmente en qué prueba se siente mejor, si se ve más como corredora o como saltadora. Tras unos momentos de duda inicial responde: “No me veo más como saltadora, pero si estoy en plena forma y sin lesiones me siento fuerte y capaz de hacer todo sin problemas”. Palabras que muestran su espíritu de lucha y de la campeona que ya es.

Foto de Getty Images

 

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