Estadios Olímpicos

ESTADIOS OLÍMPICOS 5: EL MELBOURNE CRICKET GROUND DE LOS JUEGOS DE 1956

El estadio donde tuvieron lugar las ceremonias de apertura y clausura, las pruebas de atletismo y las finales de fútbol y de hockey hierba durante los Juegos Olímpicos de Melbourne en 1956 resulta ser el estadio deportivo más grande del hemisferio sur, además del décimo de todo el mundo y el mayor dedicado al cricket. Porque su nombre real es el Melbourne Cricket Ground (también conocido MCG o sólo “The G”) y para esta modalidad deportiva fue construido en el ya lejano 1853. Huelga decir que desde entonces ha sufrido numerosas renovaciones, sobre todo para ser sede de los citados Juegos Olímpicos, así como los de la Commonwealth de 2006 y dos Copas del Mundo de cricket: las disputadas en 1992 y en 2015.

Es imposible mencionar todos los grandes momentos deportivos que de los que ha sido testigo este estadio, especialmente en el deporte del cricket, pero además ha albergado encuentros del muy popular en su país fútbol australiano, así como de rugby. Como todo gran recinto deportivo también ha albergado conciertos y otros eventos de importancia, como ceremonias religiosas del Papa Juan Pablo II o del en su momento afamado pastor evangelista Billy Graham. Además es sede del Museo Nacional del Deporte. El conjunto de todo ello y más han hecho que se le considere un punto de referencia indiscutible de la ciudad y ha sido incluido en la lista de Patrimonio Nacional Australiano.

 

En cuanto a la historia de su construcción, sus gradas de madera iniciales de 1854 vieron cómo se ampliaban a otros 6.000 asientos en 1861, siendo ampliado sucesivamente a partir de la década siguiente. Como dato curioso decir que su grada inicial fue vendida y sustituida por una de piedra, siendo el por entonces Príncipe de Gales el príncipe Alberto Víctor el que colocó la primera piedra. El estadio fue aumentando su capacidad hasta llegar a los 120.000 espectadores en los Juegos de 1956, aunque la cifra se revisó posteriormente bajándola a 103.000 espectadores.

Durante la II Guerra Mundial el gobierno requisó el estadio para usos militares, siendo ocupado desde 1942 a 1945 por fuerzas aéreas de los ejércitos de Estados Unidos, Australia, los marine estadounidenses y finalmente de nuevo por la fuerza aérea australiana. Llegó a albergar a 200.000 militares.

Estatua de Shirley Strickland en las afueras del estadio

Y llegó la cita olímpica. No estuvo claro si usar este estadio como sede principal de los Juegos en un principio. La polémica en la elección de la instalación definitiva llegó a causar casi el traslado de la celebración de los Juegos a otra ciudad, pues diferentes fuerzas políticas se decantaban por distintos estadios, pero finalmente la polémica se resolvió con la elección del Melbourne Cricket Ground.

El estadio vio durante los históricos juegos los triunfos de la velocista local Betty Cuthbert, que ganó tres oros. Ella fue la atleta local más exitosa en esos Juegos. Pero no sólo fue testigo de las pruebas de atletismo este estadio. También tuvo la oportunidad de batir todo un récord Guinness de espectadores para un partido de béisbol cuando 114.000 estuvieron presentes en el partido de exhibición, durante los Juegos, que enfrentó a la selección australiana y a una compuesta por militares de Estados Unidos. También se realizó aquí una exhibición, como deporte de demostración, del fútbol australiano. Entre los jugadores convocados estaba Lindsay Gaze, que posteriormente llegó a disputar tres ediciones olímpicas…pero en el deporte del baloncesto.

El uso olímpico del estadio de Melbourne no finalizó una vez acabados sus Juegos, pues en la edición disputada en Sidney en 2000 albergó partidos de fútbol.

Estatua de Betty Cuthbert

La lista de récords que ostenta este estadio es casi infinita. Por citar sólo algunos: posee los focos más altos del mundo; contiene las primeras pantallas electrónicas del mundo; en las pantallas de este estadio se mostraron por primera vez repeticiones al momento (en pantallas a color) de jugadas y un largo etcétera.

Alrededor del estadio podemos encontrar una serie de estatuas dedicadas a los mejores deportistas australianos, en diversos deportes, como el cricket, fútbol australiano o atletismo.

 

Un comentario

  • Isobel

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