Estadios Olímpicos

ESTADIOS OLÍMPICOS 3: EL CENNTENIAL OLYMPIC STADIUM DE ATLANTA 96

El estadio correspondiente a los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 se construyó ex profeso para los mismos. El inicio de su construcción se inició tan solo tres años antes de la celebración de la cita olímpica y su finalización se apuró acabando justo en el mes de julio, ya el de los Juegos. Estuvo claro desde un principio que el estadio, llamado Centennial al celebrarse los Juegos cien años después de los primeros de la era moderna, sería reconstruido tras la celebración de los Juegos Paralímpicos. Con una capacidad para 85.000 espectadores era indudable que una ciudad como Atlanta no requeriría los servicios de una instalación tan grande. Para que no se convirtiera en otro “elefante blanco”, víctima de la falta de uso, se decidió desde antes de su construcción que, tras su uso olímpico, el estadio se transformaría para pasar a ser un campo de béisbol, en concreto del equipo de los Atlanta Braves. Pero su historia no finaliza ahí.

El Centennial Stadium costó 209 millones de dólares. Lo curioso es que una gran parte de ellos ($170 millones) fueron financiados por Ted Turner, por entonces propietario de los Braves. El coste total incluía no solo la construcción partiendo de cero del estadio, sino el gasto necesario para su transformación posterior en estadio de béisbol. Su uso para ese deporte marcó el diseño del estadio, para adaptar su forma a la requerida para el béisbol. Aparte de reducir el número de sus asientos hasta dejarlos en 45.000 tras su transformación, el diseño inicial lo dividía en dos secciones, una que se destruyó y otra que permaneció. La que se derribó tras los Juegos consistía en un óvalo que llegaba a la altura de las tribunas principales. La parte que quedó en pie estaba formada por tres niveles techados en la parte más alta con una forma de diamante para su posterior uso como cancha de béisbol. La entrada a la pista de atletismo estaba situada en una esquina del óvalo temporal. El pebetero, accesible visualmente desde todos y cada uno de los asientos, se colocó en una torre a varios metros conectada por un puente al estadio.

El estadio siendo demolido en parte. Se aprecia también el pebetero. Foto de ABC news

Otra de las razones que pesaban en el argumento de la insostenibilidad de este estadio como tal era la existencia ya, desde sólo cuatro años antes de la creación de este nuevo, de otro dedicado al atletismo en Atlanta y con capacidad para 71.000 espectadores llamado Georgia Dome. En cualquier caso, el estadio Centennial duró pocos días tras los Juegos, pues se demolió exactamente el 27 de agosto de 1996 y en 1997 comenzó su transformación en lo que pasó a denominarse Turner Field. Pero su vida como hogar de los Braves duró unos pocos años, hasta 2016. Ese año el equipo de los Braves se mudó al campo de Sun Trast Park así que el estadio que años antes había contemplado los éxitos de Carl Lewis -que logró aquí su cuarto oro consecutivo en salto de longitud-, el mítico Michael Johson o la francesa Marie-José Perec, por citar sólo a unos pocos, se transformó por segunda vez. Vio una nueva vida cuando la universidad del estado de Georgia lo adquirió y lo transformó en un estadio de fútbol americano pasando a llamarse Georgia State Stadium. En él juegan ahora los Georgia State Panthers.

El Centennial Stadium ofrece varias particularidades. Para empezar, es el único estadio olímpico que no ha albergado ningún partido de fútbol. En él se desarrollaron, como es habitual, las pruebas de atletismo y las ceremonias de inauguración y clausura. Sin embargo, es usual que la final del torneo olímpico de fútbol se desarrolle en el estadio del atletismo, algo que no ocurrió en los Juegos de Atlanta. Tampoco lo hizo en los Juegos de Londres 2012, pero sin embargo acabados los Juegos su estadio olímpico sí que ha albergado partidos de fútbol. Otro hecho que lo diferencia del resto es que se trata del último estadio en colocar en el interior del campo las pistas del triple salto y el salto de longitud. Podemos comentar también que el pebetero, al fin y al cabo parte del estadio, fue comparado en su momento con una caja de patatas fritas de McDonald´s debido a su forma. Otro dato a añadir: la cadena de televisión NBC aportó también dinero para la construcción del estadio Centennial. Una última curiosidad: la renovación que experimentó en 2005 le hizo batir un récord Guinness, con la instalación de la pantalla de vídeo de alta definición más grande del mundo.

Tan solo añadir que cuando se transformó tras los Juegos de 1996 el césped de la pista de atletismo se trasladó a la universidad de Clark, en la misma ciudad, donde se convirtió en campo para hockey hierba.

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