Heroínas olímpicas,  Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 62: LINDSEY VONN PARTICIPA EN CUATRO PRUEBAS EN TURÍN 2006 TRAS UNA CAÍDA ESPECTACULAR EN ENTRENAMIENTOS


Lindsey Vonn es, sin ningún género de dudas, una de las esquiadoras más grandes de la historia. Su palmarés de victorias así lo confirman. Por citar sólo unos pocos datos hay que decir que es la esquiadora con mayor número de victorias de la Copa del Mundo, muy cerca del récord absoluto de Ingemar Stenmark, a quien sí ha superado en número de Globos de Cristal (20 suyos por 19 del sueco). Aunque tiene victorias en todas y cada una de las disciplinas alpinas, es en descenso donde ha despuntado más, consiguiendo el récord de ocho Copas del Mundo de la disciplina. Sin embargo, su palmarés olímpico, habiendo parrticipado en cuatro ediciones, es francamente pobre y no hace justicia a su grandeza en el resto de grandes competiciones. Tres medallas -un oro y un bronce, conseguidos en Vancouver 2010 y un bronce en Pyeongchang 2016- resultan escasos para los méritos de esta leyenda del esquí. Nos centraremos en su paso por sus segundos Juegos, los de Turín 2006, donde la estadounidense tuvo realmente mala suerte.

Por entonces aún se llamaba Lindsey Kildow, su nombre de soltera. Contaba 21 años y ya había debutado con 17 en los Juegos de Salt Lake City, consiguiendo un 6º puesto en la combinada y un 32º en el eslálon. Pero para los Juegos de Turín Lindsey ya se había convertido en una de las favoritas, puesto que esa misma temporada ya había salido victoriosa de dos descensos en la Copa del Mundo, mientras que en la temporada anterior había ganado otro y quedado seis veces en el podio. La prueba de descenso en esta edición olímpica iba a disputarse en la pista de San Sicario. La propia Lindsey, además de más esquiadoras, había pedido a la organización que dificultara un poco el recorrido, pues tal como estaba no era “digno” de una pista olímpica y resultaba falto de variedad. La organización escuchó las peticiones y añadió saltos y baches que, no obstante -y según consideración de las propias esquiadoras, como Julia Mancuso- no lo convertían en peligroso.

En el primer entrenamiento del descenso Kildow logró el segundo tiempo. Pero fue en el segundo entrenamiento cuando sus aspiraciones de medalla se fueron al traste. La de Minnesota protagonizó una caída espectacular. Sus piernas se le abrieron en plena carrera quedando tendida con los esquíes en incómoda posición con las puntas en direcciones opuestas. Lindsey permaneció tendida boca arriba, respirando con dificultad y llorando. El giro que había realizado su pierna izquierda le había producido un golpe brusco en la espalda. Enseguida apareció personal médico para atenderla in situ, aunque finalmente tendría que ser evacuada en helicóptero 30 minutos más tarde para ser hospitalizada en la ciudad de Turín. ​

Parecía que los Juegos de Turín ya habían acabado para ella incluso antes de empezar la competición oficial, pero no. Tan solo dos días más tarde Lindsey Kildow compitió y lo hizo en cuatro eventos. Este hecho la hizo merecedora no de una medalla olímpica (su mejor puesto en esta edición olímpica fue el 7º en la prueba de SuperGigante), sino de un premio aún más difícil de alcanzar: el Premio al Espíritu Olímpico de Estados Unidos, un galardón que se otorga por votación realizada por aficionados, miembros del equipo olímpico de EE.UU., anteriores olímpicos y miembros de la Prensa. Premio más que merecido para esta norteamericana que había soñado desde niña cuando conoció con 9 años a su ídolo Picabo Street o cuando con 15 se coló en el Mundial disputado en Vail, Colorado para lograr el autógrafo de Bode Miller. Muchas más historias se pueden contar de esta leyenda del esquí alpino que, sin embargo, no tuvo toda la fortuna que se hubiera esperado en Juegos Olímpicos.

Foto de ZDF

Actualización: tras tener que saltarse los Juegos de Sochi 2014 Vonn participó en los de Pyeongchang 2018 logrando la medalla de bronce en el descenso. Antes, en los de Vancouver 2010, había logrado por fin su primera medalla olímpica, consiguiendo hasta dos: oro en descenso y bronce en SuperGigante

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