Legendarios,  Parejas olímpicas

LOS ABBAGNALE Y LOS HOCHSCHORNER: SINCRONÍA DE HERMANOS SOBRE EL AGUA

En  deportes donde se compite por parejas y la sincronización es fundamental ¿qué mejor que hacerlo con tu hermano? Y si es tu gemelo, mayores garantías de éxito. Ese es el caso de los gemelos eslovacos Peter y Pavol Hochschorner, los dominadores del piragüismo en aguas bravas, en la categoría de canoa slalom C2 (por parejas). Ellos están en lo más alto del Olimpo de este deporte desde hace años. Pronunciar su (difícil) nombre es nombrar su deporte, en el que han sido los reyes indiscutibles, con tres oros consecutivos y un bronce, desde Sidney hasta Londres.

Hijos y hermanos de campeones de piragüismo en aguas tranquilas, se pasaron pronto a la versión más salvaje de las canoas, donde pueden demostrar su perfecta simbiosis que les ha convertido en dueto plurivencedor. Estos ídolos en su país son la referencia de todos los amantes de este complicadísimo deporte que requiere conocerse a la perfección y saber lo que va a hacer tu acompañante.

Los gemelos eslovacos Peter y Pavol Hochschorner. Foto de AP

Otros hermanos que han llenado de orgullo a su país y, especialmente, a cierta “mamma” pompeyana han sido los  hermanos remeros Abbagnale. Ellos portaron un deporte minoritario a la cumbre de un país tan futbolero como Italia. Las crónicas en directo de sus victorias narradas por el periodista Giampiero Galeazzi (que incluso les acaba de dedicar un libro, “Vamos a vencer”) han sido míticas, particularmente el oro en Seúl en la categoría de Dos con. En esa ocasión, Giuseppe y Carmine Abbagnale, acompañados de Giuseppe di Capua (que ejercía de timonel), lograron vencer al mito del remo mundial, el británico Steven Redgrave, historia viva –como los hermanos Abbagnale- de este deporte.

Los hermanos de la Italia meridional dominaron el remo durante más de una década y consiguieron –sólo en Juegos Olímpicos- dos oros (en Los Ángeles y Seúl) y una plata (en Barcelona).

Pero la mamma Abbagnale pudo seguir disfrutando orgullosa de su prole, pues un tercer hijo –Agostino- continuaría llevando medallas a casa, en concreto tres oros en Seúl, Atlanta y Sidney. La saga continúa con Vincenzo, hijo de Giuseppe.

El mayor mérito de estos hermanos no fue tanto lograr unas medallas merecidas después de tener que madrugar de niños y adolescentes más de lo previsto para poder entrenarse antes de ir a escuela y de ayudar en las cosechas de flores de su padre, sino que elevaran un deporte nada mediático en un país más pendiente de la Formula 1, las motos o, por descontado, el balón de fútbol. Crearon escuela y seguidores (una avalancha de espectadores cada vez que se televisa el remo desde que ellos empezaron a despuntar).

Los hermanos italianos Giuseppe y Carmine Abbagnale

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