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INFORME SOBRE RIO 2016: ALARMA SERIA

Empezamos una serie de informes sobre las preparaciones para los próximos JJ.OO, así como del legado de los más inmediatamente anteriores. En primer lugar abordamos los serios problemas con los que se enfrenta la más próxima ciudad organizadora: Rio 2016

Si uno escribe “Problemas Rio 2016” en Google le saldrá la friolera de más de 8.000.000 millones de entradas. Ante al alud de noticias alarmantes -muchas de ellas muy recientes- sobre cómo marchan los preparativos he intentado resumir muy mucho el cúmulo de despropósitos en la organización de los más inmediatos Juegos Olímpicos.

Para empezar, es muy posible que la población local repita las serias protestas que está llevando a cabo contra la celebración de la inminente Copa del Mundo de fútbol, el deporte rey en Brasil. Nunca antes hubo protestas tan multitudinarias y eso que el país se transforma al ver correr un balón de fútbol.

Es sabido que es fundamental para un país organizador tener una agencia antidoping de solvencia. Ese fue quizá uno de los puntos débiles de la candidatura madrileña. Pues bien, la reputación del laboratorio brasileño se acaba de ir al garete al haber sido revocada su acreditación por parte de la Agencia Mundial Anti-Doping (WADA) ante un caso de mal funcionamiento y cadena de custodia de sangre no garantizada en el caso concreto de muestras del futbolista Deco, habiendo cometido violación del reglamento el organismo oficial brasileño.

Con todo, no es ello lo que más preocupa al COI, cuyo vicepresidente John Coates ha declarado públicamente que la preparación de Rio 2016 es “la peor que ha conocido, incluso peor que la de Atenas 2004, cuyos retrasos organizativos crearon una gran alarma”. El máximo organismo manifiesta estar “muy preocupados porque en Rio no están preparados en muchos, muchos aspectos”. Hasta el punto de colocar en el seno del Comité Organizador de Rio a algunos de los expertos del propio COI, decisión sin precedentes.

Los mayores problemas están en los descomunales retrasos en la construcción de las instalaciones, tan grave que se está valorando seriamente otra decisión insólita: trasladar pruebas a otra ciudad, en este caso Londres (hubo un precedente en Melbourne 56, cuyas pruebas hípicas se celebraron en Estocolmo pero fue por una fiebre equina).

Hay documentos oficiales del COI –expuestos recientemente por la prensa local- que hablan de deportes que aún no tienen sede, falta de recursos y patrocinadores, déficit de habitaciones de hotel, obras incompletas…

Centrándonos en dos deportes únicamente los datos son espeluznantes: se acaba de anunciar que las obras del campo de golf, que ya llevaba un retraso de más de dos años, han sido suspendidas por una amenaza ecológica, pues se encontraba en la reserva de Marapendi, un lugar protegido. La justicia ha paralizado las obras.

Caso aparte es el de las aguas que tendrían que alojar los deportes de vela. Un reciente informe del New York Times ha sacado a la luz la elevada contaminación en la bahía de Guanabara. Una aguas que son un inmenso basurero, adonde van a parar las aguas fecales sin tratar de 6,5 millones de habitantes. Es más: deportistas de diversos países que se entrenan ya allí confiesan no haber visto nunca nada igual, habiendo navegado por aguas malolientes con multitud de cadáveres, tanto de perros como ¡¡humanos!! Se ha llegado a dar el caso de rotura de barcos de competición ante el cúmulo de desperdicios.

La lista podría seguir, seguramente dará para más capítulos, para desgracia no tanto de Rio sino de todos los que amamos el deporte y el olimpismo.

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