Heroínas olímpicas

CINDY KLASSEN: LA REINA DE LOS JUEGOS DE TURÍN 2006 AHORA PATRULLA LAS CALLES COMO POLICÍA

En los Juegos de Invierno de Turín celebrados en 2006 destacó entre las mujeres allí participantes una patinadora de velocidad canadiense de mucho mérito. Cindy Klassen había sufrido tres temporadas antes una lesión tan grave que le hizo perder todas las competiciones de aquel año. Durante un entrenamiento chocó contra otro patinador, cuyo patín, a resultas del accidente, cortó doce tendones del brazo derecho de Klassen. Pero la patinadora de Winnipeg se repuso, hasta convertirse, nombrada por el entonces presidente del COI Jacques Rogge, como la “reina de los Juegos de Turín”.

Y eso que Cindy entró de casualidad en el patinaje de velocidad. O mejor decir por despecho, ya que lo que ella practicaba era el hockey hielo y, al no ser convocada para los Juegos de 1998 abandonó ese deporte. Cindy es una mujer de récord. Su paso por Turín 2006 tiene en gran parte la culpa. Empezó mal en esos Juegos, antes incluso de que se iniciara la competición, al rechazar portar la bandera canadiense en la ceremonia inaugural, sin habérselo pedido aún si quiera. Al final tuvo que llevarla, en la de clausura, debido a sus éxitos en aquella edición.

En el aspecto deportivo Klassen era una de las favoritas en aquellos Juegos, ya que venía de ganar el título mundial compresivo de 2003 y dos de distancia en 2005. En Turín empezó ganando la plata en su primera carrera, la de los 1.000 metros, escapándosele el oro por muy poco. A esa plata le siguió el oro en los 1.500 m. Tres medallas más la esperaban en esa edición: la plata en la persecución por equipos y el bronce en los 3.000 m. y 5.000 m. Se había convertido en el primer deportista canadiense en ganar cinco medallas en una misma edición de los Juegos Olímpicos (a los que hay que sumar una sexta medalla, la del bronce en los 3.000 m. en Salt Lake City). Superó muchos otros récords, entre otros los pecuniarios derivados de sus éxitos en Turín, pues un contrato de un millón de dólares con la Manitoba Telecom Services supuso el más grande jamás firmado por un deportista canadiense amateur.

Foto de Matt Dunham/Associated Press

Los Juegos de Turín supusieron, de lejos, el pico de su carrera, que a partir de ahí no paró de bajar, en gran parte debido a las lesiones. Sus rodillas estaban tan mal que cualquier arreglo, incluso pasando como hizo por el quirófano, iba a ser incompleto, insuficiente y momentáneo. Cindy Klassen tuvo que saltar competición tras competición hasta el punto de soñar no de revalidar su título y medallas en la siguiente cita olímpica -la de Vancouver 2010- sino de tan solo participar, pues siendo en su país tenía especial ilusión por no perdérsela.

Mientras su rostro aparecía en una moneda de cuarto canadiense de la que se llegaron a emitir tres millones de ejemplares la patinadora sólo aspiraba a poder clasificarse para Vancouver. Lo hizo, pero con resultados bien distantes de los de Turín: 21ª en los 1.500 m., 14ª en los 3.000 m. y 12ª en los 5.000. La reina de la edición olímpica anterior ya era una sombra de sí misma.

Pese al consejo médico de abandonar la práctica deportiva para parar la degeneración de sus rodillas Klassen se propuso llegar a los Juegos de Sochi. Finalmente se retiró en 2015 para dedicarse a una profesión a la que, de nuevo, entró de pura casualidad: policía. En realidad había sido su sueño desde niña, pero había dedicado muchos años al deporte de alta competición y, al retirarse con 35 años pensó que ya sería tarde. Pero la espoleó el hecho de que un día, entrenando en un centro deportivo, apareció un policía y se enteró por éste de que la Policía de Calgary había reclutado a una mujer de 50 años. Ahora Cindy patrulla las calles de Calgary. Está convencida de que el patinaje de velocidad le ayuda en su actual profesión: la dedicación y determinación, el trabajo en equipo, la mentalidad deportiva…todo ello ayuda en su labor policial. Cuando prepara a reclutas se siente como un entrenador deportivo más. Poca gente la reconoce por las calles cuando patrulla pero cuando lo hacen se acercan para felicitarla por sus logros deportivos que, además de las citadas medallas olímpicas, incluyen 16 récords mundiales y el hecho de ser la líder del ránking Adelskalender, el histórico del patinaje de velocidad.

Foto de Darren Makowichuk/Postmedia

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