DAVID SMITH: EL MEDALLISTA OLÍMPICO DE VOLEIBOL QUE ES INSPIRACIÓN SIENDO SORDO
Ser sordo no ha impedido a David Smith ganar medallas olímpicas en un deporte de equipo como es el voleibol. Lo ha hecho en dos ocasiones: bronce en Río 2016 y repitió medalla en París 2024. Ha sido olímpico también en Londres 2012 y Tokio 2020, aunque en ambas ocasiones los resultados de su selección, Estados Unidos, no le acompañaran. Smith es un ejemplo de inclusión e integración que inspira a otros con su misma discapacidad.
David siempre fue apoyado por sus padres, pero nunca fueron condescendientes con él. Le impulsaron para que se acostumbrara a vivir en un ambiente que podría llegar a ser hostil hacia él. Estudió en una escuela no dedicada a alumnos con discapacidades y le animaron a que se integrara en deportes colectivos, como el fútbol, con el que empezó. David tenía que hacerse a un mundo que podría llegar a ser duro para él al ser “el diferente”.

Se inició en el voleibol meramente como un hobby al principio, cuando contaba catorce años, en unas vacaciones de verano. Pero pronto se dio cuenta de que era especialmente bueno en este deporte y, así, fue reclutado por la universidad de California Irvine que entrenaba John Speraw, quien más tarde se convertiría en el seleccionador nacional. Según Speraw, David Smith era un “diamante en bruto”. Los éxitos con su equipo universitario, donde David lograba grandes marcas personales, empezaron a caer. Cuando se convirtió en profesional Smith siguió ganando títulos nacionales e internacionales en varios países.
Es cierto que en el voleibol se requiere la comunicación entre los jugadores, ¿cómo la consigue David Smith? Aparte de ser capaz de leer los labios utiliza con sus compañeros un lenguaje de gestos, observa con detenimiento el lenguaje corporal tanto de sus compañeros como de sus rivales pero también usa durante los partidos audífonos. De hecho, fue en los Juegos de Londres 2012 cuando los utilizó por primera vez, lo que le provocaba fuertes dolores de cabeza cuando se acostaba por las noches.
En los Juegos de París vio a un grupo de sordos entre el público. Ellos estaban orgullosos de él y le veían como alguien que representaba sus luchas. Sin duda David ha sido una fuente de inspiración para ellos. No contento con eso Smith se ha implicado en diversas iniciativas para promover el deporte entre jóvenes con alguna discapacidad. Trabaja con escuelas y organizaciones compartiendo sus experiencias y animándoles a cumplir su sueño, como lo hizo él.
Sin duda ha roto barreras. Su sordera no se ha impuesto a sus capacidades para el deporte, como el tomar decisiones con rapidez o saber leer el juego. Es un valor en el campo, con valiosas medallas en grandes competiciones internacionales que ha ayudado a ganar a su equipo con su buen hacer. Además, junto a su mujer ha ayudado a cambiar la vida de refugiados ucranianos en Polonia, país en cuya liga él ha estado jugando.

Un comentario
Virginia Bernardi Garrido
Bonita historia de superación e integración, espero que siga su racha.