JOSÉ EMILIO AMAVISCA: “PARA MÍ LOS JUEGOS DE BARCELONA 92 FUERON EL DARME A CONOCER AL MUNDO”
José Emilio Amavisca triunfó en su carrera como futbolista en un equipo grande -quizá el más grande de la historia- como es el Real Madrid, pero no se olvida de un trofeo que logró en los inicios de su carrera y que tienen todo que ver con los Juegos Olímpicos, puesto que ganó el oro en la cita de Barcelona 92. Sus palabras nos lo confirman: “Para muchos de nosotros el oro olímpico de Barcelona 92 supuso un empujón definitivo en nuestras carreras, porque éramos chicos de 21, 22 años y aunque había alguno ya -como Alfonso en el Real Madrid- en equipos grandes muchos de nosotros no estábamos ni siquiera en Primera División. Yo estaba en Segunda y para mí los Juegos fueron el darme a conocer al mundo”.
Tuvo la suerte de vivir unos Juegos en casa que para España han sido irrepetibles y hasta ahora nunca superados en el medallero. Su oro fue una valiosa contribución al éxito final, pero no todo empezó con los mejores augurios para esa selección, pues pocos creyeron en ella: “A nosotros nos habían metido mucho miedo, que Colombia es buenísima, así como otros equipos, e íbamos con dudas. Yo creo que la Federación Española prácticamente no tenía ninguna confianza en nosotros. Después del primer partido, con Colombia, que había ganado en el Sudamericano a Brasil y a Argentina, y le metimos 4-0 nos dijimos “Igual sí que somos buenos y podemos aspirar a una medalla”. Yo creo que ese partido fue el punto de inflexión; ahí nos creímos que sí que podíamos hacer algo bueno”.
Ya antes de iniciarse el torneo olímpico no parecía haber las mejores circunstancias para la selección española: “Antes de los Juegos habíamos jugado un par de partidos preparatorios pero no se había organizado algo así. Sí que es verdad que luego estuvimos prácticamente cuarenta días concentrados en Cervera de Pisuerga, en Palencia, y luego estuvimos en Valencia. Nosotros pisamos Barcelona sólo para jugar la final, ni siquiera vivimos la villa olímpica. A nosotros nos tocó estar en Valencia -bienvenido sea, porque al final salió bien-, y te sientes un poquito aislado”. La concentración fue dura para todos y especialmente para Amavisca, pues se encontraba en plena mili, sin poder librarse de ella: “Los cuarenta días de concentración fueron un infierno para chicos de 21, 20, 22 años, metidos en un hotel en una montaña de Palencia donde sólo había un campo de fútbol y no había absolutamente nada más. Encima yo estaba haciendo la mili: estaba dos días en el cuartel en Valladolid y dos días en la concentración, porque estaba haciendo el campamento, el primer mes de mili y eso lo tenía que cumplir. Yo creía que no iba a ir a los Juegos. Al final gracias a Vicente Miera pude ir”.
Ya iniciados los Juegos y superado con nota el primer partido surgió una grave cuestión en el seno del equipo que a punto estuvo de acabar de la peor de las maneras, pues llegó a haber amenaza de retirada: “No nos querían llevar a la inauguración. Jugamos el primer partido tres días antes de la inauguración, lo ganamos y nos dijeron que no podíamos ir porque “nos íbamos a cansar mucho en el autobús”. Entonces hicimos un amago de plante y dijimos que no íbamos a jugar, así que nos pusieron un avión. A día de hoy hicimos muy bien porque estar en unos Juegos y no vivir la inauguración es muy triste”.
Bien está lo que bien acaba y la gran calidad de esa generación, como se ha visto que fue posteriormente, conseguiría la medalla de oro: “Luego la mayoría de ese equipo fue internacional absoluto y en equipos punteros en España, con logros europeos…También ahora como entrenadores, como Guardiola y Luis Enrique que salieron de ahí, son dos de los mejores entrenadores a nivel mundial, o sea que se juntó allí un grupo buenísimo y supimos aprovechar la ocasión. El ir a unos Juegos, que en fútbol sólo tienes una oportunidad, y que sea en tu tierra y conseguir el oro fue la alegría casi absoluta”.
Muchos de ellos, como vemos, se convertirían al poco tiempo en estrellas del llamado “deporte rey”. Podría parecer que los triunfos y títulos conseguidos con sus poderosos equipos podrían palidecer en cierta manera el logro de la medalla olímpica. Lejos de ellos, el exfutbolista cántabro reconoce que, pese a haber ganado toda una Champions, él no la antepone al oro olímpico: “Siempre me preguntan cuál es el trofeo que más ilusión me ha hecho: si una Champions o un oro olímpico. No puedo elegir entre los dos porque en clubes no hay nada más importante y en selecciones para mí unos Juegos son muy importantes. Es cierto que un Mundial es mucho, pero el Mundial ya le tiene España y los Juegos los tenemos nosotros”.
Nos despedimos de Amavisca con una afirmación que es compartida por mucha gente: el torneo olímpico de fútbol está lejos de presentar a las figuras de ese deporte: “Como espectador para mí el fútbol olímpico es una pena porque querría que jugaran los mejores. Sé que por temas económicos eso es muy difícil que pase. La FIFA no quiere un “Mundial” cada dos años y no quiere repartir dividendos, pero como espectador es una pena. Ahora ni tan mal, que cada selección puede llevar tres mayores de 23 años, figuras, digamos. En los Juegos de Barcelona no se podía llevar a nadie”. La eterna cuestión sobre si debería o no ser olímpico el fútbol (al menos el masculino) tal y como está concebido. En cualquier caso, su oro de Barcelona 92 fue uno de los hitos de esos inolvidables Juegos.
Un comentario
Virginia
Menos mal que se evolucionó desde el 92 y se les trata mejor a los deportista, hubiese sido triste que no pudiesen vivir ese momento. Un oro para una generación de oro. Amavisca un crack de los pies a la cabeza.