SUNISA LEE: EL CALVARIO DE LA CAMPEONA OLÍMPICA DE GIMNASIA ARTÍSTICA DE TOKIO 2020 PARA LLEGAR A PARÍS 2024

No descubrimos nada nuevo si recordamos el momento de la retirada, en plenos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, de la favoritísima Simone Biles de la competición, aunque fuera momentáneamente. Afectada en su salud mental, indirectamente dejó el espacio libre para que se coronara una nueva gimnasta y ese espacio lo ocupó una compatriota suya: Sunisa Lee.

Esta gimnasta de Minnesota hizo historia al convertirse en la primera estadounidense de origen asiático en proclamarse campeona olímpica del concurso individual de gimnasia artística. Y es que Sunisa se apellidaba originalmente Phabsomphou ya que los orígenes de su familia son de la etnia Hmong, que existe en varios países del Extremo Oriente. Su madre fue una refugiada que llegó a Estados Unidos proveniente de Laos siendo aún una niña. Sunisa adoptó de adolescente el apellido Lee de la nueva pareja de su madre y, aficionada a la gimnasia artística tras ver vídeos de Nastia Liukin y Shawn Johnson en YouTube, pronto empezó a practicarla también ella. Su padre le construyó una barra de equilibrio hecha de una manera un tanto chapucera, tanto que se convirtió incluso en peligroso saltar sobre ella. En cuanto sus padres vieron ese peligro la apuntaron a clases en un centro y enseguida se vio que estaba adelantada respecto a sus coetáneas.

Sunisa Lee fue mejorando, ganando medallas, evolucionando y…estando siempre detrás de Simone Biles. El año que supuestamente iba a preceder los Juegos de Tokio (2019) ya demostró su alta valía, pese a tener que superar varias lesiones que le acosaron esa temporada. En el potente campeonato nacional de su país fue superando a rivales de peso, pero siempre se situaba por delante la gran Biles…en esa ocasión a apenas 0.350 puntos. Obviamente fue elegida para competir en su primer Mundial en el que era su primer año como senior. Esos Mundiales le proporcionaron ya tres medallas a Sunisa.

Pasamos por encima del peor año de la pandemia y nos situamos ya en los Juegos de Tokio. Lee venía, para variar, de ser segunda tras Biles en el campeonato nacional, así como en los Trials de cara a la selección para entrar en el equipo olímpico. En la competición por equipos en Tokio sólo estaba previsto que Sunisa participara en dos aparatos, pero la retirada de Biles le dio un papel de mayor protagonismo. Además de la medalla de plata por equipos Lee se destacaría en la competición individual de la que salió triunfadora que remató consiguiendo además el bronce en la final por aparatos en el de paralelas asimétricas.

Su triunfo en el all-around tuvo muchas connotaciones, tanto indirectamente convirtiéndola en una fuente de inspiración para niñas y chicas de origen asiático y, especialmente, de etnia Hmong, como para proporcionarle galardones del calado de ser nombrada la Deportista del Año 2021 para ‘Sports Illustrated’, mismo premio para la Fundación de Deporte Femenino y que la revista ‘Time’ la incluyera en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo.

Sunisa Lee parecía haberse convertido la sucesora de una Simone Biles en retirada temporal pero causó estupor al mundo anunciando que variaba el rumbo de su carrera entrenando en la universidad y participando en el -por otra parte potente- campeonato universitario NCAA (Como dato decir que en el campeonato de 2023 participaron cuatro medallistas olímpicas de Tokio 2020). Compitiendo por la universidad de Auburn Sunisa seguía triunfando, logrando incluso la nota perfecta de diez (algo, digamos ya, no tan inusual en la NCAA). En noviembre de 2022 anuncia que realiza una pausa en la NCAA para centrarse en intentar ir a los Juegos de París para defender su título y, en efecto, retorna victoriosa a las competiciones. Poco le duró a nuestra protagonista porque a principios de 2023 un día de febrero se despertó con los tobillos hinchados que ella achacó en un principio a haber entrenado con intensidad los días previos. Pero al día siguiente todo su cuerpo apareció hinchado: piernas, manos, cara…En principio los médicos pensaron que se trataba de una alergia, pero empezaron los análisis. Resultó que Sunisa también había pasado las dos semanas previas con dificultades para orinar. La gimnasta estaba tan hinchada que ganó 18 kilos. Siguieron los análisis. El diagnóstico de los especialistas fue que Sunisa Lee tenía una rara enfermedad incurable en los riñones cuyos efectos podría mitigar la medicación, aunque provocando efectos secundarios. La mayor preocupación de Sunisa era que no quería abandonar su carrera como gimnasta y que quería llegar a los Juegos de París.

En los meses posteriores su condición física mejoró hasta el punto de poder participar en los U.S. Classic en agosto que la clasificaron directamente al campeonato nacional, donde realizó un buen papel volviendo a pisar el podio. Estaba previsto que formara parte del equipo que participaría en el Mundial -clasificatorio para París 2024- de Amberes y en los Juegos Pan Americanos, pero tuvo que renunciar, aunque eso no supone una negativa absoluta a que pueda estar en los Juegos Olímpicos de 2024 ya que a lo largo de la primera mitad de ese año quedan torneos que podrían proporcionar la clasificación.

La heroína que salió al rescate de la gimnasia artística estadounidense tras la retirada de Biles en medio de Tokio 2020, la considerada según un estudio la deportista más rentable en el campo del marketing entre los deportistas de élite que participan en las ligas universitarias, la a su vez diseñadora de sus propios modelos de leotardos -tiene una firma propia-, se encuentra meses antes de los Juegos de París en la tesitura de dudar de su propia participación por culpa de la inesperada aparición de una rara enfermedad, pasando del brillo logrado en Tokio 2020 a un mar de dudas sobre su futuro. Ahora le toca más que superar a rivales, superar los tortazos que de vez en cuando da la vida.