QUEENIE NEWALL: LA CAMPEONA OLÍMPICA DE MÁS EDAD

Hoy volvemos a echar la mirada hacia atrás, hacia más de una centuria, a esas primeras ediciones olímpicas que nos parecen tan diferentes respecto a las actuales. Nos pueden traer un ramalazo de nostalgia pero, por otro lado, nos producen el rechazo de la escasísima participación femenina debido a las restricciones que las mujeres deportistas tenían en esos momentos. Es por eso que conviene destacar el paso por los Juegos Olímpicos de esas pioneras del olimpismo que marcaron el paso y abrieron la puerta a otras posteriores.

La británica Queenie Newall, cuyo nombre real era Sybil Fenton Newall, fue una de ellas y además ostenta un récord que será difícil de superar: ser la mujer que se proclamó campeona olímpica -en los Juegos de 1908 celebrados en Londres- con más edad, para ser exactos lo hizo con 53 años y 275 días. Es verdad que en la edición olímpica anterior la estadounidense Eliza Pollock ganó un oro olímpico con 63 años y 333 días (y en su misma especialidad deportiva, el tiro con arco, algo que no es casual) pero lo hizo en la competición por equipos representando a un club local -los Cincinnati Archers- y no a su país.

Volvamos con la arquera Newall, que al fin y al cabo tiene el récord oficial. Sybil venía de una de las familias más antiguas y de más rancio abolengo de Inglaterra, cuyo escudo de armas se retrotrae hasta los tiempos del rey Enrique IV en el siglo XIV. Sus padres poseían una gran finca en Lancashire: Hare Hill, siendo Sybil la mayor de siete hermanas. No podemos negar que su familia fuera una de las más prominentes de la zona, añadiendo a sus orígenes nobles el hecho de que el abuelo materno de Sybil fuera miembro del Parlamento británico.

En esas estamos cuando Queenie decide unirse al club de arqueros de Cheltenham en 1905 contando ya 51 años llegando a convertirse en campeona nacional en 1911 y 1912, cuestión esta nada baladí si tenemos en cuenta la fuerte competencia con la que contaba en su país, con entre otras Alice Legh, la considerada mejor arquera de esos momentos, y la gran y polivalente Lottie Dod, una de las más grandes campeonas de la época en diversos deportes.

Newall en muy poco tiempo logró mejorar sensiblemente sus prestaciones con el arco y las flechas, así que no fue sorpresa su gran papel en los Juegos Olímpicos que se iban a disputar precisamente en su país. Pero no lo iba a tener fácil a priori pues, aunque tuvo la suerte de que la favorita Alice Legh decidiera no competir, sí que lo hizo Lottie Dod la que, al fin y a la postre, se convertiría en su mayor rival en la final. Pese a la escasa participación numérica de mujeres en esas primeras ediciones olímpicas (apenas 36) el torneo de tiro con arco contó con 25 participantes procedentes de Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña. A la final llegaron arqueras únicamente del país organizador de los Juegos.

El torneo de tiro con arco, celebrado naturalmente al aire libre, sufrió las inclemencias del cambiante tiempo británico, especialmente en la primera jornada. Las condiciones eran tan malas que llegó a tener que ser interrumpido. El segundo día el tiempo había mejorado considerablemente. Si tras la primera jornada lideraba Dod yendo Queenie por detrás de ella, en la segunda Newall la superó, finalizando con 46 puntos por encima de Lottie Dod. Desde su oro olímpico ninguna otra arquera británica ha conseguido subirse al escalón más alto del podio hasta 2004, casi un siglo después que ella.

Queenie siguió compitiendo durante años, siendo su última aparición a los 74 años, apenas un año antes de su fallecimiento. Hoy en día se la recuerda cada año manteniendo competiciones en su memoria en su localidad natal, orgullosos de tenerla como campeona olímpica. En esas jornadas en su memoria muchos conciudadanos practican deporte o algún tipo de ejercicio físico en su honor, como carreras infantiles de sacos y los participantes se visten con trajes de la época de Sybil Newall.