DAVID MARTÍN, SELECCIONADOR ESPAÑOL DE WATERPOLO: “SOMOS FAVORITOS PARA GANAR UNA MEDALLA EN PARÍS 2024”

A nadie escapa que la selección (masculina en este caso, pero igualmente aplicable a la femenina) española de waterpolo es, por derecho propio, una de las más fuertes del orbe y candidata a todo en cualquier campeonato en el que se presente. Tras pasar una transición después de una generación auténticamente de oro parece que ese periodo intermedio ha sido superado y los éxitos hayan vuelto a caer de parte de los españoles. El artífice de ello no es otro que su entrenador nacional, David Martín, que es consciente de ese cambio tras hacerse con la dirección una vez acabados los Juegos de Río, en la que acabó en séptimo puesto: “Entré a entrenar a la selección española en un momento en el que el equipo necesitaba una renovación. Tuvimos la suerte de que aparecieran jugadores jóvenes con talento que necesitaban tiempo para madurar. Creo que fuimos valientes, empezamos a apostar por ellos. El primer gran campeonato, que fue el Mundial de Budapest, no fue el mejor deseado, pero a partir del Europeo en Barcelona el equipo empezó a rodar”.

El entrenador barcelonés no duda en estar orgulloso de esta selección que le ha tocado dirigir: “Estoy muy orgulloso con la línea que lleva este equipo. Creo que estamos pasando las etapas que se tienen que pasar y evidentemente pensando en los próximos retos”. Esos retos pasan por la cita olímpica de París, a la que la selección española acudirá una vez adquirida la experiencia que necesitaba y que ha ido acumulando en estos años, donde han conseguido medallas de peso en competiciones de la talla de Mundiales: “En algún momento [tuvimos como punto débil] la experiencia -que creo que la estamos adquiriendo- de saber jugar los minutos importantes de partido, por eso igual nos ha costado conseguir la ansiada medalla de oro, pero creo que eso lo vamos consiguiendo poco a poco y ahora mismo, seré poco humilde, pero creo que pocos puntos débiles tenemos”. Por contra, según David Martín, España cuenta con unos puntos fuertes en su formación que resumen en que “tenemos talento, tenemos trabajo y tenemos constancia. Es un grupo de jugadores que son talentosos, que trabajan el día a día muy bien y que esto son capaces de mantenerlo durante muchos años, que a veces es lo difícil, mantener esta motivación. Además a nivel de juego creo que somos un equipo con mucha variabilidad táctica, creo que podemos jugar en cualquier escenario, el pressing, la zona…y los jugadores se adaptan muy bien a cualquier estilo de juego”.

En París 2024, nos cuenta David Martín, “no podemos esconder que somos unos de los grandes favoritos. Ya lo fuimos en Tokio, en que nos quedamos a las puertas de las medallas, pero sí que es verdad que dimos un salto al pasar la barrera de los cuartos de final que desde Sídney 2000, creo, que España no lo conseguía. Somos favoritos para ganar una medalla, vamos a trabajar en ello. Tanto los jugadores como el staff estamos concienciados con que es nuestro sueño porque es la única medalla que le falta a esta generación”.

Una de las claves del éxito principales de esta selección pueda ser la combinación perfecta de veteranos y jóvenes, que ha ido engranando Martín desde que se hizo con el cargo de seleccionador: “Creo que la mezcla de veteranos y jóvenes es la mezcla perfecta siempre y cuando los veteranos sean gente que ayuda mucho a los jóvenes y siempre que los jóvenes respeten mucho a los veteranos y está pasando exactamente esto. Tenemos la suerte de contar con veteranos que han estado como Pinedo y Fran Fernández, que ahora ya no están, o Perrone y Blai Marallach, que están aquí, que nos ayudan mucho a hacer crecer a los jóvenes y esos jóvenes que respetan mucho esa cultura. Por lo tanto creo que tenemos un vestuario muy sano, prácticamente es como una familia, y eso se nota en el agua, lo que es muy importante para conseguir éxitos”. Otra de sus características es el aprehender de otros deportes, especialmente de equipo, que le gusta ver y seguir, tácticas aplicables a su propio equipo: “Me gusta saber situaciones tácticas en otros deportes que yo creo se pueden aplicar a nuestro deporte, adaptadas, naturalmente. También me gusta mucho la gestión de equipos. Creo que hoy en día con la competición que hay, el estrés que llevan los jugadores durante todo el año, es muy importante esta gestión, saber cuidarlos, sacar el máximo rendimiento de ellos y también me fijo mucho en el trabajo de otros entrenadores, de otras disciplinas, de cómo lo hacen para conseguir esto”.

Es indudable que España marcha por la senda correcta, pues después de varias ediciones olímpicas con resultados un tanto decepcionantes, a Tokio 2020 llegaron con aroma de medalla, aunque se quedaron con la llamada de chocolate, aunque esa derrota en la lucha por subir al podio no hará más que ser un aprendizaje para la siguiente cita olímpica: “En Tokio al final [nuestro resultado] fue por detalles. Perdimos contra una generación que ha sido doble campeona olímpica, un equipo de leyenda. Creo que este equipo serbio tenía mucha experiencia, mientras en nuestro equipo prácticamente nadie había jugado una semifinal olímpica hasta ese momento. Creo que el nivel del equipo a nivel general fue espectacular, porque presentarte en las semis de unos Juegos no es tan fácil. Yo creo que es el proceso que tiene que vivir este equipo. Estoy muy orgulloso de cómo compitió el equipo y estoy convencido de que aquella experiencia nos servirá en el futuro”.

David Martín tuvo la enorme fortuna de vivir de cerca, contando quince años, la épica final de los Juegos de Barcelona 92, esa interminable de empate tras empate entre España e Italia. Vivirla in situ sin duda le influyó en su futuro deportivo: “Mi padre trabajó en la organización de los Juegos Olímpicos y tuve la suerte de ver esa final, la de fútbol…muchos deportes. La de waterpolo fue épica. Creo que gracias a esa generación jugadores como yo, como Dani Pinedo, como Fran o como Blai hemos querido hacer este deporte. Yo siempre digo que las generaciones no se tienen que comparar sino que nos tenemos que agradecer y aprender. Esas generaciones son las que provocan que haya más niños practicando. A mí me influyó. Yo había sido nadador y en esa época empecé en el waterpolo pero tú ves eso y dices ´yo quiero vivir algo así´ y entrenas cada día con ese sueño. He sido un afortunado y un privilegiado. No he vivido una final olímpica pero, por suerte, he podido vivir cosas similares”.