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CODY SIMPSON: LA ESTRELLA DE LA MÚSICA CON EL SUEÑO DE SER OLÍMPICO

Si decimos el nombre de Cody Simpson algunos pensarán en un cantante, otros en un actor, otros le conocerán básicamente por ser uno de los ex de la archifamosa Miley Cyrus y otros, esperemos que no la minoría, pensarán en un nadador australiano de nivel. Cody Simpson es todo eso.

Empezó como nadador de niño. No en vano su madre trabajaba de voluntaria en un club de natación y tanto su padre como su madre fueron campeones en el estilo de braza. Cody se aficionó a este deporte y empezó a destacar, ganando dos medallas de oro en los campeonatos de Queensland de 2009. En esas que descubre su vena como cantante y ese mismo año empieza a colocar en YouTube versiones de canciones de grandes artistas. Fue el inicio de una carrera en el mundo de la música que le reportaría grandes éxitos a escala internacional. Así, en los años que se sucedieron Cody olvidó la natación, en la que ya despuntaba, para centrarse en la grabación de discos y en giras que le dieron a conocer a nivel internacional. Ya en 2014 se lanza al mundo de la interpretación, aunque en menor medida respecto a su faceta musical, pero ha unido música y actuación coprotagonizando en Broadway el musical “Anastasia”. Paralelamente su romance pasajero pero intenso con la estrella Miley Cyrus le ha hecho aún más conocido pero, sinceramente, es un aspecto que poco nos importa aquí.

Portando la antorcha olímpica. Foto del COI

Lo que nos importa de Cody Simpson es que dejó su carrera de éxitos artísticos para volver a centrarse en el deporte de élite, más concretamente en poder realizar su sueño de llegar a ser olímpico. Los Juegos de Tokio pasaron por su mente, pero para entonces aún llevaba poco tiempo entrenándose y compitiendo (para más inri, en una época de escasas competiciones debido a la pandemia) y su sueño aún ha de esperar. El hecho es que el de momento excantante se lo está tomando en serio. En 2019 se unió a un equipo de élite de la Universidad del Sur de California. El australiano se ha empeñado en mejorar y para ello no ha dudado en entrenar con algunos de los mejores entrenadores, como el olímpico Brett Hawke y, más recientemente, con Michael Bohl, sin olvidarnos que cuenta entre su círculo de consejeros con el mismísimo Michael Phelps, al que considera su mentor. Su meta son los Juegos de París de 2024. Aunque en su primera competición tras su vuelta apenas ocupara la 24ª posición de entre 29 participantes desde entonces ha mejorado. En el campeonato nacional australiano (no olvidemos, país de primerísimo orden en cuanto a la natación se refiere), ya acabó tercero en la final de los 100m mariposa, lo que le calificó para los Juegos de la Commonwealth a disputar en el verano de 2022 en Birmingham, su primera gran competición a nivel internacional. Su progresión es evidente una vez que se ha centrado en la natación. También ha protagonizado un documental basado en su experiencia como nadador titulado “Cabeza sobre el agua”.

Aún es pronto para saber si esta estrella mundial de la música hará realidad en París su sueño de ser deportista olímpico. Su caso, nos atreveríamos a decir que único, es al menos digno de reconocimiento, viendo cuán en serio se lo ha tomado.

Foto de Quinn Rooney/Getty Images

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