Los otros olímpicos

ANNA TARRÉS: POLÉMICA Y ÉXITOS UNIDOS EN UNA ENTRENADORA

El nombre de Anna Tarrés parece estar impregnado de dos palabras unidas a ella: profesionalidad y polémica. Nadie duda de su alto nivel como entrenadora, como ha quedado demostrado en el paso por todos los equipo que toca, pero su carrera se vio manchada en un momento dado por un despido causado por la carta de quince de sus pupilas en las que reflejaron una serie de malos tratos verbales de la entrenadora de natación sincronizada (hoy en día denominada artística) que el presidente de la Federación Española Fernando Carpena creyó…aunque más tarde los tribunales le hicieran indemnizar a favor de la catalana con casi 400.000 euros por despido improcedente.

Pero vayamos a los inicios de esta barcelonesa, auténtica pionera de la natación sincronizada en España, cuando estaba a años luz de países como Rusia o Estados Unidos. En sus comienzos actuaba en montajes en hoteles de la costa donde ni siquiera cobraba. Con tan solo 16 años Anna ya se convierte en deportista olímpica, acudiendo a los Juegos de Los Ángeles 84 en la modalidad de dúo. Cuatro años más tarde, es decir, muy joven, se retiró para comenzar su trayectoria como entrenadora que no ha dejado de proporcionarle éxitos…y algún que otro disgusto. Como entrenadora empezó con la Federación Española en 1994 para acceder al máximo cargo de seleccionadora nacional en 1997. Es indiscutible su legado: 52 medallas totales de entre ellas cuatro olímpicas. Empezó con una Gemma Mengual que ya despuntaba y poco a poco fue haciendo un sitio a España entre las mejores en las mayores competiciones internacionales.

Foto de Rodolfo Molina/As

Y en esas, a tres meses de acabar su contrato en 2012, quince de sus nadadoras hacen pública una carta en la que la acusan de numerosas cuanto menos faltas de respeto consistentes en insultos, abusos psicológicos, en frases concretas que las pupilas de Tarrés no dudaron en reflejar en la carta con pelos y señales. El presidente de la Federación Española cesa así a la entrenadora que ni mucho menos se queda de brazos cruzados. Para empezar, afirma que lo dicho en la carta es pura venganza ya que las firmantes fueron descartadas por ella. El caso es que otras nadadoras exitosas, como la antes mencionada Gemma Mengual así como Ona Carbonell, aunque no quisieron entrar en la polémica también han sido criticadas por la propia Tarrés. Carbonell sigue sin querer contestar a su exentrenadora, pero Mengual ha sido más explícita. En conclusión, no parece una simple “venganza” de nadadoras descartadas. La verdad sólo la saben ellas, las presentes en los entrenamientos. La Justicia española ha dado la razón a Anna Tarrés, pero ésta no ha vuelto a tener ningún vínculo profesional con España. Antes al contrario, a raíz del despido ha aportado sus conocimientos y estilo en numerosos países y, la verdad sea dicha, todos han mejorado puestos con ella. Por este orden ha estado al mando de los equipos de Francia, las gemelas chinas Jiang, los equipos de Ucrania, Grecia e Israel. Con todos ellos ha conseguido logros nunca antes realizados, tales como clasificaciones olímpicas, sin ir más lejos. Todos ellos han subido puestos con ella respecto a clasificaciones pasadas.

No podemos olvidar su paso por la política, ya que es diputada del Parlamento de Cataluña por un partido independentista. Ella misma ha renegado de España una vez acabado su periplo con el equipo nacional, llegando a afirmar que España se aprovechó de un deporte con sus bases en Cataluña, olvidando que el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, donde entrenaba, recibía fondos directamente del Consejo Superior de Deportes.

Controvertida, pues, se puede definir a esta entrenadora de la que, en el aspecto deportivo, no hay nada que reprochar e incluso es digna de admiración. Dos caras de una moneda en este caso de una seleccionadora nacional.

Con Andrea Fuentes y Ona Carbonell. Foto de EFE

 

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