Entrevistas

CHARLOTTE WORTHINGTON, 1ª CAMPEONA OLÍMPICA DE BMX FREESTYLE: “ESTE DEPORTE SE BASA EN CAERSE Y APRENDER”

Charlotte Worthington es una más de los potentes ciclistas británicos que ganan medallas -en su caso, además, de oro- olímpicas en distintas especialidades sobre las dos ruedas: el ciclismo en ruta, en pista y ahora en BMX Freestyle, modalidad que debutó en los Juegos de Tokio 2020, que han proporcionado una cosecha de triunfos que engrosan el medallero británico. Como nos dijo esta ciclista nacida en Mánchester: “Puede que Gran Bretaña tenga una fórmula secreta para el ciclismo, dados los éxitos que tenemos en las distintas modalidades ciclistas. Tenemos muchas leyendas como Chris Hoy, Jason y Laura Kenny. También en mi modalidad somos muy fuertes, contamos con muchos ciclistas buenos. Siempre hemos tenido un equipo potente y estoy orgullosa de pertenecer al mismo”.

Foto de Patrizia Bernardi

Worthington se llevó el primer oro de la historia en su especialidad, esa locura en la que los ciclistas montan sobre bicicletas pequeñitas, giran sus manillares, realizan saltos y vueltas en el aire lanzándose sobre una pista llena de altibajos. Espectáculo puro de un deporte urbano y juvenil que atrapó a los espectadores que lo conocieron por primera vez en los Juegos de la capital nipona. Deporte juvenil, aunque la propia Charlotte se iniciara en el mismo a una edad relativamente tardía: “Empecé en el BMX Freestyle a los 20 años, un poco tarde, pero ya de adolescente practicaba deportes semejantes que tienen que ver con el BMX. Me metí en este deporte muy rápidamente; apenas al año ya realizaba muchos trucos y entré con velocidad en una sucesión de eventos que me llevaron a entrar en el equipo olímpico. Dejé mi trabajo porque era una oportunidad de ir a los Juegos Olímpicos y me dediqué a tiempo completo para intentar conseguir el oro en Tokio”. Porque Charlotte trabajó de cocinera antes de ser la gran ciclista que ahora es: “Empecé a trabajar de chef en un restaurante cuando tenía 18 años y entrenaba a tiempo parcial. Durante un tiempo sólo podía entrenar en la bici dos días a la semana. No era posible combinar trabajo y entrenamientos en serio, así que cuando tuve la oportunidad económica de dejar mi trabajo y dedicarme por entero a mi pasión, que realmente me encanta, del BMX, lo hice de mil amores”.

Foto de Patrizia Bernardi

En la final olímpica de Tokio 2020, primera de la historia del BMX Freestyle, esta británica se superó, y mucho, a sí misma, pues acabó última tras la primera ronda: “En la final olímpica me encontré en el último lugar tras la primera ronda después de haberme caído. Entre la primera y la segunda ronda tuve unos 25 minutos de pausa. En mi primera ronda sentí una liberación de la presión. Mi deporte debutaba en unos Juegos Olímpicos, nunca antes se había hecho el truco de 360 grados backflip en una competición oficial por una mujer. En la pausa entre las dos rondas me relajé escuchando música en mis cascos, me concentré en visualizar mi ronda, en silencio. No estuve siguiendo la competición. Sólo pensaba en hacer mi segunda ronda de la mejor forma posible. Luego vi el panel de resultados y vi que Hanna estaba en primer lugar con una puntuación muy alta y solo pude pensar en que era ahora o nunca, que merecía la pena intentarlo y realizar ese truco nunca antes hecho. Fue una de esas ocasiones en que merece la pena tomar ese riesgo. Este deporte se basa en tomar riesgos, en caerse y aprender cuándo hacer el truco en el momento justo”.

Foto de Patrizia Bernardi

La Hanna que menciona es Hanna Roberts, la estadounidense gran favorita para el oro: “En Tokio fue la primera ocasión en que superé a Hanna Roberts y eso era uno de mis objetivos de siempre. Ella claramente era la favorita para ganar; tiene muchos trucos y monta de una manera muy diferente a la mía, es muy técnica”. Worthington la superó y venció también sus problemas físicos que sufrió justo antes de la cita olímpica: “Mi camino hacia los Juegos de Tokio no fue un camino de rosas ya que seis semanas antes de los Juegos me lesioné mi hombro y un par de meses antes estaba literalmente al límite, así que nos montamos un plan muy simplificado. Nuestra táctica era hacer lo que pudiéramos hacer. Tuve un gran apoyo de mi equipo y de la gente a mi alrededor para cumplir los objetivos”.

Charlotte Worthington y su (histórico por ser el primero) triunfo en Tokio 2020 nos ha demostrado tres cosas: que nunca es tarde para empezar algo y ser bueno en ello; que no hay que rendirse ante los obstáculos, en su caso lesiones, y que hay que creer en uno mismo, pues sólo así se entiende que pase a ser la primera después de acabar última en la primera ronda. Conclusión: esta freestyler posee de sobra madera de campeona.

Fotos de Patrizia Bernardi

 

 

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