Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 94: LAS TRAMPAS DE CAMERON VAN DER BURGH EN LONDRES 2012, EL “TRAMPOSO HONESTO”

La historia que contamos hoy es la de una trampa en una final olímpica…que además llevó aparejado un nuevo récord mundial. ¿La cita? Los Juegos de Londres 2012 ¿El deporte? La natación ¿La prueba? Los 100 metros braza masculinos ¿El protagonista/tramposo? El sudafricano Cameron van der Burgh.

El reglamento es claro, pero el problema es que es difícil comprobar si se ha realizado una infracción en él. Explicamos los hechos: el estilo de braza sólo permite dar una patada durante la apnea que se produce inmediatamente después de la salida. Van der Burgh realizó más de una, en concreto tres, lo que le causó un mayor impulso y, por tanto, ventaja frente a sus contrincantes. Si los jueces ven esta infracción descalifican de inmediato al nadador que lo ha realizado, pero es difícil de ver. El nadador sudafricano no solo se alzó al cajón más alto del podio en esos Juegos, sino que además batió el récord mundial, dejándolo en 58.46 segundos.

Foto de Jamie Squire/Getty Images

Lo curioso del caso es que el propio infractor reconoció abiertamente a la prensa, para más inri a un diario australiano -el “Sydney Morning Herald”- (el australiano Brenton Rickard era el que ostentaba hasta entonces el récord mundial), que sí, que hizo trampas dando patadas ilegales. Su reconocimiento público puso en un brete a la FINA, la federación internacional de natación, ya que ésta sólo puede sancionar al instante, si ve de inmediato la acción punible. Es por ello que no le preocupó al nadador africano hacer pública su ilegalidad, puesto que no peligraba su medalla de oro. Las penalizaciones en natación o se imponen por los jueces presentes al instante o no son válidas y cuando Van der Burgh declaró su trampa había pasado demasiado tiempo. Sin embargo, el hecho hizo que la FINA se planteara si fuera posible considerar como evidencia de descalificación imágenes subacuáticas de vídeo. En cualquier caso, ni la medalla ni el récord estuvieron en ningún momento amenazados, aunque sí oscurecidos y manchados. Van der Burgh llegó a declarar como excusa: “Todos lo hacen, hasta Brenton Rickard. Si no lo haces, te quedas atrás. No es lo más ético, pero no estoy dispuesto a sacrificar cuatro años de duro trabajo para que otro que esté dispuesto a hacerlo se salga con la suya”. Él fue, desde luego, uno que sí estuvo dispuesto a hacerlo y no dudó en hacerlo. Lo que no se entiende es que se mantuviera su marca (recordémoslo, de récord mundial), ya que realizar esas dos patadas de más indudablemente impulsó y aceleró más al nadador, falsificando una marca que no habría sido igual de no haberlas realizado.

Tras su oro olímpico en la capital británica acaparó portadas en su país, algunas de revistas de moda, que le citaban como un auténtico icono de la elegancia. También realizó charlas motivacionales en galas, así como participó en eventos benéficos a los que dio sus ganancias olímpicas. Posteriormente el sudafricano se hizo con la medalla de plata en Río 2016 en la misma prueba. La última noticia que se tiene de él es que enfermó de coronavirus en marzo de 2020, que le afectó con fiebre elevada, tos y gran fatiga.

Foto de David Davis PA Images via Getty Images

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