Concienciados olímpicos

REBECCA LOBO: LA CAMPEONA OLÍMPICA DE BALONCESTO DEFENSORA DEL DEPORTE FEMENINO

A veces tienen que ocurrir casos excepcionales para convencer a escépticos sobre los valores y bondades del deporte femenino de élite. Contaremos aquí la historia de toda una campeona olímpica de baloncesto que no dudó en retar a un periodista de la prestigiosa publicación deportiva “Sports Illustrated” que había expresado su desprecio hacia el baloncesto femenino. ¿Imaginan lo que pasó? Ella ganó el reto, naturalmente, pero el final de la cuestión fue mucho más allá, pues acabaron casándose.

Empecemos por el principio. Rebecca Lobo nació en 1973 en el seno de una familia claramente deportiva. Tanto su madre como su padre eran profesores. Si él era incluso entrenador de baloncesto y atletismo no menor papel jugó la madre, ya que desde un principio vio el potencial de Rebecca y sus hermanas y las animó a dedicarse desde muy pronto al deporte. Particularmente dotada parecía Rebecca. Su madre creyó en ella desde que nació y se dedicó a ella especialmente.

Rebecca Lobo era tan buena en el baloncesto que, cuando llegó el momento de pasar a estudiar en la universidad, más de cien de ellas se la disputaron para que entrara a formar parte de sus filas (ya se sabe de la importancia de los campeonatos universitarios en cualquier deporte en Estados Unidos). Rebecca escogió la más cercana a su casa. Los triunfos, récords y premios personales cayeron uno tras otro. En 1995 fue nombrada Mejor Deportista femenina del año en la categoría de deportes de equipo, elección concedida por Associated Press. Ese mismo año fue elegida la mejor jugadora del año de la NCAA (liga universitaria). Al año siguiente dos acontecimientos iban a ser cruciales en su vida profesional: los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde conseguiría el oro, y el nacimiento de la NBA femenina (unos meses más tarde): la WNBA, esto es, la primera liga profesional de baloncesto femenino. Lobo llegaría a la final del primer año de la recién nacida liga con su equipo del Liberty, aunque la perdería ante las Houston Cornets.

Nos adelantamos unos cuantos años para encontrarnos con otro momento crucial en su vida, aunque en este caso personal. Nos situamos en 2001 en un bar de Manhattan. Rebecca descubre que allí estaba Steve Rushin, periodista del mencionado “Sports Illustrated”. Ni corta ni perezosa se dirige a él y le increpa: “¿Eres tú el tipo que se burló del baloncesto femenino?”. Rushin, un tanto avergonzado, reconoce los hechos. Pocas semanas antes había escrito en su publicación: “Aunque Wilt Chamberlain [leyenda de la NBA] ha afirmado haberse acostado con más de 20.000 mujeres en su vida yo puedo decir que en una sola noche dormí con 7.138 mujeres…mientras todos roncábamos en la grada durante un partido de la WNBA”. Rebecca Lobo retó al periodista. Primero le preguntó si realmente había presenciado en directo un partido de baloncesto femenino. Al reconocer que no Rushin la jugadora le invitó a presenciar uno de los partidos del Liberty. Sólo decir que pasados 23 meses ambos ya estaban casados, así que suponemos que Rushin cambió de idea.

Una vez retirada de las canchas de baloncesto Rebecca Lobo ha seguido involucrada al baloncesto. Es comentarista y analista del baloncesto femenino -principalmente de la NCAA pero también de la WNBA- en la cadena deportiva americana ESPN. Igual o más importante es otra labor bien diferente que ha abrazado junto a su madre, desgraciadamente ya fallecida. Ambas colaboraron en el libro “The Home Team”, sobre la batalla que libró Ruth Ann Lobo (madre de Rebecca) contra el cáncer de mama. Juntas fundaron un programa de becas de estudio para hispanos. Rebecca ha completado esta función siendo la portavoz de un programa que buscó fondos para la investigación sobre el cáncer de mama, llegando a conseguir millones de dólares. También es la portavoz de una red de sitios web que proporcionan información sobre tecnologías médicas y enfermedades de partes específicas del cuerpo; en particular Rebecca se centró en la campaña para llamar la atención sobre los riesgos de lesiones en la rodilla en las mujeres. A través de internet Lobo ayuda sobre lesiones de este tipo. Otra de sus contribuciones filantrópicas es la realizada en la antología de relatos titulada “33 cosas que toda chica debería saber”. En definitiva, Rebecca Lobo no se ha quedado de brazos cruzados y ayuda en la medida de lo posible en la sociedad aplicando sus experiencias personales.

Foto del COI

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