Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 85: LA FINAL DE TIRO DE MONTREAL 76 CON UN POLÉMICO EMPATE

Las mujeres no pudieron participar en la competición de tiro olímpico en unos Juegos hasta los de Méjico 68 y lo harían, hasta los Juegos de 1984, dentro de la competición masculina. Si ya en 1968 la local Nuria Ortiz hizo historia al ser la primera mujer que compitió en ese deporte en unos Juegos, la auténtica heroína fue la estadounidense Margaret Murdock, la primera en conseguir una medalla. Ocurrió en Montreal 76 en medio de una polémica que vamos a detallar.

La prueba era la de rifle 50m en tres posiciones. La citada Murdock ya era una tiradora experimentada; había sido la primera mujer en ganar un Mundial de tiro y ostentaba cuatro récords mundiales individuales y nueve por equipos. Por un pelo no pudo clasificarse para los Juegos del 68 y a los siguientes de Múnich 72 no pudo ir debido al nacimiento de su hijo. Así que los Juegos de Montreal suponían finalmente el sueño de Margaret de hacer algo grande, por fin, en la máxima competición mundial. Ella había sido la primera mujer en entrar en el potente equipo de Estados Unidos.

La competición tenía como gran favorito a su compañero de equipo Lanny Bassham. La final se dividía en tres fases: tiros a una distancia de 50 metros desde tres posiciones: decúbito prono (=tumbado), de pie y de rodillas, en este orden. Tras la primera parte de la competición Murdock lideraba la puntuación, seguida muy de cerca por Bassham y el alemán Werner Seibold. En la posición de pie el liderazgo pasó a parar a las manos de Seibold, seguido a un punto de Murdock. Bassham se alejaba ligeramente a cuatro puntos. Llegamos a la fase final de la competición, de rodillas. Una vez acabada esta última fase se mostraron las puntuaciones finales de cada tirador. En este orden fue: Murdock-1162 puntos. Bassham-1161. Seibold-1160. Es decir, el oro iba a parar a Margaret Murdock, lo que le hacía entrar en la historia.

Margaret Murdock en Montreal 76. Foto del COI

El público, por descontado los allegados de Murdock, el equipo técnico americano, la prensa…todos protagonizaron una exaltación en el campo del tiro olímpico. Todos felicitaban a la tiradora de Kansas pero, cuando ya prácticamente todo el mundo se había ido, el marcador final cambió. Ya algunos habían detectado un posible error en la adjudicación de puntos a Bassham en la segunda manga. Tres jueces tenían la misión de recontar cada tiro en los papeles, pero un 10 de Bassham había sido apuntado como un 9. Como consecuencia, se producía un empate en el primer puesto entre él y Murdock. Sin embargo, en esa época aún no se desempataba mediante un “shoot off”, ni tampoco se permitía un empate. El oro se concedería al que había realizado mejor puntuación en la tercera posición…y ese resultó ser Bassham: 98 puntos contra 96.

Lanny Bassham, el mayor beneficiado por el recuento final, se comportó de forma absolutamente deportiva: pidió que concedieran dos oros porque no sentía que había batido realmente a su compañera de equipo. Llegó a pedir un desempate, algo que le podría perjudicar a todas luces, pues podría salir malparado del mismo y pasar su medalla de ser un oro a una plata. No se le concedió. Sin embargo, sí que le dijo a Margaret: “No podrás tener tu oro pero sí tu himno nacional” y, durante la celebración en el podio, subió a Murdock del segundo escalón correspondiente a la plata, al primero del oro.

Y es que para Bassham se había certificado una injusticia, pues Margaret Murdock, una leyenda confesa para el propio campeón olímpico, merecía el oro. La tiradora americana sí se convirtió en la primera mujer en ganar una medalla olímpica, la plata, pero el regusto en el ambiente era que debería haber sido un oro.

El podio de Montreal 76 con los dos tiradores de EE.UU. en lo alto

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