Entrevistas

DAVID BOUDIA, CAMPEÓN OLÍMPICO DE PLATAFORMA: “LA COMPETICIÓN ES MÁS UN JUEGO MENTAL QUE FÍSICO”

David Boudia es uno de los pocos saltadores que pudo con el dominio aplastante chino y se hizo con un oro olímpico en los Juegos de Londres 2020. Lo hizo en la que ha sido hasta ahora su especialidad: la plataforma de 10 metros. Pero la consecución de su oro -lograda además sobre la estrella local, Tom Daley – fue un tanto rocambolesca: acabó sólo en 18ª posición tras las preliminares; en las semifinales finalizó tercero y en la final, a falta de un salto estábamos a una distancia de menos de un punto tres de los saltadores. Yo iba tercero, con Tom Daley de líder. Al final acabé ganando”. La explicación a ese vuelco en la clasificación la fundamente Boudia en el aspecto mental: “La competición es más un juego mental más que físico. Desde esos Juegos mi confianza y mi juego mental ha mejorado y me ha ayudado a tener una larga carrera. En esa competición en concreto la verdad es que estaba entrenando bien, pero durante las preliminares estaba saltando demasiado alto; simplemente perdía las referencias con el agua, no sabía dónde se encontraba, así que realicé posteriormente unos ajustes y volví a la mañana siguiente con todo mucho más claro para poder saltar bien”.

Lo cuenta como si fuera sencillo, pero la verdad es que esa medalla, que suponía la primera para un saltador de Estados Unidos desde Greg Louganis en Atlanta 96, debió de suponerle alguna presión a Boudia, pese a que él, según nos confesó: “no sentía ninguna presión. Fui a esos Juegos concentrado. No estaba preocupado por mis rivales ni por la historia que podía hacer si ganaba una medalla, sólo me preocupaba por mis seis saltos”. También ayudaría que, para cuando intervino en los Juegos de Londres, el saltador norteamericano no era precisamente un desconocido: “En el camino hacia los Juegos de Londres estaba bastante alto en el ránking, había quedado segundo en el Mundial el año anterior, así que fui a Londres con muchas esperanzas. Mis resultados pasados me ayudaron a tener el resultado que tuve en Londres”. Entre la excelencia de los saltadores chinos y el ídolo local (Tom Daley) Boudia superó presiones, sin olvidarnos de la que realizó el propio público, y pudo con todos en esa final de los 10m: “En Londres todo el mundo animaba como locos a Tom. Fue divertido. Resultó ser una competición incluso dramática. Todos estábamos muy cerca. Fue una competición muy emocionante. Me encanta la presión”.

No solo ha ganado nuestro protagonista ese oro en la plataforma individual de Londres 2012. A ella hay que sumar un bronce en la prueba sincronizada en esa misma altura y en esos mismos Juegos y dos medallas en Río: la plata del salto sincronizado desde la plataforma y el bronce individual en la plataforma de 10m. Curiosamente, esta última medalla es su favorita: “porque fue la que más me costó y porque mi familia (mujer e hijita) estaban presentes”. En cuanto a si tiene preferencias entre la competición individual o de sincro no se decanta por ninguna: “Estoy al 50%. En la competición de sincro puedes compartir los éxitos y la competición en sí con otro compañero y puedes confiar en él. En la competición individual estás tú solo y no lo compartes con un compañero, pero no significa que estés solo, porque a tu alrededor hay muchas personas que han realizado aportaciones y esfuerzos para tu resultado”.

Foto de David E.Klutho/USA Today Sports

Este saltador tejano declara su amor al olimpismo desde que tenía siete años, en que ya anunció que quería ser olímpico: “He estado en tres Juegos Olímpicos. En la primera ocasión [Pekín 2008] estaba como en las nubes simplemente por el hecho de poder estar presente, pero cuando me fui de esos Juegos no eran como yo pensaba, no conseguí ninguna medalla y me marché con tristeza, así que me propuse trabajar más y volver para los siguientes con opciones de medalla”. Ha estado muchos años compitiendo desde la plataforma de 10m, desde la que, confiesa, al principio tenía miedo a saltar: “Creo que todo el mundo tiene miedo de saltar desde la plataforma. Para superar ese miedo entrenas tu mente, tanto como los propios saltos desde el punto de vista físico”. Pero ahora una lesión le ha hecho cambiarse al trampolín de 3m, desde los que aspira a estar en Tokio 2020: “La lesión que sufrí en cierta manera fue una bendición para mí ya que dejé la plataforma para probar el trampolín, una nueva oportunidad para mí. He competido en los 10m demasiado tiempo y quería un nuevo reto. No sabía cuál era mi potencial en el trampolín; en mi opinión es más difícil que la plataforma. El reto de estar entrenando para ir mejorando poco a poco en una nueva categoría es excitante. El trampolín se mueve bajo tus pies; a veces piensas que, tras repetir los saltos una y otra vez, lo tienes controlado, pero de repente el trampolín no hace lo que te esperas y reacciona de diferente manera. Nunca sabes lo que te espera”.

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