Entrevistas

DAVID LÓPEZ-ZUBERO, PRIMERA MEDALLA OLÍMPICA ESPAÑOLA EN NATACIÓN: “MI ÉPOCA ERA MÁS SIMPLE. COMPETIR AHORA ES MUY DIFÍCIL”

En una época en la que España iba a los Juegos Olímpicos y regresaba con una o ninguna medalla David López-Zubero abrió el palmarés de las medallas olímpicas en el deporte de la natación. Lo hizo con un bronce en la prueba de los 100m mariposa en los Juegos de Moscú, tras haber tenido un año previo –el de 1979- de ensueño logrando cuatro medallas en la Copa del Mundo. Con su medalla en Moscú 80 David López-Zubero se convirtió en un pionero, aunque en su modestia quiera quitarle importancia y darle el mérito a su predecesor Santiago Esteva: “fue el capitán, un gran capitán, en los Juegos de Montreal 76, mi primera experiencia olímpica, pero siempre en el deporte hay que ir dejando el testigo las nuevas generaciones”.

David nació en Estados Unidos, hijo de aragoneses que se habían trasladado a América. En todo momento quiere conceder el mérito de sus éxitos deportivos a los sacrificios de sus padres: “Tengo que agradecer mucho a mis padres por el apoyo económico que me dieron y que me permitió llegar a ser olímpico, por puro amor al deporte”. Y extiende el agradecimiento a España, país por el que siempre compitió: “Gracias a España y  gracias a mi padre -vuelve a subrayar-, que hizo mucho por mí, debo mis éxitos en la natación”. Aunque entrenó casi siempre en Estados Unidos, con el alto nivel que ello le proporcionaba, dice no saber qué hubiera pasado de haber entrenado en todo momento en España: “No se sabe si hubiera tenido los mismos resultados de haberme entrenado exclusivamente en España, pero tuve aquí entrenadores muy buenos”. Los niveles por aquel entonces provocaban un inmenso océano de diferencia entre lo que se hacía en España y en la potencia de Estados Unidos, casi tan grandes como el océano físico que separa ambos países. En América David tuvo “la ventaja de estudiar en la universidad en Estados Unidos y practicar deporte a la vez. Yo creo que ahora si te quieres dedicar al deporte a un alto nivel tienes que dedicarte simplemente al deporte”.

Repasamos con el mayor de los López-Zubero sus tres experiencias olímpicas, que él define como muy diferenciadas: “Todas mis experiencias olímpicas fueron muy distintas. Montreal 76 me sirvió para ambientarme en unos Juegos e ir adquiriendo experiencia; Moscú 80 para hacerlo lo mejor posible y Los Ángeles 84 para participar y decir que he sido tres veces olímpico”. Yendo más al detalle, nos desgrana cada uno de sus Juegos: “La experiencia en Montreal, mis primeros Juegos, fue muy valiosa para mí. Estar allí y aprender cómo funcionan los Juegos Olímpicos es muy importante. Tenía 17 años. Entonces no tenía presión. No me esperaba conseguir medalla en esos Juegos. Con 17 años estaba allí como un niño en DisneyWorld. Veía en vivo a los grandes campeones que había visto por la tele. Poder estar cerca de ellos es algo que no puedo ni explicar”. La siguiente vez que acudió a unos Juegos, se fue de ellos con la medalla al cuello: “En Moscú 80 sí que tenía como objetivo conseguir medalla. Era mi meta, también gracias al boicot. No es que tuviera fácil conseguir medalla, pero el boicot lo facilitó en algo. No sabemos si hubiera conseguido o no medalla de no haber habido boicot. Tenía que hacerlo lo mejor que podía y si sale bien, mejor”. Finalmente, se podría decir que en los Juegos de Los Ángeles 84 compitió “en casa”: “Fue importante conseguir ser olímpico por tercera vez. Ya tenía la medalla. Disfruté mucho de esos Juegos. Como vivo en Estados Unidos era importante participar. Tenía entonces 25 años y en esa época eso ya suponía ser un poco demasiado mayor, pero al final todo salió muy bien”.

Quizá les suene más su apellido pero con otro nombre: el de Martín. En efecto, Martín López-Zubero consiguió también una medalla, esta vez un aún más valioso oro y además en “casa”, en los Juegos de Barcelona 92. Se trata del hermano de David, al que éste llegó a entrenar: “Hay diez años de diferencia entre los dos, por lo que no hemos tenido que competir entre nosotros. Como somos hermanos nos hemos ayudado y apoyado. Fui entrenador de mi hermano Martín en Jacksonville, Florida. Era muy fácil entrenarlo porque trabajaba mucho. Salió muy bien al conseguir la medalla de oro en Barcelona 92. Está contento de su carrera y el resto también estamos felices por él”.

Sobre su labor como entrenador comenta: “Ha cambiado mucho con el tiempo. Ahora tienes que ser más específico, tienes que elegir qué quieres hacer y hacer un plan. En nuestra época era más entrenar fuerte, fuerte, fuerte. Ahora se tiene en consideración el descanso, la alimentación, mantener el peso, entrenar fuera del agua, etc.”. Y, de nuevo, el modesto David quiere quitarse méritos. Su humildad es uno de sus mayores rasgos definitorios: “Mi época era más simple. Competir ahora es muy, muy difícil”. Otra frase que define a este medallista olímpico y que lo retrata como persona agradecida de todos los que le ayudaron en su carrera: “Al final, después incluso de las medallas, lo importante es la experiencia y los amigos que sacas, los entrenadores que te han ayudado mucho”. Todo un caballero este pionero de la natación en España.

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