Heroínas olímpicas

KAYLA HARRISON: BICAMPEONA OLÍMPICA TRAS SUFRIR ABUSOS SEXUALES DE SU ENTRENADOR

Les presentamos a otra campeonísima con méritos mayores incluso a los de proclamarse por dos veces campeona olímpica. Se trata de la judoka estadounidense Kayla Harrison, que superó graves lesiones cuando disputó sus dos oros olímpicos –en Londres 2012 y Río 2016, respectivamente- y, lo que es peor, abusos sexuales del que fuera su entrenador siendo ella aún menor de edad. Abusos que le llegaron a provocar un intento de suicidio. La adolescente Kayla sólo se atrevió a contárselo a una compañera judoka, quien a su vez se lo contó a la madre de Kayla, la cual acudió a la policía. El citado entrenador, Daniel Doyle, fue condenado a diez años de cárcel pero el daño sobre la pequeña Kayla ya estaba hecho. Sin embargo, queriendo ver el lado bueno del asunto –si esto fuera posible- la judoka, años más tarde, creó una fundación que oportunamente ha querido llamar Fearless (=Sin miedo). Mediante ella Harrison quiere ofrecer a niñas y jóvenes abusadas recursos de los que careció ella, en forma de libros y páginas web y, sobre todo, ofrecerles esperanza.

La propia Harrison reconoce que el judo fue lo que la salvó en sus peores momentos. En esos tiempos únicamente el deporte era lo que le hacía levantarle de la cama con un propósito. Kayla, en lo más bajo de su autoestima, llegó a plantearse marcharse a la megalópolis de Nueva York donde no sería reconocida y trabajar allí de camarera en bares. Pero, como decimos, se lo replanteó gracias a un nuevo entrenador, Jimmy Pedro, que la ayudó para salir del sitio donde se encontraba anímicamente. Durante un tiempo se sintió apática, sin ganas de ir a entrenar o acudir a terapia, pero la estricta disciplina del judo y las 50 horas que trabajaba a la semana en una tienda para cubrir sus gastos la hicieron ir construyendo la persona y la deportista que es hoy en día.

En los Juegos de Londres 2012

Habiendo despuntado ya en categoría junior, Kayla no pudo acudir a los que podrían haber sido sus primeros Juegos Olímpicos, los de Pekín 2008, por la simple razón de que su país no se había clasificado en su categoría, la de -78 kilos. Pero estaba destinada a hacer historia olímpica y así ha sucedido en las siguientes dos ediciones. En Londres compitió lesionada, con rotura de ligamento que hinchó su rodilla hasta ponerla del tamaño de un balón. Aun así ganó el oro a la entonces vigente campeona olímpica y se convirtió de esta manera en la primera persona de Estados Unidos en ganar un oro olímpico en judo. Poco después ascendería de tal manera en su categoría que logró ser la persona más joven de su país en alcanzar el rokudan (sexto nivel de cinturón negro).

No se ha frenado ahí su palmarés. En Río repitió hazaña y medalla, y eso que en el periodo entre unos Juegos y otros tuvo que ser operada y fue baja durante todo un año. En su camino a Río Kayla se visualizaba peleando por el oro contra la brasileña  Mayra Aguiar, pero finalmente se tuvo que enfrentar a la francesa Audrey Tcheuméo. En cualquier caso, nuevo oro para Harrison, que ha confesado haber soñado con ser olímpica desde que tenía doce años. Incluso ha llegado a afirmar que toda su vida ha tenido un propósito in mente: la gloria olímpica. Ha tenido que pasar por un infierno, pero las dos medallas doradas parecen recompensa a lo sufrido por ella. Actualmente, además de ejercer como comentarista, se ha pasado a las Artes Marciales Mixtas ya que se ha cansado de hacer durante 20 años lo mismo y competir contra las mismas rivales.

Tras su oro en Río 2016. Foto de Julian Finney/Getty Images

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