Entrevistas,  Heroínas olímpicas

BETHANIE MATTEK-SANDS: “TOKIO 2020 ES UNO DE MIS OBJETIVOS. QUIERO JUGARLO TODO ALLÍ”

Juega competiciones individuales, en las que ha llegado al Top 30 mundial, pero fundamentalmente Bethanie Mattek-Sands es una jugadora de dobles y no cualquiera. Poseedora de cinco torneos de Grand Slam (tres en dobles femeninos y dos en dobles mixtos) y una medalla de oro olímpica en dobles mixtos -junto a Jack Sock en Río 2016- la convierten en una de las grandes de su especialidad. Aun así, la estadounidense no quiere renunciar a su condición igualmente de jugadora de singles: Me gusta jugar tanto en dobles como en singles por diferentes razones; en dobles he tenido la suerte de jugar junto a grandes amigos míos con los que me he divertido mucho y ésa es una de las razones por las que se me ha dado bastante bien, pero aún me gusta el juego como individual y que dependa todo de ti. Supone más movimiento, es otro tipo de estrategia”. Como experta en ambas, nos analiza las diferencias entre las dos modalidades: “Son dos juegos diferentes. Por el hecho de que seas bueno en dobles no significa que seas bueno en individual y viceversa. Para mi supone cambiar la táctica y la estrategia. Obviamente cuando juegas dobles tienes con quien hablar y cuando juegas individual estás tú sola”.

Como ganadora del máximo que se puede alcanzar en su deporte–oro olímpico y Grand Slams-, la tenista de Phoenix compara los dos trofeos, o más bien no lo hace porque, según ella no puedes comparar una medalla olímpica con un Grand Slam”. Y añade: “Juegas los Juegos Olímpicos solo una vez cada cuatro años, aunque eso no les hace ser ni más ni menos importantes que un Grand Slam. Yo disfruto jugando tenis. Naturalmente juego para ganar los trofeos y las medallas y ganarlos te hace sentir bien, pero al final esos momentos de triunfo no duran tanto. Siempre hay otro torneo la semana siguiente o al próximo año”. Su política es la de disfrutar cada momento: “Ahora mismo estoy disfrutando jugando y pasándolo bien pero un día, cuando esté ya retirada, miraré atrás y veré todo lo que he logrado, mis trofeos…Hasta entonces, tengo cosas que hacer todavía”. Según Bethanie no pesa más un trofeo que una medalla, ya que para ella “el torneo que esté jugando en un preciso momento es lo más importante en ese instante”.

Pese a los grandes logros que ya ha conseguido en el tenis, Mattek-Sands es una de esas competidoras que no se contentan con lo ya conseguido. Le ilusiona vencer en los torneos donde aún no lo ha hecho, disfrutar de cada ciudad en las que juega por sus propias características únicas. “Para mí, tanto antes como después de mi lesión, lo importante es disfrutar del momento”. Esa lesión que menciona se le produjo en la edición de 2017 en el torneo de Wimbledon. Sus gritos de dolor dieron la vuelta al mundo en lo que resultó ser una rotura del tendón rotuliano. Pero Bethanie está de vuelta. Lo ha hecho con una nueva compañera de dobles, la taiwanesa Latisha Chan, tras años junto a Lucie Šafářová. Chan y ella se conocían desde hace tiempo, aunque siempre habían jugado enfrentándose. Ahora se ríen al recordar un épico –por lo largo- peloteo con cada una al lado de la pista en la edición de Roland Garros de 2017: “Tuvimos un rally que duró una barbaridad, como cien golpes”, nos cuentaLas sensaciones jugando al lado de Latisha han sido buenas, tras su estreno en el Mutua Madrid Open 2018. “Es estupendo jugar dobles con ella”, concluye la americana después de un partido victorioso junto a su nueva compañera. Por ello, y tras recuperarse de la lesión que nos estremeció a todos los espectadores, la doblista lo tiene claro: “No creo que esté acabada. Estoy inspirada en continuar y en seguir consiguiendo más cosas”.

Para ella Río 2016 supuso mucho: primera Juegos Olímpicos disputados, medalla de oro y toda una experiencia increíble en la que extrajo mucho de las conversaciones con otros deportistas: “Lo más interesante para mí era ver a atletas de otros deportes, escuchar sus historias y cómo llegaron hasta los Juegos. Nosotros, los tenistas, tenemos torneos a lo largo de todo el año. Algunos deportistas solo entrenan y se preparan para unos Juegos Olímpicos. Es interesante ver cómo siguen motivados durante tanto tiempo. Si yo tengo una buena o mala semana, a la siguiente tengo otro torneo. Muchos de estos deportistas se motivan para un solo momento durante los Juegos. Para mí fue genial charlar con otros deportistas sobre ello. En la villa olímpica les ves entrenar y para mí lo más interesante fue ver cómo entrenaban los velocistas y cómo están los atletas dando vueltas esperando a que empiecen sus competiciones. Eran lo mejor de lo mejor en el mundo en un mismo sitio”. Y dentro del “lote” que suponen unos JJ.OO. para que esté completo entra la ceremonia de inauguración, que Bethanie no se quiso perder pese a que algunos tenistas decidieran no ir por competir al día siguiente: “Para mí era importante asistir, así que estuve, ya que eran mis primeros Juegos y quería ser parte de la ceremonia de inauguración, así que uno de los momentos más importantes de mi carrera fue desfilar en Río, gritando entre la multitud porque antes de salir, en el túnel, el Team USA empezó a cantar su propio cántico, así que fue uno de los momentos más emotivos que he vivido”.

En el aspecto más estricto de la competición, Mattek-Sands nos confiesa que los buenos resultados se debieron a la comunicación y la amistad que le une desde hace años a su compañero en el podio, Jack Sock,  además del buen saber hacer de Sock: “Jack es un jugador extraordinario; golpea la pelota tan fuerte, su derecha es tan rápida…Nos reímos mucho pero también jugamos muy buen tenis”. Tan entusiasmada quedó de su experiencia en Río, que ahora pone a los Juegos de Tokio 2020 como uno de sus objetivos: “Lo jugaré todo si puedo, también en dobles femeninos. Hay ahora muchas buenas jugadoras de mi país. He jugado con Madison Keys, Sloane Stephens, CoCo Vandeweghe. Tenemos aún tiempo -un par de años- para montar una buena pareja”. Mientras tanto nos seguirá deleitando en las pistas con su juego y con su peculiar personalidad que la convierten en una de las jugadoras más carismáticas, quizá ayudada por su estrambótica forma de vestir en las pistas de tenis que le ha llevado a usar altos calcetines negros, pintura bajo los ojos como los jugadores de fútbol americano o sombrero vaquero (que le llegó a provocar una sanción en el US Open de 2005), hasta denominarla la “Lady Gaga del tenis”.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *