Entrevistas

CHRISTIAN AHLMANN: “LA EXPULSIÓN DE PEKÍN 2008 POR EL DOPAJE DE MI CABALLO FUE LA PEOR EXPERIENCIA DE MI VIDA”

Nos introducimos con esta entrevista en el peliagudo tema del dopaje. Nuestro protagonista fue sancionado por ello, aunque él no se dopara directamente. Sí lo estaba su caballo, pues hoy entrevistamos al jinete de saltos Christian Ahlmann. Este alemán, doble medallista olímpico, se mostró afectado por ese turbio asunto durante la conversación que mantuvo con Historias de los Juegos. Los hecho acaecieron en los Juegos de Pekín 2008. Su caballo dio positivo –algo, por desgracia, más habitual de lo deseado con caballos de hípica- y, como consecuencia, Ahlmann fue expulsado de los Juegos. Aún más, su Federación le expulsó del equipo durante los dos siguientes años. Para el jinete, se trató seguramente de la peor experiencia de mi vida, sin duda. Lo pasé muy mal, pero creo que la situación me hizo hacerme más fuerte. Después de los Juegos teníamos a un grupo de excelentes caballos. Los patrocinadores me siguieron apoyando tras los Juegos, lo que fue estupendo. Me sentí muy apoyado por mi equipo, pero ocurrió todo lo contrario con mi Federación. Fue una experiencia muy mala. Me suspendieron durante dos años. Para entonces mi cabeza ya estaba fuera del equipo y de la Federación. Mi idea era no regresar al equipo, pero volví tras tres años. Yo no quería volver, pero me convencieron. Es una historia muy larga y complicada, difícil de entender. Creo que esa experiencia me hizo ser más fuerte mentalmente. Tuve una gran ayuda de mis patrocinadores, mis amigos, equipo, otros jinetes…Estoy contento de no haber perdido los mismos patrocinadores que tenía antes. Me siento muy apoyado”. Así fue como superó el jinete germano esa desagradable experiencia, de la que, como él mismo dice, salió reforzado.

El hecho es que no solo volvió a formar parte del equipo alemán, sino que con ellos ganó la medalla de bronce por equipos en los Juegos de Río: “Fuimos a Río con un equipo muy, muy bueno, así que aspirábamos a medalla. Al final, afortunadamente, conseguimos el bronce e incluso estuvimos cerca del oro, pero al final nos sentimos satisfechos con nuestra medalla”. Medalla que se suma a la obtenida en Atenas 2004, su primera participación olímpica. Fue exactamente la misma: bronce por equipos: “La sensación de ganar una medalla olímpica [en Atenas] fue increíble. Lo hicimos muy bien y obtuvimos nuestro mejor resultado. En la competición individual no pude alcanzar la final, lo que me entristeció, pero el equipo fue estupendo y salí con una gran sensación”. A Christian Ahlmann le supo mejor la medalla obtenida en Río, no sabemos si porque puso con ella un definitivo punto y final a los malos momentos pasados en Pekín 2008 o porque “en Atenas era muy joven y llevaba poco tiempo, así que a esa edad no entiendes realmente todo lo que te está pasando. En Río ya llevaba unos años en el deporte. Cuando consigues una medalla con más años eres más consciente de lo que estás logrando Cuando eres joven todo llega con rapidez, ganas y ganas y no sabes cómo manejar esa situación. Con más experiencia le das más valor y aprecias la importancia de lo logrado, lo ves desde otra perspectiva”.

En Río consiguió la medalla por equipos, pero obtuvo en el concurso individual el peor de los puestos posibles: el cuarto: “En cuanto a mi participación individual mi caballo saltó realmente bien en la primera ronda y tocó un obstáculo en el segundo recorrido. No pude llegar al desempate. Para mi caballo fue la última ocasión, ya que tenía ya 16 años entonces. Él tenía la calidad para haber llegado al desempate final y al podio, pero no fue su día. Fue triste, pero lo hizo muy bien”. Ahlmann valora su paso por la última edición olímpica como “satisfactorio. Los Juegos me fueron bien. Me faltó un poquito de suerte para alcanzar el oro, algo que es también necesario el día de la competición”.

Componente de un deporte acusado de ser practicado únicamente por gente con posibilidades de grandes desembolsos de dinero, más interesados en algunos casos por los –considerables- premios en metálico de sus competiciones ajenas a los Juegos que por el espíritu olímpico, Ahlmann discrepa de esa visión: “El mayor objetivo de los deportistas es participar en unos Juegos Olímpicos. Los JJ.OO. son, de lejos, la competición más importante. Lo es aún y lo seguirá siendo en el futuro, aparte de todos los premios económicos de otras competiciones, los Juegos siempre serán especiales y lo seguirán siendo”. Lo que parece estar claro es que los Juegos Olímpicos le han proporcionado a Christian Ahlmann sus mayores satisfacciones y su mayor disgusto.

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