Entrevistas,  Heroínas olímpicas

LYDIA VALENTÍN: “CONFÍO EN RECIBIR LAS DOS MEDALLAS OLÍMPICAS QUE ME CORRESPONDEN DENTRO DE 2017 Y CERRAR ESTE CAPÍTULO”

La anterior vez que hablamos con Lydia Valentín, meses antes de Río, no tenía aún ninguna medalla olímpica. Ahora está a punto de tener tres, llegándole dos de ellas de golpe. Se acerca el final del calvario –sobre todo psicológico- de espera de dos medallas, correspondientes a los ya algo lejanos Juegos de Pekín 2008 (plata) y Londres 2012 (oro). Los pasos que se dan para la retirada definitiva de las “medallas manchadas” ya se han dado. Ahora queda restablecer la normalidad y la justicia con la entrega, en sus ceremonias oficiales pertinentes, de las medallas a la mejor haltera española de la historia. Hablamos con ella sobre el asunto, que cada día tiene más asumido ha de tomarse con paciencia: 100% no hay seguro nada [sobre una pronta entrega de medallas], pero sí confío plenamente en el trabajo de Alejandro Blanco y cuando él me ha dicho que me preocupe de todo menos de eso es lo que he hecho y sé que él está trabajando bien para que esas medallas vuelvan lo antes posible. Sé que son muchos países, muchos deportistas, no solo soy yo. Estoy confiando. Yo siento que antes de que termine 2017 sí que se me van a entregar”.

Ha habido varias fases en esa espera: ”Es cierto que cuando casi se cumple un año de que me enteré estaba medio mosqueada y me decía “¿qué está pasando aquí? Ya ha pasado un año y yo aún no tengo ni noticias 100% seguras viables de saber cuándo lo voy a recibir. No voy a esperar cuatro años más”. Me han dicho que están intentando hacer unas medallas nuevas, quitando la validez de las otras medallas para los nuevos campeones. Bueno, los otros tampoco fueron campeones”, matiza.  Porque la leonesa quiere medallas nuevas, “limpias”, no “manoseadas por tramposas”: “quiero medallas nuevas, auténticas y a estrenar”. Lo que no está tan claro es cómo se las entregarían, aunque la atleta entiende que tendría que ser en dos ceremonias distintas en España “pero con personas internacionales presentes”. La olímpica confiesa “estar deseando cerrar este capítulo. Yo sé que Alejandro Blanco está haciendo un gran trabajo, intentando por todos los medios acelerar el proceso. Él también quiere cerrar ya esto. Todos queremos cerrarlo, todos queremos esas medallas: yo personalmente, mi Federación, ¡mi propio país!, que son dos medallas olímpicas. Cuanto antes se cierre, mejor y se pueda disfrutar”.

No menos importante que el tema de la entrega de las medallas es confirmar si Lydia Valentín recibiría el consiguiente dinero, tanto como premio por medalla como su correspondiente beca, que lleva implícita toda medalla en pagos por parte del COE. Lydia entiende que se realizará: “En la reunión que yo mantengo con Blanco quiere que sea justo y por justo se concibe todo: la medalla y el premio que conlleva”. Lo que no le va a cambiar es la vida a esta deportista de garra: “El día en que me den las medallas yo creo que realmente no va a cambiar nada mi vida porque yo ahora mismo ya me considero campeona olímpica y subcampeona olímpica, aunque no tenga las medallas. Yo sé que lo soy. ¿Qué cambiará?: pues que tendré las medallas enmarcadas y realmente las podré ver y palpar y podré hacer una foto con ellas, las podré enseñar a mi familia y quedará para la historia”.

Lydia Valentín tiene que cargar con un triple peso: el propio de la práctica de su duro deporte, el de la espera por que se haga justicia y reciba dos medallas olímpicas y el lastre de desprestigio que arrastra la halterofilia, su deporte, debido a los numerosos casos de dopaje masivo. Tantos que, sin ir más lejos, nueve países en su totalidad acaban de ser sancionados por un año dado el excesivo número de casos de dopaje entre sus halteras. La española siempre se ha mostrado como una firme luchadora contra esta lacra en su especialidad, que incluso arriesga verse apeada del calendario olímpico: “Me parece vergonzoso que no se respeten los valores del deporte. En deporte no todo vale. Hay unas normas, las cuales hay que cumplir sí o sí si quieres hacer deporte: esto es deporte, y si no te tendrás que retirar a un lado y dejar a las personas que verdaderamente luchan diariamente y que se esfuerzan diariamente por cumplir sus sueños”, opina Lydia al respecto.

Pero no todo va a ser negativo. En nuestra charla hablamos de la medalla de Río, esa que sí ya posee desde hace un año y es tangible, así como histórica, pues de momento –hasta que le entreguen oficialmente las otras dos- es la primera de la halterofilia española. Pese a su lucha por lograr esas dos medalla, la de Río no le supuso una “liberación” a Valentín: “Considero que había hecho un trabajo y tuve la recompensa. El único cambio es que antes de Río no tenía medallas olímpicas y después tenía tres. El cambio ha tenido que ser, sí o sí”. Sin embargo, lo que no todos saben es que llegó a peligrar su participación en Río 2016 debido a una lesión que arrastraba desde meses antes: “En enero no tenía seguro si podría llegar a Río. Fui sin estar al 100%. Me presionaban desde muchos frentes: Federación, Prensa…Yo decía que ya tenía superada la lesión, pero la verdad es que aún quedaban resquicios de ella. Cosas que hacía con fluidez me costaban la vida. Por ello la preparación para Río fue la que más me costó nunca en mi vida profesional”. Más mérito aún para este ejemplo de deportista, que realiza a menudo acciones solidarias benéficas. Referente de la halterofilia española, de la lucha contra el dopaje, de echar abajo barreras hacia las mujeres. Eso y muchas cosas más es la que esperemos dentro de poco podamos decir con todas las de la ley que es triple medallista olímpica.

 Actualización: Lydia Valentín ya ha recibido, en sendas ceremonias realizadas en la sede del Comité Olímpico Español, las dos medallas (de oro y de plata) correspondientes a los Juegos de Londres 2012 y Pekín 2008

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