MARÍA ESCARIO: “LOS PERIODISTAS SOMOS UNA PIEZA FUNDAMENTAL EN EL ENGRANAJE DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS”
Si un seguidor deportivo español piensa en Juegos Olímpicos uno de los nombres que le vienen a la mente es el de María Escario, pues ella los ha conducido en tantas ocasiones en Televisión Española como los recuerdos a los que nos alcanza la memoria. Con los de Río ya han sido ocho los presentados por ella, así que su presencia va intrínsecamente unida a nuestros recuerdos olímpicos. Desde Seúl 88 no falta a ninguna cita. Sólo lo hizo, in situ, en los de Sidney 2000 (los condujo, pero desde el plató de Madrid), ya que por necesidades logísticas no era operativo que estuviera en la ciudad australiana, con el cambio horario, al tener que presentar los deportes en el telediario vespertino. Hablar con ella sobre distintas ediciones olímpicas se hacía pues, obligatorio, además de ver otro punto de vista de los Juegos distinto al de los deportistas, porque, como nos comentó en esta charla “Los periodistas somos la correa de transmisión, somos los que los contamos. Somos una pieza fundamental en el engranaje. Si la información no fluye, no fluye nada”.
Esta periodista madrileña, de entre todas sus ediciones olímpicas vividas, destaca dos: “Para mí hay dos Juegos especiales: Barcelona, por razones obvias: porque fueron en casa, porque fueron muy transgresores, muy rupturistas, muy innovadores, muy modernos, muy mediterráneos, muy nuestros; porque marcaron un antes y un después del deporte español; porque pusieron a España en el mapa del mundo, un país que salía de una transición democrática jodida. Y luego fueron especiales para mí los de Londres, porque han sido los Juegos donde he vivido más el olimpismo en las gradas. La cultura deportiva británica es brutal y yo me emocioné en los Juegos de Londres porque cada día todas las instalaciones olímpicas estaban llenas y eso es muy emocionante”. Y, de entre los dos y por encima de todos destaca los de Barcelona, que fueron “sin duda el mejor recuerdo”.
Tenemos que hablar también de la parte negativa, que desde luego la hay. En ese aspecto María Escario señala la edición disputada en Atlanta y sobre ello la periodista tiene una teoría del por qué fallaron: “Lo que pasa es que el deporte olímpico no le interesa a Estados Unidos. Les interesan cuatro deportes, pero no hay una cultura de movimiento olímpico en Estados Unidos. Son muy poderosos y tienen a grandes atletas pero ¿quién sigue el atletismo en EE.UU.?, si lo comparas con el béisbol, el fútbol americano, el basket…cualquier deporte olímpico en EE.UU. es minoritario”. María se centra en un aspecto negativo en concreto de los Juegos de Atlanta: la seguridad: “En los Juegos de Atlanta fue donde encontré más dificultades [con la seguridad] porque eran más estrictos con ella y yo he visto más seguridad en otros Juegos, pero menos estricta o, por lo menos, menos “agresiva”. Los de Atlanta fueron muy difíciles, en todos los sentidos, para trabajar, para acceder a cada recinto olímpico, en que tenían esa obsesión por la seguridad mal entendida”.
Aprovechamos la ocasión para preguntarle su visión desde dentro de otras experiencias olímpicas: “Atenas fueron unos Juegos muy “low-cost”, en una ciudad y en un país con una profunda crisis, que lo estaba pasando muy mal. Yo creo que los de Atenas fueron unos Juegos correctos, que llegaron un poco tarde, porque tenían que haber llegado cuando Atlanta”. Pero más nos sorprende su visión de los Juegos celebrados en Pekín, aunque ya, desde la lejanía, nos llegara algo de lo que nos cuenta sobre ellos: “Los de Pekín fueron de cartón piedra. Tuvieron muy buena organización, con la filosofía china de rigor en la organización y había cosas fantásticas. Para los periodistas fueron muy buenos, porque había una buena comunicación, pero en las gradas no se veía ningún espíritu olímpico. Mucha gente del público eran figurantes; la mitad animaba a un equipo y la otra mitad al otro”.
¿Y el sueño olímpico roto de Madrid? ¿Cuál es su visión del mismo? “Yo creo que eso fue un sueño que nos lo creíamos, pero que en el fondo es muy difícil. Se ve que al final el país que es más poderoso económicamente es el que se los lleva, o el que tiene más argumentos, como los tuvo en su día Brasil, con una economía emergente y tal y mira ahora lo que pasa con Brasil”.
Escario quiere destacar el papel que juega su profesión en unos Juegos Olímpicos y su relación directa con el buen funcionamiento logístico: “La logística es muy importante en unos Juegos, que las comunicaciones funcionen, que las redes funcionen…porque si no funciona eso no hay comunicación y si no hay comunicación no se transmite la información”.
Mucho se ha hablado de la vida de los deportistas en la villa olímpica pero ¿cómo se vive el ambiente entre los periodistas en tan grande concentración deportiva? María Escario, que en todo momento destaca que ha sido siempre bien tratada por las respectivas organizaciones, también habla bien de sus colegas, aunque reconoce no tener ocasión casi de tener contacto con ellos “porque es un no parar. Cuando vas a unos Juegos no ves nada, sólo trabajas. Yo estoy deseando jubilarme para ver unos Juegos Olímpicos. Pero la relación es muy buena con los otros colegas. A mí me pasa que muchos periodistas, por ejemplo sudamericanos, me reconocen y es la ocasión para verse y hay muchos periodistas que nos vamos viendo un año tras otro”. Y sentencia: “La verdad es que es muy bonito, yo creo que es el Oscar para un periodista deportivo también, igual que para un deportista”.
Escario, que afirma contundentemente que “sin duda los Juegos Olímpicos son lo máximo para un deportista deportivo, ni siquiera comparable en absoluto con Mundiales” nos contó una de entre las miles de anécdotas que atesora de su experiencia olímpica, como cuando, recién comprada una cámara de vídeo durante los Juegos de Seúl grabó “y desde la línea de meta, además” la carrera en la que Ben Johnson ganó los 100 m. y batió el récord del mundo. Momento olímpico histórico que se borró de las listas por el inmediato positivo por dopaje.