Camino a Río,  Entrevistas

USCHI FREITAG: “LUCHARÉ POR EL BRONCE EN LOS SALTOS DE TRAMPOLÍN DE RIO”

Puede que Uschi Freitag solo sea conocida hasta el momento entre los aficionados a los saltos de trampolín, pero Uschi quiere dar el campanazo en Río y conseguir la ansiada medalla olímpica: El primer y el segundo puesto están ya prácticamente asegurados para las chinas, así que yo me encontraré entre las que luchen por el bronce. No soy la única en ello, claro, pero espero estar entre las que luchen por ella”. Es una habitual del circuito mundial de este deporte, donde ya va consiguiendo hacerse un nombre y, lo que es mejor, un sitio en el podio –hasta ahora sólo europeo, con tres medallas en campeonatos continentales-.

Estuvo a punto de clasificarse para los últimos Juegos disputados, los de Londres, cuando aún competía por Alemania. El no hacerlo en el preolímpico, donde todos confiaban en su plaza olímpica, le supuso uno de los peores días de su carrera. Pero todo eso ha cambiado; tras su “descanso” de un año debido a la imposibilidad de competir por su cambio de nacionalidad de alemana a holandesa –siguiendo a su actual entrenador, el húngaro Balázs Ligárt– Freitag ve con optimismo su futuro: “Gracias a unos buenos  resultados internacionales me siento muy segura de mí misma y convencida de que puedo estar en el Top 6. Aun así, lucharé por conseguir una medalla., el bronce que todos persiguen tras las chinas”.

Para ello, Uschi se entrena a fondo: He realizado cambios en mi preparación este año al tratarse de uno olímpico. He aumentado el número de competiciones en las que he participado; entreno mucho, bueno, como todos los años. A lo que me dedico menos es al estudio”. Aspecto el del estudio que recalca porque la saltadora no lo ha dejado aparcado en ningún momento, estudiando Educación y Deporte, estudios a los que se dedicó plenamente en su año fuera de las competiciones.

La holandesa es plenamente consciente del poderío chino, dando por sentado que será imposible subir más alto del tercer cajón del podio: “Aparte de las chinas, la competencia será fuerte, pues hay muchas con muy buen nivel. Están las canadienses, las italianas, las rusas. También de Ucrania y de Estados Unidos, Méjico, Alemania, Gran Bretaña, Australia…”. Y continúa: “No acabar entre las seis primeras podrá no ser una decepción, dependiendo del curso de la final. Si salto bien y acabo décima o incluso entre las doce primeras estaré satisfecha conmigo misma. Si mi puesto es peor o incluso no llego a estar entre las finalistas porque haya realizado malos saltos sí que será una decepción para mí”.

Foto de Getty Images
Foto de Getty Images

En cualquier caso Uschi ya ha cumplido su sueño clasificándose para Río 2016: “Mi sueño siempre ha sido acudir a unos Juegos Olímpicos. Ya lo he conseguido, así que ya cumplí mi sueño y ahora quiero más. Los saltadores somos como una gran familia. Claro que los que han sido olímpicos te cuentan cómo son por dentro unas Olimpiadas. Me lo pueden contar, pero yo lo quiero experimentar por mí misma”.

Esta declarada admiradora de Dmitri Sautin tuvo la ocasión de conocer a su ídolo en su más tierna infancia: “Mi ídolo de siempre fue Dmtri Sautin. Cuando le conocí yo tenía solo cuatro años. Fue en mi ciudad natal. Me tocó desfilar a su lado en la presentación de una competición, lo que representó un sueño para mí. La primera vez que le vi, ya siendo adulta, fue durante los Mundiales de Roma, que suponían los últimos para él y los primeros para mí, así que fue especial. No le pude pedir ningún consejo porque apenas habla inglés.

Entre sus estudios (tiene la suerte de tener la universidad  Fontys Sporthogeschool al lado de la piscina donde entrena) y sus 28 horas de entrenamiento –en seco y en el agua- semanales, tiene tiempo de disfrutar de la gran familia que compone su deporte: Los saltadores somos una gran familia. Hablamos entre todos nosotros y no perdemos en contacto, bien sea a través de las redes sociales, bien en contacto directo en las competiciones. Es algo estupendo”.

Le preguntamos por las diferencias entre entrenar en el potente equipo alemán, al que perteneció hasta 2012, y el más modesto holandés: “La competencia en el equipo alemán sigue siendo muy dura porque hay muy buenos saltadores, los cuales tienen que luchar por una plaza en el equipo nacional, así que están viviendo una buena época. Yo misma sentí presión porque siempre éramos unas cuatro personas peleando por dos puestos. Fue duro, pero yo me las arreglé siempre para ser primera o segunda. Fue duro pero a la vez bueno para mí, ya que elevó mi nivel. El equipo holandés es muy diferente. Somos menos saltadores, para empezar. Pero el ambiente en el equipo es muy divertido. Tengo una compañera de sincro, además de competir en individual [en trampolín de 3 metros, su especialidad]”.

Para terminar la entrevista, la pregunta obligada: ¿cómo se puede derrotar a los chinos en su deporte?: “Para conseguir el nivel de los chinos los europeos simplemente tenemos que trabajar duro y pelear todo lo que podamos”.

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