Heroínas olímpicas

OKSANA CHUSOVITINA: EL CORAJE HECHO GIMNASTA

La soviética, posteriormente uzbeca y en la actualidad alemana Oksana Chusovitina continúa siendo un ejemplo para los deportistas que, aun teniéndolo todo en contra, cogen fuerzas de donde no las hay y continúan la dura vida de entrenamientos y competición, máxime en un deporte tan exigente físicamente como la gimnasia artística. Estos días la prensa mundial recoge el hecho de competir en un Mundial más habiendo cumplido ya los 40 años. Se dice pronto. Todos los aficionados a la gimnasia esperaban con pasión que consiguiera clavar el salto Produnova en el Mundial de Glasgow. De hacerlo, conseguiría prácticamente el pase para ser olímpica en Río…24 años más tarde de su primera participación olímpica. Chusovitina es especialista en salto. De lograr medalla en el Mundial –cosa que ha logrado en nueve ocasiones- habría obtenido plaza directa para los siguientes Juegos Olímpicos. Pero Oksana no realizó una buena recepción en su Produnova, un complejísimo salto, con una dificultad de 7.0 puntos, al alcance de muy pocos. Se espera, no obstante, que esta menuda gimnasta consiga la meta olímpica de Río en el preolímpico o, en caso de fallar, por invitación expresa de la Federación Internacional de Gimnasia.

Porque el mundo de la gimnasia se ha volcado siempre con Oksana, sobre todo a raíz del drama que padeció en su vida personal. Chusovitina ya era una gimnasta veterana en activo cuando fue madre (una de las únicas cuatro en la historia de la gimnasia en volver a competir tras la maternidad). Al poco de nacer su hijo Alisher se le detectó a éste una leucemia. Por aquel entonces Chusovitina vivía en su país natal, Uzbekistán, que por desgracia carecía de hospitales donde se pudiera tratar al niño. De hecho, eran tales las carencias de la ex república soviética que la propia gimnasta entrenaba en unas condiciones paupérrimas, manteniendo aun así su nivel de alta competición.

Oksana quiso luchar por su hijo, como toda madre. Su amiga, la entrenadora alemana Shanna Poljakowa, le sugirió trasladarse a Colonia, donde se le podría ofrecer el tratamiento adecuado al pequeño. Se mudó sin dudarlo, aunque el alto coste médico -130 000 euros de entonces- provocó que, por muchas competiciones en las que siguiera participando y ganando la madre, los premios obtenidos no llegaban a cubrir los gastos. Y entonces fue donde se volcó el mundo de la gimnasia: clubes privados y gente relacionada con este deporte en general aportaron dinero. La Federación Internacional habilitó un espacio en su página oficial con un número de cuenta para que cualquier aficionado pudiera realizar una aportación, por pequeña que fuera.

La historia tiene final feliz, pues Alisher hoy en día ya ha cumplido 16 años. Muchos pensábamos que su madre seguía compitiendo a una edad ya respetable con el único fin de recaudar fondos para el tratamiento de su hijo, pero la veterana gimnasta ha ido superando sus propias metas y, pese a anunciar su retirada en varias ocasiones, ahora sigue con Río 2016 como objetivo fijado.

Desde hace una quincena de años no han dejado de aparecer en la prensa internacional artículos destacando el mérito de su longevidad, especialmente en un deporte de “niñas” como es el suyo. Oksana sigue compitiendo al lado de gimnastas que podrían ser sus hijas y lo sigue haciendo a un alto nivel. Después de cinco lustros entre las mejores, empezando con un oro por equipos en Barcelona 92 formando parte del Equipo Unificado y pasando por la plata en salto en Pekín, la uzbeca ha conseguido muchas medallas mundiales, continentales, etc.

Tras competir por su país Oksana se nacionalizó alemana –país a cuya gimnasia ha aportado mucho- en agradecimiento por haber curado a su hijo. Entre tanto ha dado su nombre a hasta cinco elementos gimnásticos: dos en salto, dos en paralelas y uno en suelo llevan la denominación de Chusovitina. Su fuerza de voluntad y de sacar las cosas hacia adelante es, sin duda, no solo un ejemplo deportivo, sino de vida. Chusovitina, aparte de dar nombre a elementos nuevos en gimnasia debería adjetivar el carácter luchador.

Foto de PA Images
Foto de PA Images

Actualización: Oksana Chusovitina no solo estuvo finalmente en los Juegos de Río, sino que estuvo también en los de Tokio, donde tendrá 46 años. En ambos fue representando a Uzbekistán.

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