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DEPORTES DE EXHIBICIÓN CURIOSOS EN JUEGOS OLÍMPICOS

Hasta hace poco, cada edición de los Juegos Olímpicos ofrecía deportes de exhibición que no podían entrar dentro del calendario oficial por ser modalidades muy específicas – en muchos casos incluso autóctonas del país sede- poco extendidos a nivel mundial.

Como deportes autóctonos, no venían a ser otra cosa que dar a conocer al mundo deportes practicados casi exclusivamente a nivel local, así como contentar al público del país organizador, ya acostumbrado a verlos. Tenemos así, por ejemplo, el balonmano frisón, el  que fue deporte de exhibición en los Juegos de Ámsterdam de 1928. Como bien dice su nombre, se trata de una especie de balonmano practicada en la provincia norteña de Frisia, en los Países Bajos. Tiene una puntuación similar a la del tenis y se cree que se trata de uno de los deportes de pelota más antiguos del mundo.

Igualmente autóctono es el béisbol finlandés o pesäpallo, que formó parte no oficial de los Juegos celebrados en Helsinki en 1952. El primer lanzamiento lo ejecutó Lauri Pihkala, que fue el creador de este deporte. También locales fueron el fútbol australiano en los Juegos de Melbourne de 1956 y el americano en los de San Luis 1904 y Los Ángeles 1932. En el caso americano participaron combinados con los mejores jugadores universitarios del país: un combinado del Este contra otro del Oeste. ¿Quieren saber quién ganó? Fue el Oeste, aunque con un apretado 7-6. Se dice que este partido de Los Ángeles 32 contribuyó en gran medida al desarrollo del deporte –ya profesional- en Estados Unidos.

Hockey patines en Barcelona 92

En los de Tokio de 1964 tuvo cabida el budo, que engloba artes marciales japonesas e incluso incluye normas éticas para sus practicantes. En realidad es una suerte de compendio que engloba el Kendo, el judo y el aikido. No se le considera una práctica en la que tenga cabida la competición por su intrínseca filosofía y espiritualidad, lo que dificulta sobremanera su inclusión en futuros Juegos.

En los únicos Juegos disputados hasta el momento en España, los de Barcelona 92, entró en el calendario un deporte en el que los hispanos son potencia mundial pero que, como ocurre con la mayoría de los deportes de exhibición, no está lo suficientemente extendido para que concurran el suficiente número de países para que se celebre una mínima competición. En el caso de Barcelona el deporte de exhibición fue el hockey sobre patines.

Pero no todo han sido deportes locales, porque han tenido cabida algunos “universales” que sin embargo no entrarían en el concepto general que se suelen tener de deportes olímpicos. Nos estamos refiriendo al esquí acuático en Múnich 72, al vuelo sin motor en Berlín 36 o dos muy curiosos que tuvieron su momento en aquellos locos Juegos de París 1900: la carrera de globos aerostáticos o el mismísimo automovilismo.

Exhibición de glima durante Estocolmo 1912

Pero hay otros dos deportes que, por curiosos, llaman más la atención: el glima y el korfbal. El primero es una modalidad ¡islandesa! de lucha en la que los luchadores permanecen siempre erguidos. Es un deporte antiquísimo, pues se remonta al siglo XII. Se exhibió en los Juegos de 1912 celebrados en Estocolmo. El segundo, creado por Nico Broekhuyen tras un viaje a Suecia, entró en el calendario en Amberes 1920 y Ámsterdam 1928. Es una manera de mezcla entre el fútbol y el baloncesto, pues se introduce un balón de fútbol en una canastas de mimbre colgadas en alto. Tiene, además, la peculiaridad de que es mixto. De hecho ésa puede ser la causa de su retroceso, cuando se empezó la separación de hombres y mujeres en la práctica deportiva. Ahora se ha vuelto más popular y no es tan difícil verlo practicar en parques.

Estos son los deportes más curiosos que han sido exhibición en Juegos pasados. Los de Invierno cuentan con los suyos propios, objeto de atención en este artículo. Desde hace varias ediciones el COI no incluye ningún deporte de no competición por el calendario tan apretado de las pruebas oficiales. Una pena, pues en ediciones pasadas se dieron a conocer deportes muy curiosos que, aunque privados de medalla, tuvieron su resonancia olímpica.

También hay que añadir que en algunos casos la manera de que se introdujeran “nuevos” deportes al calendario olímpico era tras haber pasado su correspondiente período de exhibición en unos JJ.OO. previos, como fue el caso del taekwondo o del béisbol.

Korfbal durante los Juegos de Ámsterdam 1928
Korfbal durante los Juegos de Ámsterdam 1928

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