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CHRIS HOY: LAS LEYENDAS OLÍMPICAS SON TAMBIÉN HUMANAS

En casos vitales como los vividos por una súper estrella del deporte como Chris Hoy es cuando nos damos cuenta de que ellos también son vulnerables y, en ocasiones, se acercan a nuestras experiencias, las de los simples mortales. De poco le sirvió al siete veces medallista olímpico (seis de ellas de oro) de librarse de padecer una terrible enfermedad. Cuando en los Juegos de Pekín celebrados en 2008 ganara tres oros (en las pruebas de ciclismo en pista de sprint por equipos, sprint individual y Keirin), siendo así el primer británico en 100 años en ganar tres oros en unos mismo Juegos, no podía imaginarse que en septiembre de 2023 le dieran apenas entre dos y cuatro años de vida.

Foto de Christophe Ena/AP/REX/Shutterstock.com

Hoy, ya por entonces retirado, seguía en plena forma física yendo regularmente al gimnasio y fue allí un día cuando empezó a notar dolor en su hombro; pensó que se trataba de una tendinitis. La realidad es que estaba en estado 4 de cáncer de próstata. A la mañana siguiente del fatídico diagnóstico se dedicó a hacerse selfies con su familia, temiendo que podría hacerse pocos más en lo que le quedaba de vida. Pero no queremos ser melodramáticos, puesto que el insigne exciclista ha mejorado en su diagnóstico de cáncer terminal y en el momento en que se escribe esto se encuentra en buen estado, anunciado que su cáncer se encuentra en un “estado estable”.

No nos centremos en su grave enfermedad, sino en su increíblemente brillante pasado. Su amor por las bicicletas nació centrado en las de BMX, con las que se enamoró de niño…viendo la película “ET”. Aunque en algunas etapas de su carrera algún agorero anunció su retiro lo cierto es que Hoy no pudo tener una mejor despedida: ganando su último oro olímpico en unos Juegos en casa (los de Londres 2012) en la modalidad de Keirin y convirtiéndose así en el primer deportista británico en ganar seis oros olímpicos. Entre tantos triunfos también hubo decepciones, como la desaparición del calendario olímpico de algunas de sus pruebas favoritas, como la de 1000 metros contrarreloj, con la que ganó el oro en los Juegos de Atenas de 2004.

Previamente ya había ganado en los Juegos anteriores, los de Sídney, su primera medalla olímpica: la plata del sprint por equipos. Los de Pekín serían sus Juegos soñados: tres oros. Por entonces el bueno de Chris contaba 32 años y algunos entrenadores sugirieron que se retirara, que ya había pasado su mejor época. Y es que para cuando se disputaran los Juegos de Londres Hoy tendría 36 años y nadie de esa edad había ganado nunca una prueba de sprint. Nuestro protagonista demostraría con el tiempo que él sí era capaz de desdecir ese hecho. Y eso que en ese ciclo olímpico entre Pekín y Londres Chris Hoy pasó de todo: lesiones, derrotas, choques…y el boom de Jason Kenny, compatriota y a la vez competidor (junto al que había ganado uno de los oros de Pekín 2008 en la prueba de sprint por equipos), rival directo en las pruebas de Keirin y sprint individual.

Foto de Tom Jenkins/The Guardian

Parecía que el tiempo de Chris Hoy había acabado y llegaba el de Jason Kenny. Ante tanta presión el escocés -pues Hoy nació en Edimburgo- optó por la “táctica del helicóptero”, esto es, alejarse viendo el problema desde arriba. Pero convertirse en el británico con más medallas olímpicas era una motivación demasiado grande para Hoy, un incentivo diario para entrenar y superar la marca del remero Steve Redgrave, uno de sus ídolos. Chris Hoy lo logró: ganar en los Juegos de Londres no solo el oro del sprint por equipos (junto al citado Jason Kenny), sino también superar su mayor rival en casa venciéndole en el Keirin y colgándose la medalla de oro en esta prueba.

Tras todos esos éxitos Hoy decidió por fin retirarse del ciclismo en pista, que no del deporte, pues trasladó su pasión al mundo de las carreras de coches por un simple reto. En las diversas carreras que disputó llegó a subirse al podio en una ocasión y acabar cuarto en el general. Lo que es más: cumplió su sueño de competir en Le Mans. El siempre inquieto Hoy abrió paralelamente una empresa de bicicletas contribuyendo al diseño de las mismas. Por lo que se ve, le costaba desligarse por completo del deporte que tanta gloria le había proporcionado. También escribió libros infantiles. Asimismo ha sido comentarista, presentador de documentales, ha realizado un podcast…Sin duda Hoy tiene que tener siempre algo entre manos. Por cierto que, con el tiempo, un más joven que él Jason Kenny llegó a igualar su récord de medallas en Juegos Olímpicos. Chris Hoy se alegró de ello.

Es difícil centrarnos en una única modalidad ciclista en la que destacó. En los Juegos de Atenas él participaba en último lugar en la prueba de 1000 metros contrarreloj. Iba viendo cómo sus rivales iban batiendo el récord del mundo. ¿Demasiada presión? No para Chris Hoy, que les superó batiendo, naturalmente, él mismo el récord del mundo. Pero después quitaron esa prueba, su prueba “reina” del calendario olímpico y al británico no le quedó más remedio que coger el Keirin y el sprint para poder entrar en el sprint por equipos. Al fin y a la postre los Juegos de Pekín acabaron suponiendo un antes y un después en su carrera al ganar en ellos tres oros. Pero también fue un antes y un después para el Team GB ya que su país se colocó cuarto en el medallero final, el mejor puesto para Gran Bretaña hasta entonces en la historia de los Juegos Olímpicos.

En los siguientes de Londres, de mucha responsabilidad para los deportistas británicos, la prueba del sprint por equipos tenía invariablemente que revalidar el oro. Desde Pekín el Team GB había probado numerosas y diferentes combinaciones y, además, los franceses se habían convertido en ese tiempo en los máximos favoritos, además de vigentes campeones mundiales. Hoy y sus compañeros no fallaron al público local, ganando y batiendo el récord mundial. El escocés reconocería después que sentía una gran presión al ser el encargado del último relevo. Ese acabaría siendo uno de los momentos más brillantes de su ya de por sí excelente carrera.

El presente de Chris Hoy se centra en su familia, con su mujer a la que descubrieron que padece esclerosis múltiple. Tiene tiempo el gran campeón para crear y dedicarse a una carrera ciclista benéfica centrada en las personas que padecen cáncer en estado 4. También se ha convertido en la cabeza visible de campañas para la detección precoz del cáncer de próstata, pidiendo que se rebaje la edad para empezar a hacerse pruebas. Dedica también su valioso tiempo a los sintecho, así como a la salud mental, a ser embajador de UNICEF, etc. En definitiva, una vida rica y plena que no desmerece su brillante pasado como deportista.

Foto de Reuters

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