Camino a París

KAYLIA NEMOUR: LA LUCHA PARA PODER SER OLÍMPICA

No debería extrañarnos si la argelina Kaylia Nemour gana una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024 en su especialidad dentro de la gimnasia artística: las paralelas. Para llegar hasta los Juegos, donde ya tiene plaza, Nemour ha tenido que pasar toda una odisea tras una grave lesión.

Nacida en la localidad francesa de Saint-Benoît-la-Forêt hace apenas 16 años, hija de padre argelino y madre francesa, Kaylia empezó compitiendo defendiendo los colores de Francia en categorías juveniles con indudable éxito. En 2021 tuvo que ser operada en dos ocasiones en sus rodillas al desarrollar osteocondritis, una enfermedad que causa dolor y rigidez en las articulaciones. Kaylia logró rehabilitarse, tanto es así que los médicos que la trataban estuvieron de acuerdo en que volviera a entrenar pasados ocho meses desde sus operaciones. Sin embargo, el médico del equipo nacional francés, que nunca llegó a examinarla, consideró que no debía aún entrenar. Esto produjo una situación inusual a la par que incómoda para la joven gimnasta, que veía así frenada su carrera. Por aquel entonces contaba catorce años.

Foto de la FIG

En ese punto se produjo un conflicto entre la federación francesa y el gimnasio donde Nemour entrenaba. La federación quería que la joven se trasladara a París y quedara bajo su vigilancia y guía, pero ella se negó a abandonar el gimnasio donde había nacido y progresado su gimnasia. En este impasse, en el que Kaylie se veía privada de poder seguir compitiendo, junto con su familia decide que la solución es cambiar de nacionalidad y dejar de competir por Francia para hacerlo por Argelia, su patria por parte paterna. El cambio no es tan sencillo. Después de esperar el tiempo reglamentario la Federación Internacional de Gimnasia aprueba su cambio de nacionalidad y le da vía libre para competir. No obstante, para hacerlo debía contar con el visto bueno de Francia, que se niega a darle los permisos necesarios. Por tanto Nemour debía esperar más tiempo hasta poder competir por Argelia en competiciones de la FIG. Al no poder hacerlo, se le escapaba el poder obtener billete para los Juegos.

Así estaban las cosas cuando el periodista galo Thierry Vildary muestra en mayo de 2023 un documental en televisión en el que se denuncian los abusos a ciertas gimnastas provocados en el seno de la Federación Francesa de Gimnasia. Esto, como veremos, será el desencadenante para que la franco-argelina logre los permisos federativos. Paralelamente se lanza una petición popular en la plataforma change.org, que logra 6.000 firmas, para que Kaylia obtenga el permiso para competir por Argelia.

Foto de Gymnastics South Africa

Esta doble presión (la popular y la periodística) causaron un cambio drástico en su situación, llegando a intervenir la mismísima ministra francesa de deportes en el asunto, quien anunció el inicio de una investigación sobre los abusos en la federación nacional y, tangencialmente, se otorgó a Nemour el permiso para competir por Argelia.

A partir de ese momento podríamos afirmar que Kaylia no ha dejado de hacer historia: con el objetivo puesto en París 2024 ha ido logrando hito tras hito: primera gimnasta argelina en clasificarse para la final de un Mundial (en el de Amberes de 2023 entró en la final del all-around acabando en una octava plaza, además de entrar en la final de paralelas); máximo puesto alcanzado en un Mundial por un representante africano en gimnasia y primer gimnasta africano en conseguir una medalla en un Mundial. Porque Kaylia Nemour asombró a todos con su ejercicio de paralelas en Amberes, donde conquistaría la plata. En su ejercicio introdujo un nuevo elemento en el Código que ya lleva su nombre, que es una variación del difícil elemento “Nabieva”. Durante meses lo había estado entrenando en secreto mientras se resolvía su caso, porque apenas seis meses antes de ese Mundial de Amberes donde despuntó y, lo que es más importante, consiguió la plaza olímpica, la situación de Nemour aún se encontraba en un limbo sin poder competir. La espera y la lucha burocrática mereció la pena y en pocos meses es posible que Francia lamente haber dejado escapar a Kaylia Nemour, especialmente si vuelve a brillar y consigue una medalla olímpica en París 2024.

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