Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 110: EL BOXEADOR MOURAD ALIEV SE NIEGA A ABANDONAR EL RING TRAS SER DESCALIFICADO EN TOKIO

Su nombre quizá no les diga nada pero sí la imagen de su protesta durante los Juegos Olímpicos de Tokio. Hablamos del púgil francés Mourad Aliev. Nacido en Moscú con familia procedente de Azerbaiyán, se mudó a Francia con apenas seis años como refugiado político, adquiriendo la nacionalidad gala a los 22.

Los hechos de marras que hicieron que su imagen, sentado en el ring negándose a abandonarlo, dieran la vuelta al mundo, ocurrieron durante su combate de cuartos de final en peso súper pesado contra el británico Frazer Clarke. El francés parecía estar controlando el enfrentamiento tras llevarse el primer asalto, pero entonces llegó su descalificación repentina por parte de los jueces, quienes consideraron que un cabezazo hacia la cara de su contrincante (donde se percibía la sangre cerca de los ojos) era motivo de descalificación por retenerlo como golpe intencionado. Estaban en ese momento en el segundo asalto a falta de que quedaran cuatro segundos del mismo. Entonces Aliev, considerando que la decisión de los jueces era injusta, lejos de aceptarla primero reaccionó en caliente de forma violenta llegando a golpear a un cámara y escupiendo su protector bucal en un feo gesto a los que unió otros no menos contrarios a los valores del deportes, como realizar gestos ofensivos con los brazos o patadas al aire. A continuación se negó a abandonar el ring, quedándose sentado en su borde por una treintena de minutos, frustrado ante el desarrollo de los acontecimientos. Mientras, personas de su equipo se acercaron a él para hablarle.

Al cabo de esa media hora salieron los jueces para hablar con el equipo francés y, naturalmente, con el protagonista de la protesta. No sabemos lo que discutieron pero el caso es que Aliev se marchó a los vestuarios. Sin embargo, apenas pasaron quince minutos para que el boxeador francés regresara y continuara con su sentada en el ring negándose a aceptar la decisión. “Estaba ganando el combate cuando de repente simplemente me pararon, sin realizarme ningún aviso, y me dijeron ‘has perdido’ y pensé que se trataba de un sabotaje”. El galo siguió justificando su reacción declarando “Me he preparado toda la vida para estos Juegos, así que reaccionar con furia como lo hice es natural”.

Mourad estuvo en todo momento apoyado por el Comité Olímpico Francés. Importante resaltar que el ganador de dicho combate tenía una medalla asegurada, puesto que en boxeo se reparten dos bronces. De ahí la importancia del resultado de este enfrentamiento.

El rival, Frazer Clarke, lejos de sentarle mal la reacción de su contrincante, reconoció entenderle e incluso se acercó a él para intentar calmarlo: “Yo mismo he estado en situaciones así, en las que no piensas con la cabeza, sino con tus emociones. No quería que dañara su reputación ni que fuera grosero con los jueces y árbitros porque ellos sólo hacen su trabajo. Intenté darle un consejo al ser más experto”, añadiendo “ni yo mismo sé si su golpe fue intencionado o no, a mí no me corresponde juzgarlo. Sé que es una buena persona. Estoy convencido de que llegará a ser un campeón”. Días más tarde las autoridades deportivas francesas llegaron a recurrir al TAS la decisión que le expulsó de los Juegos Olímpicos, sin éxito. El tribunal deportivo de apelación más alto admitió la “posibilidad de un error técnico por parte del árbitro”, pero que mantendría su decisión.

Foto de Eurosport

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