Entrevistas,  Los otros olímpicos

JUAN ANTONIO SAMARANCH: “EL DÍA EN EL QUE EL COI TENGA QUE DECIDIR SI UNA GUERRA ESTÁ BIEN Y OTRA NO ESE DÍA SE ACABA EL MOVIMIENTO OLÍMPICO”

A poco más de un año para la cita olímpica de París 2024 charlamos con Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, en plena efervescencia de las consecuencias que está teniendo la reciente decisión del COI de aconsejar a las Federaciones Internacionales deportivas de permitir la participación de deportistas rusos y bielorrusos en competiciones internacionales.

Antes de meternos en tan conflictivo tema, comentamos otros aspectos olímpicos -dentro de los muchísimos que surgen de la competición deportiva más relevante del planeta- como la incorporación, ya plenamente asentada, de los deportes urbanos en el calendario olímpico. Al respecto el dirigente español nos comenta: ”Da una cierta tranquilidad que cuando se toman a veces unas decisiones que pueden parecer arriesgadas, que se toman por un motivo de que la sociedad está allí, tanto como cultura como actividad deportiva, tienes una sensación de alivio que respondan tan pronto y tan rápido. Estamos orgullosos de los resultados y redoblamos los esfuerzos con lo que esperamos sea el mayor espectáculo del mundo en París. Allí [estos deportes] serán un espectáculo, como ya lo fue en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires y en el propio Tokio”. 

Sobre la más inminente cita olímpica Samaranch tiene buenas vibraciones: “París en muchas cosas va a marcar un hito que nunca se ha marcado en el pasado, tanto con las ceremonias de inauguración como con el deporte en la calle, como llevar muchos deportes a sitios icónicos en la calle. Estamos muy emocionados y contentos”.

A diferencia del auge, siempre in crescendo, de los deportes urbanos, una especialidad olímpica -y de la que el propio Samaranch es vicepresidente de su Federación Internacional- que no solo está en horas bajas, sino que incluso peligra su continuación en el calendario olímpico (es duda para los Juegos de Los Ángeles 28) es el pentatlón moderno, pese a sus intentos de modernización: “Creo que en su día teníamos que haber hecho el cambio de los caballos para simplificar un poco el deporte y hacerlo más accesible, hace bastantes años. El cambio se ha hecho en un momento de extrema necesidad; es completamente adecuado, refuerza la idea de que el deporte sea atractivo para las nuevas generaciones, pero el pentatlón moderno no tendrá el puesto garantizado para Los Ángeles. Soy optimista por naturaleza para que siga en el calendario olímpico. Espero que la comunidad del pentatlón moderno, que no es muy grande por naturaleza, reciba del resto del mundo olímpico la confianza de poder mostrar el nuevo pentatlón moderno en los Juegos de Los Ángeles. Hemos cambiado mucho; cuando empecé eran cinco días de competición, era imposible. Ahora es un deporte mucho más de espectáculo, sigue siendo complejo, no es un deporte sencillo de entrenar, ni barato. Pero en un mundo de la hiper especialización que haya deportes que crea gente completa con habilidades distintas desde el punto de vista del desarrollo de la persona y del joven no es ninguna tontería. [Pero] no hay que engañarse, es poco relevante en la sociedad”.

Era obligado preguntarle a una de las personas más importantes dentro del organismo del que dependen los Juegos Olímpicos por el cambio de rumbo en la decisión sobre las sanciones al deporte ruso y bielorruso, cuestión sin duda peliaguda sobre la que no hay unanimidad: “El COI no tiene potestad para dirigir lo que hacen las Federaciones Internacionales. Cada una rige su deporte como cree que es más conveniente. Sí que emitimos unas recomendaciones al principio del conflicto, junto con las sanciones a Rusia y a Bielorrusia, junto con el apoyo económico y social del mundo olímpico mundial al mundo olímpico ucraniano: les dijimos que de momento no era conveniente invitar, para proteger a todo el mundo, a los propios rusos y a los demás atletas. Ahora ha ido avanzando el tiempo, no hace falta que haya cambiado nada en el devenir de la guerra. La decisión que tomamos fue una decisión de emergencia y tremendamente incómoda. No permitir competir a alguien por su pasaporte si no es culpable es castigar con penas individuales por culpas colectivas. En París no habrá una bandera rusa de ninguna de las maneras, pero si hay atletas que no forman parte del ejército, que no son de equipo y no han participado en el esfuerzo bélico hemos recomendado a las federaciones que intente volver a darles sitio en sus competiciones y nos hemos guardado nuestro derecho para volver a tomar nuestras decisiones, porque los Juegos Olímpicos no los deciden ellos, sino que los decidimos nosotros”

Aunque queda un tiempo para el inicio de los Juegos los clasificatorios olímpicos ya están en marcha en todos los deportes, con las dudas actuales sobre si podrán/deberán clasificarse para París 2024 los deportistas rusos y bielorrusos: “De momento estamos dándonos tiempo para ver cómo evoluciona todo el conflicto, a ver si de alguna manera puede haber brotes verdes o un rayo de luz y de esperanza, que no se ve por ningún sitio, y vemos a ver si podemos volver a poner los valores olímpicos en el centro. Nuestro objetivo y misión es que todos los jóvenes del mundo, fuera de su raza, religión, ideas políticas, sistema político en el que viven, lo que hagan sus gobernantes…puedan juntarse en la villa olímpica y competir como hermanos respetándose unos a otros y así mismos. Eso es lo que nosotros tenemos que hacer y lo vamos a intentar porque organizaciones y sistemas para castigarnos unos a otros hay infinitos en este mundo. Sistemas y organizaciones para decir que en un momento de conflicto nos demos un respiro y que los jóvenes demuestren que otra vía es posible no hay tantos y vamos a intentar defender eso”.

Otra polémica del deporte olímpico es si se debe permitir la participación en los Juegos de París de países como Irán y Afganistán en los que la participación de la mujer en el deporte está, en el mejor de los casos, comprometida, cuando no corren serio peligro las propias deportistas. Al respecto Juan Antonio Samaranch comenta: “El COI puede castigar a los Comités Olímpicos de Irán y Afganistán si han incumplido la Carta Olímpica de respeto e igualdad en la mujer. Nosotros suspendemos Comités Olímpicos Nacionales todo el rato. Buscamos la manera de no castigar también a los atletas, que no son culpables ni han participado en eso. Es muy difícil muchas veces”. Y añade: “Seguimos diariamente cómo funciona el deporte en Afganistán, pero es un país muy complicado. Tenemos a un miembro, una chica joven afgana que vive en estos momentos en el exilio, pero hay muchos Afganistanes: en el centro de Kabul a las mujeres les dejan participar en las pruebas deportivas y les dejan ir a la escuela, en un barrio de las afueras van a la escuela pero no hacen deporte, en otra ciudad la situación es distinta. En una sociedad tan desestructurada es muy difícil poner orden. Estamos al tanto a través de nuestro grupo de solidaridad olímpica e intentamos ayudar en lo que podemos”.

En su día fue criticado, especialmente desde la perspectiva de otros países no occidentales donde, por desgracia, existen otros conflictos bélicos, el supuesto “doble rasero” con la situación en Ucrania al no tener en cuenta sanciones a otros países beligerantes y sí a Rusia. El propio Samaranch nos comentó que, en sus viajes a esos países, no entienden la supuesta dureza con Rusia frente a la falta de sanción a otros países en guerra. Samaranch tiene clara una idea: “El día en que el COI tenga que tomar la decisión en un conflicto bélico de “este es bueno, este no, esta guerra está bien, esta no” ese día se acaba el movimiento olímpico”.

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