ERICK BARRONDO: EL MARCHADOR QUE INSPIRÓ A TODO UN PAÍS
Cuando un deportista es pionero sus éxitos adquieren un mayor brillo. Se unen en ese caso mérito e inspiración para otros. Todos esos requisitos los cumple el marchador guatemalteco Erick Barrondo, quien entró en los anales del olimpismo en el mismo momento en que cruzó la meta en segundo lugar en la prueba de los 20 kilómetros marcha correspondiente a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Con ello daba a su país la primera presea olímpica en su historia y, lo que es mejor, se convirtió al instante en modelo a seguir para la juventud de su país. El atleta no dudó entonces en pronunciar este inspirador discurso: “Espero que esta medalla inspire a los niños de mi país a dejar las armas y las navajas y a coger las zapatillas de deporte en su lugar”. Nada más que añadir.
Erick había nacido en una aldea de Guatemala en una familia trabajadora (padre agricultor y madre cocinera en un albergue de estudiantes). Abandonó sus estudios para convertirse en perito contador Barrondo se lió la manta a la cabeza y marchó a la capital de su país para ponerse a trabajar. Fue allí donde descubriría el deporte. Tuvo la suerte entonces de coincidir con el entrenador cubano Rigoberto Medina, con experiencia trabajando con destacados deportistas. Erick Barrondo destacaría bien pronto, pues con 20 años ganó su primera gran prueba: los Juegos Panamericanos de 2011 disputados en la ciudad mejicana de Guadalajara. No era el favorito para la carrera de los 20 km marcha, pero se hizo con el triunfo.
Lo siguiente sería su mayor logro hasta ahora: la plata olímpica en Londres 2012. Previamente había estado preparando dicha prueba por Europa, cosechando excelentes puestos. El joven centroamericano ya no era tan desconocido cuando llegó a la capital británica. En la final olímpica nunca abandonó el pelotón que se hallaba en la delantera. Para la mitad del recorrido , cuando habían ido cayendo atletas del grupo de cabeza, Erick ya se encontraba entre el pelotón de los elegidos para el podio. A falta de dos kilómetros de los 20 totales Barrondo ya marchaba segundo, pero detrás de él la competencia era grande y peligrosa encarnada en los atletas Zhen Wang de China y Valeri Borchin de Rusia. Sin embargo, este último no pudo con el ritmo. Quedaba así un trío compuesto por dos chinos y el propio Barrondo, que acabaría en segunda posición final. Primera e histórica medalla olímpica para Guatemala. A día de hoy la marca realizada por el guatemalteco sigue siendo la segunda más rápida de la historia olímpica en la prueba de los 20 kilómetros marcha.
En el recorrido por las calles de Londres Erick contó con el apoyo de unos dos mil compatriotas que no pararon de animarle. Su segundo puesto y, por lo tanto, medalla, desató el entusiasmo de los propios periodistas que cubrían el evento, los cuales acudieron a él para abrazarlo. Esa carrera de los 20 km marcha de Londres 2012 definitivamente cambió la vida de Erick Barrondo, pero no se olvidó de enviar un mensaje a las nuevas generaciones basado en la cultura del esfuerzo y la lucha, de una lucha para lograr sus sueños, pese a que lograrlos cueste. En ese momento de euforia Erick recordó los malos momentos de su niñez, con penurias, de “acostarse con el estómago vacío”, según declaró en la meta. Incluso cuando ya estaba en la capital y entrenaba en ocasiones no tenía ni para comer, pero él seguía entrenando. “Al final todo esfuerzo vale la pena”, confesó.
Es verdad que las siguientes experiencias olímpicas de Barrondo no han sido ni de lejos tan productivas como la de Londres 2012, pues en Río 2016 acabó en el puesto 50º y en Tokio 2020 fue descalificado en la prueba de los 50 km. Entre medias ha conseguido medallas en diversas competiciones internacionales. Erick, que disfrutó del merecido honor de ser el abanderado en la clausura de los Juegos que le dieron la medalla, es miembro de una familia olímpica, pues su hermano Bernardo, su primo José Alejandro y su mujer Mirna Ortiz han sido olímpicos, todos en la marcha. No ha de extrañarnos que en su país sea todo un ídolo y como tal se le ha reconocido poniendo su nombre a un parque y a un paso a desnivel en una carretera.
Erick Barrondo ha inscrito el nombre de Guatemala en los anales olímpicos y, lo que es más importante, ha servido de modelo inspirador a la juventud de su país, siendo un espejo en el que mirar (y admirar) y destilando valores olímpicos y humanos.
Un comentario
Virginia
Que bien que sea un ejemplo para la juventud guatemalteca,ya está bien que el esfuerzo,la tenacidad y la humildad vuelvan al primer plano.