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ELISE CHRISTIE: LA MALA SUERTE EN LAS PISTAS DE HIELO OLÍMPICAS

Ha sufrido amenazas de muerte por su participación en unos Juegos Olímpicos, fue violada en su juventud, protagonizó varios intentos de suicidio, dificultades económicas para seguir practicando su (minoritario) deporte y, como podemos deducir fácilmente, su salud mental ha sido afectada. Estamos hablando de una deportista olímpica, de hecho favorita en más de una ocasión para llevarse una medalla en los JJ.OO., aunque hasta el momento no lo haya conseguido. Es la británica Elise Christie, olímpica de la modalidad de short track. Parte de sus problemas sin duda han tenido que ver con sus participaciones olímpicas (hasta el momento tres, desde Vancouver 2010 hasta Pyeongchang 2018). En ellas, además Elise ha tenido verdadera mala suerte, pues ha acabado descalificada en varias carreras olímpicas en las que se contaba con ella para conseguir alguna medalla.

Esta escocesa que empezó en el patinaje artístico pero se pasó al de la velocidad por la simple razón de que no quería que sus resultados dependieran de los jueces, ha conseguido decenas de medallas entre Mundiales y Europeos en diversas distancias. Es por ello que a la hora de acudir a unos Juegos Olímpicos partía como una de las favoritas. Es cierto que su primera participación, en la localidad canadiense de Vancouver, no le resultó muy provechosa, pues sus puestos finales no superaron el 11º, eso en el mejor de los tres resultados que obtuvo. Pero bien distinto era el panorama en la siguiente cita en Sochi. Competía allí en tres distancias: 500, 1000 y 1500 metros. En la distancia más corta fue descalificada al chocar con la italiana Arianna Fontana. A la británica le adjudicaron el octavo puesto, por detrás de las participantes en la Final B. En la carrera de los 1500m fue descalificada por no cruzar la línea de meta por un único centímetro. Le quedaba la distancia de los mil metros. En las semifinales de los mismos fue descalificada una vez más al chocar contra la china Li en el giro final.

Si piensan que Christie no pudo experimentar unos peores Juegos Olímpicos se equivocan, porque fue aquí cuando sufrió abusos por Twitter siendo atacada por aficionados surcoreanos que la acusaron de haber causado un choque con su compatriota (y estrella del short-track) Park Seung-Hi. El caso fue grave, puesto que llegó a recibir amenazas de muerte. Este feo asunto llevó al Comité Olímpico Británico a pedir mejoras en las redes sociales Twitter y Facebook en cuanto a comentarios nocivos vertidos sobre los deportistas. En el caso de Elise, se vio “obligada” a cerrar su cuenta de Twitter.

Llega su tercera participación olímpica, en Pyeongchang. En ella la patinadora británica quiere desquitarse de su mala suerte. Parece que lo va a conseguir, puesto que en las rondas de clasificación de la carrera de los 500m bate el récord olímpico, récord que vuelve a batir en los cuartos de final. En la semifinal obtiene el segundo puesto. La final se presenta con grandes esperanzas para la escocesa, pero de nuevo cae víctima de la mala suerte. Esta vez sale de la pista cuando se le engancha en la mano el patín de una rival (Yara Van Kerkhof). Sólo puede ser cuarta…mientras que Van Kerkhof alcanza la medalla de plata.

En la carrera de los 1500m sufre otro choque en la semifinal, quedando fuera de carrera. Incluso el golpe producido le causa ser llevada de urgencia al hospital al lesionarse su tobillo derecho, lo que además hace poner en seria duda su participación en la carrera de 1000m. Aun así, llega a participar, pero en la batería de clasificación es descalificada ya que los jueces consideran que ha provocado no uno sino dos incidentes.

Su autobiografía

Ese año, el de los Juegos de Pyeongchang donde no solo no se concretó su “venganza” despidiéndose de la mala suerte sino que ésta aumentó, Elise Christie tocó fondo. 2018 fue el peor año en la vida de esta olímpica. A los incidentes en la pista de Pyeongchang ese año hay que sumar que, acabados los Juegos, la dejó su novio -el también estrella del short track Shaolin Sándor Liu– mediante un mensaje de texto; perdió a su entrenador y, lo que es peor, realizó su intento de suicidio más serio cortándose las venas, aunque afortunadamente se arrepintió y fue socorrida a tiempo por un vecino.

Elise Christie había llegado al punto más álgido de su frustración sumando a sus fracasos deportivos la lucha por lograr financiación para poder seguir siendo una deportista de élite, además de lesiones que ni henos mencionado; en fin, Elise pensó que nada iba bien en su vida y que nada le quedaba.

A día de hoy podemos decir que Elise Christie se ha levantado. Está dispuesta a ir a los Juegos de Pekín 2022 y, de una vez por todas, acabar una final como sus resultados en el resto de grandes competiciones internacionales, es decir, con una medalla al cuello. A nivel personal se ha quitado un peso de encima publicando su autobiografía en la que da a conocer que fue violada a la vuelta de los Juegos de Vancouver, cuando contaba 19 años, tras ser drogada. “Es algo que no he dicho a casi nadie porque me sentía avergonzada. Como no fui abandonada en un descampado ni golpeada llegué a pensar que eso no fue una violación”. Parece que sus problemas de salud mental están superados, las amenazas online, los intentos de suicidio. Aun así, es algo con lo que siempre tendrá que luchar. No en vano su autobiografía se titula “Resiliencia”. Recordamos su definición: “Capacidad de adaptación de un ser vivo a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Sin duda ese empuje es lo que ha necesitado Elise para dejar atrás su pasado. Ahora sólo queda que materialice su venganza deportiva en los Juegos Olímpicos de Pekín 2022.

Foto de Damir Sagolj/Reuters

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