Camino a Tokio

LAUREL HUBBARD: LA PRIMERA DEPORTISTA TRANSGÉNERO EN UNOS JUEGOS OLÍMPICOS

Laurel Hubbard es uno de los nombres de los que se hablará -ya se habla, desde que se clasificó para los Juegos el 21 de junio- en Tokio 2020. Está en el centro de una polémica sin ser culpable de ella. Nació en un cuerpo de hombre pero en la edición olímpica de Tokio participará como mujer en el deporte de la halterofilia convirtiéndose de esta forma en el primer deportista transgénero en hacerlo.

Ya llevaba unos años peleando por ello, pero sólo ahora el COI ha constatado su clasificación olímpica, que no ha dejado indiferente a nadie, pues ha sido bien recibida y apoyada por algunos, como la Primera Ministra de su país -Nueva Zelanda- y, al mismo tiempo, criticada por las que serán sus rivales en la competición, alguna de las cuales ya han criticado abiertamente la decisión pues consideran que tendrá una evidente ventaja física.

Foto del Comité Olímpico de Nueva Zelanda

A Laurel le pusieron al nacer el nombre de Gavin. Su padre fue un antiguo alcalde de Auckland. Compitió en halterofilia en categoría masculina consiguiendo récords en su etapa junior. Si eligió ese deporte, según confesaría más tarde, fue por un intento de “masculinizarse”. Hasta los 35 años tuvo cuerpo de hombre y fue entonces (en 2012) cuando comenzó su proceso de transición a mujer. Seamos claros: Laurel no se salta ninguna norma del COI compitiendo en la categoría femenina en los Juegos de Tokio 2020. En 2015 el propio Comité Olímpico Internacional cambió sus reglas para dejar competir a atletas transgénero si sus niveles de testosterona no superaban cierto límite (para ser exactos diez nanomoles por litro durante al menos doce meses). Lo que ocurre es que Laurel, quien por cierto a sus 43 años se convertirá en la haltera de más edad entre las participantes, según argumentan algunos sigue teniendo ventajas. Algunos estudios hablan de hasta un 12% de superioridad hormonal causada porque, al haber sido hombre en la etapa de crecimiento, conserva más músculo, menos grasa, más hemoglobina y tiene el corazón y los pulmones más grandes. Todas estas condiciones, al ser la halterofilia un deporte tan exigente físicamente donde son tan cruciales estos elementos, han despertado los temores entre sus rivales de que, como decimos, Laurel Hubbard pueda partir con ventaja. Otros dicen, por otra parte, que los deportistas trans han tenido que pasar un periodo de años para armonizar sus cuerpos y que Laurel ha cumplido con esos plazos.

La neozelandesa, que se encuentra la séptima en el ránking mundial de su peso, estuvo a punto de dejar la práctica de la halterofilia cuando sufrió una lesión importante en el brazo durante los Juegos de la Commonwealth de 2018. Su vuelta a la competición al año siguiente en los Juegos del Pacífico disputados en Samoa ya causó polémica, puesto que el propio Primer Ministro samoano criticó que se le permitiera competir.

Hubbard, que ha conseguido diversas medallas en campeonatos internacionales (principalmente correspondientes a su zona geográfica), ha agradecido públicamente el apoyo recibido por parte de sus compatriotas. Aun así, la controversia está sobre la mesa al comparar su caso con el de la atleta Caster Semenya, a la que no se le permitirá participar en los Juegos de Tokio en la prueba donde es doble campeona olímpica por superar ciertos niveles de testosterona. Algunos se preguntan por qué Laurel sí y Caster no.

2 Comentarios

  • MCC

    Hola! Aunque supongo que la intención es buena, hay bastantes comentarios transfóbicos en el post. Nunca se debe decir el nombre de nacimiento de las personas trans, el único válido es el elegido (Laurel). Es una mujer, no “nació hombre ni fue hombre” y por lo tanto no se la debe tratar con pronombres masculinos, ni aunque estemos hablando de su etapa antes de la transición. Por último, Caster Semenya no es una persona trans, así que sus criterios son distintos a los de Hubbard.

    No hago estas apreciaciones a malas, soy consciente de que no todo el mundo está familiarizado con este tema y creo que desde el respeto se pueden corregir este tipo de comentarios. Tema a parte, gracias por compartir esta historia!

    • Patrizia Bernardi

      Hola, gracias por el comentario. Por supuesto que no había mala intención ni sabía que no debe decirse el nombre original de la persona trans. Totalmente de acuerdo: Laurel es una mujer, pero sí que es un hecho que participó durante años en pruebas de halterofilia masculina, eso no puede obviarse. Sobre los pronombres, se han utilizado en femenino en todo momento. En cuanto a Caster Semenya, en efecto, ella no es trans, pero la relación con Laurel está en que los criterios de participación (superar o no unos límites de testosterona) son los mismos para ambas, y en el caso de Caster le impiden participar. La relación, pues, es lógica, aunque no se trate de los mismos casos. En cualquier caso la polémica está servida al no dejar a Caster Semenya participar, por no hablar de las numerosas (no las he recogido en este artículo) declaraciones de rivales de Laurel que consideran que participa con ventaja. Como no soy científica no me quiero pronunciar en el tema, sino en exponerlo informativamente: que Laurel Hubbard entra en la historia al ser la primera deportista transgénero en participar en unos Juegos Olímpicos. Gracias por tu aportación,

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